Darío Sztajnszrajber considera que «El aula tradicional ha muerto y hay que pensar cómo reinventarla» filósofo y docente opinó que recuperar la educación pública «es fundamental para volver a pensar un país con mayor justicia social».
Darío Sztajnszrajber, filósofo y docente, participó del primer Foro de Líderes por la Educación, organizado por Perfil Educación. Allí, el ensayista participó del foro «Estado y Educación: problemas y oportunidades», junto a Tomás Abraham, Daniel Filmus y Olga Isaza, que tuvo lugar en el Centro Cultural Kirchner. Entrevistado por PERFIL, el docente habló de los desafíos de la educación, cómo se debe repensar el rol de los docentes para adaptarse a los cambios, y la actualidad educativa de Argentina.
«Lo que planteo es que el aula tradicional ha muerto, jugando un poco con la frase de Nietzsche de que «Dios ha muerto», pensando en cómo reinventar un poco el pacto educativo. La sensación que hay es que hay una institucionalidad vigente, que sigue pensando en términos de un aula tradicional, y que no puede todavía hacerse cargo de las transformaciones que se dan no solo a nivel tecnológico, sino también en los tipos de conocimientos con los que un alumno llega al aula», explicó Sztajnszrajber.
«Es más una fórmula si se quiere disruptiva o irreverente, que nos tiene que empujar a hacer pensar de qué manera podemos realmente transformar el trabajo en el aula», agregó.
La relación «arcaicamente vertical» entre alumnos y docentes, planteó, hoy cambia frente a alumnos que tienen más conocimiento que en toda la historia de la educación, gracias al acceso directo al mundo tecnológico. «Repensar el trabajo en el aula me parece fundamental para el pacto educativo», sumó.
Repensar el trabajo en el aula me parece fundamental para el pacto educativo
¿Cómo se repiensa el rol de los docentes? «En primer lugar tiene que ver con salirse con cierta gramática, de esta idea de que la tarea fundamental es la formación. Eso supone una idea asimétrica. Un alumno es un otro, tiene forma previa, pasa que formar supone un “des-otramiento”. Esa “otredad” entra en contacto con el docente, y ahí se produce una conexión», sostuvo.
Un aula, dice Sztajnszrajber, «es un lugar de conflicto, y eso no es negativo». «Negativo sería que un docente venga, diga lo que quiera y que todo el mundo reciba pasivamente lo que el docente dice. El conflicto es la clave de toda relación democrática. Un docente es alguien que inspira a que otro se transforme».
Respecto de la relevancia que se le da en nuestro país a la educación, consideró que “depende del tipo de modelo de Gobierno«. «No creo que el país sea un todo homogéneo. Se ponen en juego modelos sociales, y se puso de manifiesto en los últimos cuatro años del gobierno actual que hubo como mínimo una relación problemática con la educación pública. El presidente habló de “caer” en la educación pública, y se usó de manera negativa«, consideró.
«Recuperar la educación pública es fundamental para volver a pensar un país con mayor justicia social, pero eso es en el marco de un modelo general de un país con justicia social. Si no es la justicia el objetivo máximo de un modelo de país, la educación va a caer como caen otras esferas sociales. En el fondo, son los modelos políticos generales los que después definen las políticas particulares», opinó.
El Foro de Líderes por la Educación fue auspiciado por Ford, Telefónica, Pan American Energy, Corporación América y Grupo Insud.
A.B./A.G./
– Perfil