Marcianos, el país de Cristina

Parece que en Marte, donde vive CFK, no existen los cortes de luz. Por eso la presidenta no dijo ni mu al respecto, a pesar del calvario que viven millones de seres humanos aquí en la Tierra y, sobre todo, en Argentina.

Del desastre energético al que nos ha llevado la dékada saqueada, del vaciamiento y la dependencia hidrocarburífera, del papel de las empresas privatizadas, de sacarles las concesiones, no hay referencia en el idioma marciano.

Tampoco se refirió al aumento de los precios, en sectores estratégicos como la nafta, o en los tan sensibles como la canasta alimentaria o el transporte para los laburantes. En Marte la palabra inflación no existe.

Del problema de la deuda que no debemos, y del Club de París, parece que nada sabe. Claro, en el cuarto planeta de nuestro sistema solar, no hay ningún París, ninguna deuda, ni ningún sistema financiero imperialista. Parece que sí hay un fulano Kiciloff, que es marciano y no marxiano.

En el planeta rojo, no existen los monopolios ni las “corpos”. Por eso no tienen que quejarse de ellas y, en todo caso, la ley de medios marciana le prohibió a un tal Magneto vernáculo burlarse de ella dividiendo su empresa en 6 unidades al frente de testaferros. Todo lo contrario de la Argentina, donde la Corpo se defeca de risa de la Ley de Medios Audiovisuales y el gobierno lo avala…

En Marte parece que 600 dólares mensuales alcanzan para darse la gran vida: es lo que ganan los asalariados en el planeta rojo. Claro, acá, en Argentina, $3600 es un salario de hambre. Pero CFK de Argentina no se ocupa…

Para la reflexión:

– En Argentina, que haya 1.500.000 jóvenes de entre 18 a 24 años que no trabajan ni estudian después de una déKada de cualquier gobierno sería vergonzoso. Que el Estado deba asistirlos con $600 mensuales para ver si pueden encarrilarles la vida porque no pueden ser autosuficientes con un trabajo digno, también. Pero en Marte parece que es lo más normal de ese mundo.

– La actitud militante y leal de la juventud marciana, que aúlla de felicidad cada vez que su presidenta se presenta en público, y le canta «somos tus soldados para la liberación». En Marte, Chevron, Monsanto, Barrik Gold, Grobo, Telefónica, Wal Mart y etc., etc., son posesiones de los asalariados y socialistas probos.

Menos mal que viven en Marte, porque acá, en Argentina, el país devastado por Cristina les va a quedar a ellos dentro de poco….