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sábado, noviembre 23, 2024

Alucinaciones. El “lumpenproletariado” y lo que fue el Argentinazo

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… apenas son “líneas”, inquietudes, preguntas, que no son definitivas; ni los interrogantes ni lo que parecieran ser las contestaciones a preguntas oblicuamente, tatuadas, manteniéndose implícitas, en la mayoría de las ocasiones, por mi proceder por circunloquios, al sesgo, por circunvalaciones, por alejamientos…

“… (Entrar) en contacto con (el Psicoanálisis), … (acarrea) … sinsabores. (Que se esparza como un chisme que alguien se ocupa) … de esta rama científica, supone (que para ese individuo se malogrará el) … éxito universitario (, desatándose) … contra él (toda la crueldad) que (la sociedad) abriga …” –eso ya no es así de agudo con lo que inauguró el vienés, pero sí lo es y lo continúa siendo, con Karl, quien es rebotado hasta por los leninistas, que creen saberlo de memoria y lo aniquilan con recuerdos encubridores

Sigmund Freud (2008) Obras completas. Tomo II (1905–1915), “Lecciones introductorias al Psicoanálisis”, p. 2125/2126

¿Hasta cuándo “… soportaremos que (abusen de nosotros toda clase de …) alcahuetes del Gobierno: … pensionistas, (militares, jueces,) parásitos (de cualquier blasón), … mientras (fenecemos) de hambre …? (Nosotros somos el Gobierno; … hagamos) que (el mundo) tiemble …”

Anónimo convocando a la lucha en la vieja Albión; principios de siglo XIX

Thompson, E. P. (1989 b) La formación de la clase obrera en Inglaterra. Vol. II, Barcelona: Crítica, p. 37

Es necesario aprender a burlarse “de (nuestros propios) ideales”. Como don Alfonso Quijano “… hemos sidonobles caballeros que (anduvimos) por el mundo prisioneros de un sueño, malinterpretando las cosas más simples, magnificándolas hasta … convertir los lugares comunes en algo noble y raro, y terminando por representar una triste figura”. El amigo de Sancho nos muestra “… lo que … fuimos y en parte, somos aún

Sigmund Freud

Jones, E. (1981 a) Vida y obra de Sigmund Freud. Vol. I, Barcelona: Editorial Anagrama, p. 186

“… Señor nuestro que estás en el Tesoro, sea cual fuere tu nombre, prolongado sea tu poder y hágase tu voluntadDanos (los millones) de cada día y perdónanos nuestras ocasionales (‘coimas’), así como nosotros prometemos no perdonar a (los que quieren revolucionar el mundo). No nos saques de nuestros escaños, mantennos en (el Parlamento), tierra de pensiones y de abundancia, y líbranos del Pueblo…”

William Hone, librero pobre y radical, que fue encausado en 1817 por publicar ese tipo de parodias en forma de oraciones

Epígrafe destilado de Thompson, E. P. (1989 b) La formación de la clase obrera en Inglaterra. Vol. II, Barcelona: Crítica, p. 325

“Ceroidad” –out of time; fuera de los ejes o lo que es/está desencajado

El artículo que quizá se difunda por las piadosas manos de Romina, es un segmento minúsculo de 2012, de uno de los cinco libros publicados en Alemania –http://www.salta21.com/Cinco-obras-impresas-de-Adrian.html–, por lo que no es algo nuevo y llega a destiempo o arriba fuera de lugar o a contratiempo, sin ser extemporáneo, en especial, por las sorprendentes disposiciones de la Presidente Cristina, respecto a los “piquetes”, órdenes que los oficialistas de 6, 7, 8, que son muy inteligentes…, tratan de justificar con volteretas de una dialéctica que no es ni de la Incertidumbre, como la formulé, ni cualquiera que se conozca o se pueda saber (¡ay!…; ¿dónde meterán sus hermosos rostros, personas como la elegante Sandra Russo, cuando sea vea la desolación que dejaron tras de sí, los Kirchner, apelando al populismo de “izquierda”, según Laclau?).

Primeridad –relatoS

El fragmento de lo que se re tipea era parte de una Conferencia de cuatro horas que di en 2012, en la Universidad de Goiás, invitado con todo pago, a raíz de que los especialistas en Heinrich que había allí, ponderaban que, por haber leído mis escritos sobre Levy, mi visión era original en más de un aspecto.

En virtud de que la charla fue extensa, a causa de que tuve que explicitar cómo apreciaba a Karl, al “marxismo”, al leninismo, al sovietismo, a Il’ich, al rusismo, al menchevismo, al Partido, al Estado obrero, a la “διαλεκτική”, al Materialismo, a la refriega entre las clases, al “Materialismo Histórico”, a la Economía, al Materialismo Dialéctico, al socialismo, a la “dictadura ‘del proletariado’”, entre otros asuntos, lo que enuncié en esa Conferencia que ocasionó espanto entre los Jomeini leninistas y los dogmáticos con el turbante de la bandera Roja, se convirtió en un libro que, al ser el producto de una charla que suscitó resistencia, necedad, censura, represión, “crítica” sardónica con risitas de condescendencia, no fue una obra. Fue un libro no obra o un anti libro.

Secundidad (detalles)

En esa Conferencia interminable, en la que hablé sin ser oído, se volvió a cincelar mi teoría de los grupos sociales –http://www.salta21.com/La-hipotesis-de-las-clases-los.html–, la que no repetiré, para zafar un poco de la “compulsión a la reiteración” a la que frecuentemente, me empuja el barbado de Prusia, por el grado de marxdenegación que insiste contra Levy.

Lo novedoso en la hipótesis de los conglomerados sociales que, de acuerdo a lo que alguna vez, mi amigo Julio Quintana me confesó que, sin estar del todo seguro de ello, podría ser uno de mis genuinos aportes al campo del marxismo, espacio al que me niego a que se me remita sin los impostergables matices…, fueron los devaneos en torno al desprestigiado lumpenproletariado.

Tampoco aquí, ahondo demasiado, por lo que lo que sigue, apenas son “líneas”, inquietudes, preguntas, que no son definitivas; ni los interrogantes ni lo que parecieran ser las contestaciones a preguntas oblicuamente, tatuadas, manteniéndose implícitas, en la mayoría de las ocasiones, por mi proceder por circunloquios, al sesgo, por circunvalaciones, por alejamientos, por circunlocuciones, desembragues, etc.

“Terceridad” –atesis (los “axiomas” en el despliegue de una argumentación, no son inevitablemente, la Ceroidad)

Casi apriorísticamente, podría gubiarse que hubo y existieron segmentos del ninguneado lumpenproletariado, al respecto de lo cual la polémica no debiera palpitar por si el educado de Manchester y Karl, los despreciaban, como alegan los anarquistas obtusángulos, sino la forma en que puede usarse la categoría.

Para nosotros, hay una sección del “lumpenproletariado” que es parte del ejército industrial de reserva; o sea, que es mano de obra “no ocupada” y que por consiguiente, es miembro de la clase trabajadora sometida por el capital. Es una subclase de la clase obrera; su “escalón” más bajo, sin caer en lo que enarbola el anti marxista André Gorz.

Otro fragmento del lumpenproletariado es “población inactiva” porque son marginados, pero no llegan a ser, en los términos de la microfísica de los poderes *, carteristas, malandros, “criminales”.

Hay un “lumpenproletariado” que es extremadamente, “vulnerable” y que por eso y por otros motivos, incurre, de acuerdo a lo que estipulan los poderes foucaultianos que se esparcen, en lo que es delito y se torna sospechoso de “atentar” en desventaja con respecto a la sociedad o de acometer “crimen”.

Por último, existe un segmento del lumpenproletariado que son determinadas clases de mendigos, de “parias”, entre otros.

También esos diferentes tipos de lumpenproletariado llegaron a participar, en ciertos momentos, en lo esencial, en los instantes de más empuje y auge, en los cientos de movimientos piqueteros, con sus líderes “naturales”, injertados o no por la plaga, en el giro de Lucrecio, de los Partidos leninistas.

* Por anhelar emerger más pícaro que sus objetores, Foucault adquirió una manía fastidiosa y que era negar descaradamente, lo que era más que claro que estaba investigando. Así procedió con Las palabras y las cosas, “desmadejándola” con La arqueología del saber; ahora repele que haya pesquisado acerca de los modos en que funcionan los poderes, con decir que no lo comprendieron, porque él nunca… ¡se dedicó a eso!, sino a cómo ¡se articulaban los “sujetos”!

Mi propósito no ha sido analizar el fenómeno del poder, ni tampoco elaborar los fundamentos de tal (estudio;) por el contrario, mi objetivo ha sido (labrar) una Historia de los diferentes medios por los cuales los … humanos son (mudados) en sujetos …” –Foucault, P.-M. (2003) El sujeto y el poder, p. 3. En http://www.philosophia.cl/biblioteca/Foucault/El%20sujeto%20y%20el%20poder.pdf.

Es plausible que el amante de Defert, batiera múltiples ejes de investigación pero no puede siquiera hacerse el gracioso, tomarnos el pelo y sostener que “jamás” se ocupó del poder. ¡Es demasiado!

Cuarteridad (el terreno no especulativo de la Historia concreta)

En simultáneo, deseo especificar que en la época de “Pizza y Champagne” de los ‘90 [que fue la Segunda Década Infame de la Argentina… –quizá la “Tercera” lo sea la de los Kirchner (lo ignoro)], estallaron al mismo tiempo Mosconi, Tartagal y Campamento Américo Vespucio, en el Departamento General San Martín de la provincia de Salta, y Cutral–Có, provincia de Neuquén, con una conducción intensa de una sección del “ejército industrial de reserva”, que es miembro de los degollados por el capital, sin que esos no ocupados sean lumpenproletariado y por un fragmento de este mismo “ejército industrial” de retaguardia, que sí era “lumpenproletariado”. En consecuencia, “ninguna” de las dos provincias inventó primero el bloqueo de ruta ni el movimiento piquetero, y al menos, en sus inicios, la clase sometida por el valor que encuentra dificultades para incrementarse, no participó de la gestación de los “piquetes”.

Intertiempo; pausa (“Quinticidad” o clinamen)

Habría que encarar un estudio concienzudo y sin englobar a maestros o profesores, en la idea de “clase obrera” para determinar qué porcentaje de la clase trabajadora y a partir de qué año, se integró y cómo, al proceso de reclamos.

Mi diagnóstico, es que la clase obrera subordinada al “Kapital”, se mantuvo alejada de los piquetes, aunque haya manifestado alguna que otra simpatía. Actualmente, en 2014, es reaccionaria y conservadora con respecto a los piqueteros y en relación con las pocas organizaciones supervivientes de la debacle de 2001.

No me atrevo a emitir opinión alrededor de la participación de los rápidamente, nombrados en calidad de “campesinos”, ni en torno a los pueblos originarios, debido a que caracterizarlos, haría prohibitivo un artículo de ocasión. Lo que podría adelantar, para que no quede lo anterior como una declaración de incapacidad, es que un segmento de los indígenas que se auto incluyeron en los piquetes, son campesinos pobres, que pueden o no ser clase oprimida del campo, a raíz de que pueden ser sector independiente en lo rural, con una economía de subsistencia, con propiedad del suelo o no. Otra fracción de los pueblos originarios, fueron el lumpenproletariado del campo.

A su vez, los campesinos que no son indígenas y que intervinieron en los cortes, son de la misma sustancia que los pueblos originarios que participaron de las organizaciones piqueteras en ciertas provincias.

Sexteridad o diseminación

Retomando el hilo acerca de la “preeminencia” en la invención de los bloqueos, podemos alegar en realidad, eso a favor de San Salvador de Jujuy, provincia de Jujuy, en los años que van desde 1994 a 1998, donde el “Perro” Santillán parecía ser un nuevo Agustín Tosco, René Salamanca, entre otros históricos sindicalistas, y que intuyó que, en cualquier mes, iba a explotar una gran ola, pre revolucionaria para nosotros, y aunque haya habido un trastrocamiento económico planificado desde dentro y fuera del Estado (por eso hubo más de 30 muertos), flujo al que se denominó Argentinazo.

En efecto, el corte de ruta, que interrumpe el proceso de circulación y por lo tanto, el proceso de reproducción del valor déspota, al atascar el transporte de mercancías que albergan plusvalía, es uno de los componentes del Argentinazo. Pero en ese enorme levantamiento, existieron fuerzas “oscuras”; no piquetes y las cacerolas resonando por las calles.

Hubo una subversión económica, pergeñada por los órganos planetarios y supraestructurales del capitalismo, de la estatura del Banco Mundial, el FMI*, etc.
Existió una desobediencia del Partido “Justicialista” acordada con el horizonte de erosionar al Presidente de De la Rúa, para que la fruta madura de la agitación social cayera en manos del presunto narcotraficante y “mafioso”, Duhalde, elegido Poder Ejecutivo para encaminar la crisis de hegemonía y la deblacle** económica, hacia la trampa electoral. Para ello, se aceleraron las elecciones con la masacre, también ideada en las altas esferas, de Puente Pueyrredón –26 de Junio de 2002.

Incluso, en un instante dado del levantamiento “pre revolucionario”, se transmiten por el canal Todo Noticias dos segundos, que no se repitieron jamás en ningún otro medio, ni gráfico ni no impreso…, en los cuales se mira al tambaleante Presidente, en junta con la Comandancia de las Fuerzas Armadas. “Nunca” se supo para qué, pero es de especular que le fueron a solicitar la inmediata renuncia o lo amenazaron con un nuevo Golpe de Estado, para frenar lo que se observaba a manera de inicio, que fue ahogado en su cuna, de una revolución filo socialista [la gente discutía Planes Económicos, si se debía refundar o no la Argentina, si había que “abolir” la actual Constitución y parir otra, si teníamos que seguir con el sistema representativo o era mejor la democracia directa –por eso, los kirchneristas, donde la Presidente Cristina Fernández no es ni Eva Perón ni Rosa de Luxemburgo, asumieron la carga de hacer olvidar el clamor del “¡que se vayan todos!; ¡que no quede ni uno solo!”, por el amor y el retorno a la Política y a los políticos, por el afecto a los Amos, circuncidando, reprimiendo, castrando, olvidando aquella exclamación, la cual era insurgente (en paralelo a Duhalde, los Kirchner vinieron a apagar el fuego y las brazas del “Argentinazo”, evitando una nueva Cuba, para lo que debieron “distribuir” un poco, lo que enojó sobremanera al resto de las constelaciones acomodadas, sin llegar a inteligir, tal cual acaeció con Perón***, que él y ellos eran la garantía más astuta del sistema, para continuar; un gatopardismo puro y a fin de seducir a los giles que son “chuplicantes” del orden burgués en tanto método de producción)].

“Octeridad”; notas –el instante 8 de este modo διαλεκτικός de exposición, pueden ser glosas

* Lo indicado es un ejemplo acerca de cómo lo que se supone que se debiera injertar en el estrato de la “Basis”, es algo que podemos encontrar en la hiperestructura, aun cuando sean esquemas económicos. Esto es, ciertos perfiles de la economía, sea o no planetaria…, pueden ser componentes de la superestructura o ser miembros temporarios de ella.
Por eso, la interacción entre “βάση” y superestructura, no es simple, lineal, chata, sino con infinitos retorcimientos, tal cual lo advertí en numerosas circunstancias.

** El oriundo de Tréveris, delineó tipos de crisis que trascendían lo económico. F. e., habló de “debacles políticas”, de cracks religiosos, entre otros, por lo que no se puede alegar que Marx se entrejuntó a las crisis económicas, desmereciendo otras…, ni decir que, aparte de las debacles de la “base”, no aludió a crisis en el ámbito de lo supraestructural, como lo polemizan Gramsci y Habermas (este último, con mayor inquina que el primero, dado que Antonio carecía de los textos para darse cuenta de sus yerros…).

*** Sin ser gorilas de izquierda, anti peronistas y anti Eva, una rebelión no capitalista, en desventaja del valor autoritario o que se encamine hacia el socialismo, así fuere el que penosamente, aconteció en 1917…, no será viable en Argentina, mientras los sectores populares sigan siendo peronistas, en su mayoría, e integrados a otros Partidos que son “electoralistas” y pro statu quo, confiando en las sirenas del “nacionalismo” con las aristas de un discurso para subsumir y adaptar a los fragmentos no destacados.

“Novenidad” o tesis –los momentos téticos de una Dialektik de la Complejidad, no se secuencian como en una serie de los Números Naturales

Quisiera decir, no sé si para terminar…, aparte del “¡que se vayan todos!; ¡que no quede ni uno solo!”, lo que me duele por la impotencia:

“… Bronca cuando a plena luz del día,
sacan a pasear su hipocresía.
Bronca de la brava, de la mía;
bronca que se puede recitar …


Para el que maneja los piolines
de la marioneta universal;
para el que ha marcado las barajas
y recibe siempre la mejor;
con el as de espada nos domina, y con el
de bastos entra a dar, y dar y dar …
No puedo ver, tanta mentira organizada,
sin responder la voz ronca, ¡de bronca!…,
¡de bronca!.
.. …”

“Decteridad”, colofón o de forma (la tesis puede ser continuada por un “slogan”; tesis que se detiene ahí, sin antítesis)

La Bersuit, en el “Sr. Cobranza”, agregaría
“… ¡ … váyanse todos a la c… de su madre! …” [“Oncenidad” o agregado –https://www.youtube.com/watch?v=rIEG6lMqNf8 (una coda puede estar fuera de sitio, out of place, y con mayor razón, si proviene de una escritura que sigue un ritmo dialéctico diferente que el que se empleó para enunciar, en las disímiles tendencias marxistas o leninistas)]

1 COMENTARIO

  1. Otra arista del populismo kirchnerista. Ciccone
    Es poco o nada elegante, dar la sensación de glosarse uno mismo, en un tono narcisista, pero lo sorprendente y sorpresivo de lo que hizo el Sr. Capdevila en el resonado «Caso Ciccone», en el que parecer estar involucrado el Vice-Presidente, Boudou, vuelve necesario el epílogo a una nota o artículo que se prolonga en sus bordes.

    La crítica al kirchnerismo es porque es un populismo que distrae a los grupos subalternos y a las clases dominadas argentinas, de la impostergable lucha por una rebelión socialista o por la continuación de lo que fue el Argentinazo, en dirección hacia el socialismo.

    No nos oponemos al kirchnerismo por la histeria de la derecha, ni porque puedan ser acusados de corruptos los «k»; es en virtud de que el kirchnerismo es un populismo que frena la pelea por el socialismo. Por supuesto, el apoyo tácito o explícito al kirchnerismo de ciertos segmentos de la clase obrera argentina y de determinados sectores del resto de los miembros de los grupos no privilegiados, da una medida del grado de conciencia política insurgente de la que carecen esos integrantes de los conjuntos no acomodados y de la clase oprimida por el capital argentino. Da también, una proporción de lo que queda para que esa conciencia política rebelde avance y da la escala del fracaso de la izquierda ortodoxa en apurar el paso del populismo peronista y kirchnerista, hacia una conciencia socialista.

    Un apéndice merece la actitud del Sr. Capdevila: por lo que nos dejan entrever, las técnicas de Análisis del Discurso, de la Semiótica, del Psicoanálisis, de cierto marxismo, de la Semántica, entre otros elementos e instrumentos, si el Sr. Capdevilla no pudo ser entrevistado por el oficialista Víctor Hugo Morales y sí pudo ser reporteado por el conservador Nelson Castro, es a causa de que el Sr. Capdevila así lo quiso. Si lo deseó de esa suerte, es porque se sintió amenazado más del lado del kirchnerismo y de sus representantes o voceros, que de la Corpo mediática, que sí existe y que no es una sensación instalada por «6, 7, 8». Pero hasta ahí.

    Insiste algo muy raro y lo del Sr. Capdevila no deja bien parado al Gobierno; sin embargo, no es prudente ir allende los datos inmediatos y entregarse, como lo efectuaron los de «6, 7, 8» y los de la Corpo mediática, a especulaciones que condenen a unos y exoneren a otros, a gusto y placer.

    Lo del Sr. Capdevila es un componente más que refuerza la idea de que el populismo kirchnerista es criticable en virtud de que aleja a la clase obrera y a los grupos subalternos, de la lucha por un socialismo necesario. Y urgente. Y urgente!!!!

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