Sigue la investigación sobre el misterioso fallecimiento del Nobel chileno durante la dictadura de Pinochet.
Especialistas extranjeros continuarán la búsqueda de sustancias tóxicas que pudieran haber causado la muerte al premio Nobel chileno Pablo Neruda que no fueron detectadas en un primer examen, informó el viernes el Servicio Médico Legal.
Un breve comunicado del servicio forense señaló que el juez Mario Carroza, que investiga las causas de muerte del poeta y que acogió recomendaciones de un panel de expertos internacionales, ordenó que se amplíen «los análisis de búsqueda de substancias que no se detectaron en la primera fase».
La ampliación de las pericias se hará en España y otros países que no se especificaron. La nota enfatizó que «se continúa trabajando para determinar la causa exacta de la muerte del poeta».
El panel de expertos informó en noviembre de 2013 que en las investigaciones iniciales no se encontraron agentes químicos relevantes relacionados con el deceso del poeta, de 69 años, que padecía de cáncer de próstata.
En amplios sectores, incluida parte de la familia directa de Neruda, persisten las dudas sobre si el vate murió de cáncer o fue asesinado.
Neruda, un militante comunista, murió 12 días después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 liderado por Augusto Pinochet.
La muerte se registró mientras estaba hospitalizado en la clínica Santa María, un día antes de partir al exilio en México.
El chofer y ayudante de Neruda, Manuel Araya, ha afirmado que mientras él y la esposa del poeta, Matilde Urrutia, se encontraban fuera de la ciudad cumpliendo unos encargos del poeta, éste los llamó por teléfono pidiéndoles que regresaran urgentemente pues se sentía muy mal después que lo inyectaran en el estómago.
Araya sostiene que la inyección le fue aplicada el 23 de septiembre, al parecer, por un falso médico que no ha sido individualizado por el juez Carroza. Neruda murió esa misma noche.
La dictadura (1973-1990) informó que Neruda murió a causa del cáncer. Su certificado de defunción indica que padecía de caquexia, una desnutrición extrema originada en una muy rápida baja de peso, que ocasiona tal debilidad que impide incluso moverse.
El embajador de México en Chile en 1973, Gonzalo Martínez Corbala, afirmó en dos ocasiones a The Associated Press que Neruda nunca presentó síntomas de caquexia y que la última vez que lo vio, el 19 de septiembre, presentaba un peso corporal que bordeaba los 100 kilos.
En la misma clínica fue asesinado en 1982 el expresidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), quien murió contaminado por agentes químicos, según una investigación judicial.
– Arg noticias