De Stravisnky, la versión escuchada es una de las tantas que hizo el autor, luego de su estreno, para ser interpretada en concierto. Corresponde a 1919 y en verdad toma siete de los catorce números originales. Sin embargo alcanzan para mostrar su original audacia, su colorido particular y su ritmo deslumbrante.
Raka, fue la segunda esposa de ese notable músico llamado Juan José Castro. Siguió Ginastera. Llegó la famosa 5ª Sinfonía del genial Beethoven. Gorelik hizo la sinfonía al estilo de Karl Böhm o de Georg Solti en cuanto al “tempo”. Sin apuros, por momentos, tal vez lenta, pero en vez de molestar el goce fue mayor.
Y llegó la pianista auspiciada por la Embajada de Israel en Argentina. Dorel Golan es una personalidad demasiado joven aun. Recibió su master el año pasado. Enfrentó esa obra de arte que es el nº 2 de Rachmaninov que Salta gozó de la mano de la rusa Oxana MIikhailoff-Mackov en 2003 en inolvidable versión.
Esta primera presentación de la orquesta ha cubierto todas las expectativas. Su titular Luis Gorelik preparó medulosamente el concierto y el resultado fue óptimo. La sinfonía de Haydn fue hecha con una plantilla poco más que camerística.
Este fue el cierre de un intenso año de la Escuela de Música de la Universidad Católica de Salta que conduce el mismo Jorge Lhez que de a poco va mostrando el acierto de haberla implementado.
Lo vivido en la noche del miércoles es un ínfimo porcentaje de lo que significa aquella idea, pero para nosotros, los salteños, es un paso más que alguna vez conducirá a que similar intención, brinde la oportunidad para que algunos de sus alumnos lleguen cuando menos a la Orquesta Sinfónica de Salta.
La Orquesta Sinfónica de Salta ha hecho varias veces cada una de estas obras. Las tiene “en dedo” y esta circunstancia ayudó para que la labor del director visitante sea aceptable. Estoy persuadido que el maestro Céspedes las conoce bien, pero en lugar de lucirse, su labor fue algo opaca.
Toda la obra, el ballet, la música y la ambientación, tiene un hilo unificador: el misterio y la poderosa creatividad de la primavera. Este hilo unificador reemplaza la falta de melodías y la carencia de un argumento lo cual no impide que el movimiento coreográfico del ballet, creado por el inmortal Vaslav Nijinsky, brinde una acabada comprensión artística.
La agrupación salteña que dirige Beatriz Fernández de Briones regresó anoche luego de casi 15 días de muy intensa actividad, en las ciudades y lugares programados y anunciados oportunamente para la realización de sus conciertos en esta gira por Argentina, la cual fue declarada de interés provincial por el Gobierno de la Provincia de Salta y su Secretaría de Cultura.
Otra vez un director invitado conduciendo la orquesta sinfónica local, con acierto, con musicalidad, con un excelente trabajo previo, pero con un repertorio tal vez no muy llamativo ante un teatro cubierto a medias por el público. Espero que las autoridades observen este tema.