«Piraí practica el arte como un todo que comprende no sólo las manos, sino el cuerpo, la mente y el espíritu. Cree que una música vital sólo puede existir cuando tiene su origen en la energía que lo circunda, que se transforma en notas musicales a través del ser completo: cuerpo, que hace que la música sea una realidad que se pueda oir; mente, que permite conocer y organizar; y espíritu, que hace que esa música transforme al prójimo». (Fragm. de su biografía, página oficial del músico.)
Salta, jueves 2 de julio de 2015. Teatro de la Fundación. Piraí Vaca (guitarra). Temporada 2015 del Mozarteum Argentino Filial Salta. Obras de Albeniz, Malats, Martín, Prudencio Tárrega, etc.
Hombre afable, humilde, sensible, serio, creativo. Un músico mucho más que interesante. El inicio lo fue con Asturia. Son páginas originales para piano que se transcriben para guitarra y de alguna manera exhiben danzas y tonadas propias del lugar. Luego de otra obra de Albeniz, llegaron los sones del nacionalista Joaquim Malats que escribió varias serenatas cubriendo los sonidos folclóricos de la península y saliéndose del límite de su Cataluña original.
A partir de allí el intérprete ingresó de lleno en obras que lo representan como es. Oriundo de Bolivia, hoy es tal vez uno de los más importantes músicos del vecino país con nombre y reconocimiento internacionales. Su nombre, Piraí, lo es en homenaje al río que así se llama. Su alma es cruceña, y si bien su decir no tiene el rasgo de su país, cuenta con sinceridad su origen y vinculación con el oriente boliviano, selvático y húmedo.
También trae el recuerdo melancólico y valseado de las imágenes del Guadalquivir, el río tarijeño, verdadero símbolo vallisto. De pronto anuncia y emprende con esa sensible página de Ariel Ramírez “Alfonsina y el Mar” tocada como si tuviera el espíritu del maestro revoloteando a su alrededor hasta cerrar con unas maravillosas variaciones de la Jota Aragonesa de Francisco Tárrega.
Piraí Vaca tiene un sonido poco frecuente. Usó emisión artificial dicho sin intención peyorativa buscando tal vez que nadie se pierda ni un sonido de su guitarra y cuando ataca momentos de expresiones percutidas resulta un intérprete eximio. Maneja con exquisita fluidez escalas y modos mediante una digitación casi demoledora. Muestra “feeling” con el cual llega al oyente y a su intimidad y logra así una equilibrada fusión entre los más destacados aspectos de las páginas de su ecléctico repertorio. Es un guitarrista cuya técnica está al servicio de la música lo cual lo distingue sin duda, de muchos colegas.