El contraste se hace sentir, mientras en nuestro país se realizan elecciones para renovar La Cámara Legislativa, en Honduras, país hermano y en pleno proceso de democratización, se debían de realizar en este mismo día una consulta popular para una Constituyente…
Todo terminó en un golpe de Estado perpetrado por sectores de las Fuerzas Armadas en la madrugada de este día domingo. Lo más indignante es la complicidad de algunos legisladores y de la misma Justicia hondureña.
En el país hermano parece haberse socavado el poder Democrático, que no es el Ejecutivo, que no es el Legislativo, o el Judicial o las mismas Fuerzas Armadas. Sencillamente se violó la voluntad y la dignidad del Pueblo Hondureño.
¿Qué ganan estos oscuros del poder con evitar una consulta popular para modificar La Carta Magna?
¿Es que acaso cuesta comprender tanto que el poder debe direccionarse hacia el bien común?
¿Cuál es el provecho que se saca de minar el Estado Republicano constituido legítimamente?
¿Podrán unos pocos adueñarse de La Patria de todos los Pueblos Hondureños?
¡Vamos Honduras, no te quedes, que no te hundan!
Es vergonzoso saber que el Presidente J. M. Zelaya haya sido secuestrado y exiliado involuntariamente a otro país. La OEA, el ALBA, los EEUU, la mayoría de países americanos e incluso europeos se han manifestado firmemente en el apoyo a este y al Sistema Democrático Hondureño, ya desde la semana pasada cuando se vislumbraba el golpe desde el desacato de las Legislatura, la Magistratura y las Fuerzas Armadas.
¿Qué esperar? ¿Qué hacer? Quizás comprender que la voluntad popular es subestimada por personeros oscuros del poder, pero desear firmemente y con apoyo concreto, al menos desde nuestro País, la reacción masiva del Pueblo para tomar lo que le corresponde, lo que se les ha robado: su voluntad y su libertad.
Hoy se podrá decir en nuestro país que La Democracia está de fiesta, porque cada acto eleccionario es una verdadera y auténtica celebración cívica, pero La Democracia también se viste de luto con noticias como la venida desde el país hermano.
No se puede concluir esta nota, porque sencillamente no ha concluido el proceso de estabilización o desestabilización institucional hondureño y ojalá los cañones que apuntan a hundir La Democracia se vuelvan contra los mismos que los usan.
