Desde hace años la educación está en crisis en nuestro país.
En mis 58 años ejerciendo la docencia, he visto la decadencia y la degradación de la enseñanza, la pérdida de nivel docente, el deterioro terrible del salario, que hace a sus necesidades imprescindibles, y la falta de capacitación y de profesionalidad en las ramas primarias y secundarias.
Es un panorama desolador, aunque muchos docentes siguen siendo verdaderos maestros y ocupándose de mejorar y educar adecuadamente, pero la escuela pública ha caído en picada.
Hoy llegamos a la situación de máxima tensión, producto de la incapacidad de los dirigentes y funcionarios, y de la política general y educativa desaprensiva y perversa, en la cual se ve usar recursos públicos en subsidios innecesarios, en proyectos meramente políticos como Futbol para todos, mientras se le niega a los maestros un aumento de $ 500., que al lado de los cientos de millones usados son un vuelto.
Toda esta realidad impacta en el subconsciente del individuo, que ha dedicado su vida y su labor a servir al prójimo, en especial a los niños, y ve como está en un nivel inferior que otros roles de la sociedad.
Para colmo, el Estado se ha encargado de enseñar a desobedecer las sentencias judiciales, en muchas circunstancias, haciéndose costumbre, y hoy le toca padecer en carne propia dicha desobediencia.
Creo que lo más nefasto de esta situación es la desvalorización de las instituciones y el deterioro de la República, de sus bases y sistema que son pilares de la democracia.
– Elías D. Galati (Radio Miami)