La movilización en contra de la violencia de género y el femicidio, tendrá lugar hoy en simultáneo a partir de las 17, en las plazas y espacios públicos de ciudades y pueblos de todo el país. En Salta, la concentración se realizará en plaza 9 de Julio a las 17 hs. Ni una menos, como slogan y llamado, nombró un estado de ánimo colectivo, el rumor social de la preocupación ante cada mujer desaparecida o asesinada.
La convocatoria comenzó luego del crimen de Chiara Páez, en la localidad santafesina de Rufino.
Los ejes centrales del Ni una menos son: la implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres, contemplado en la Ley 26.485. Que se cumpla integralmente, que haya monitoreo y presupuesto; que se garantice el acceso a la Justicia a las víctimas con patrocinio jurídico, que las causas que tramitan en el fuero civil y penal se unan para agilizar el caso; resulta fundamental, además, que existan estadísticas oficiales sobre femicidios. Dentro del Estado debe haber un Registro Oficial único, para diseñar políticas públicas; que se garantice la Educación Sexual Integral en todos los niveles; protección a las víctimas ya que es muy difícil para una mujer que vive una situación de violencia realizar la denuncia y mantenerse a resguardo. Al iniciarse la investigación en contra del golpeador o quien la amenazó, la Justicia tiene que monitorear que se cumplan las medidas que se disponen en el marco de las causas.
Por su parte, la jefa de Estado criticó la “naturalización” de condiciones previas a la violencia que “son cotidianas y festejadas como el piropo, grosero y soez”.
Las voces de todos los argentinos se concentran hoy en contra de los femicidios y la violencia contra las mujeres.
Basta de frases que justifiquen la actitud violenta y que muchos aplauden. Basta de muertes. Basta de golpes. Ni Una menos!
#NiUnaMenos
En total acuerdo con la iniciativa nacida de entre las redes sociales y que de hecho reflejan el sentimiento de la mayoría.
A toda esta cultura machista, tan reprochable como la feminista, cultura transmitida desde antaño por parte de una tradición enferma y mal entendida como lo es el sentimiento de posesión de una persona por otra, la imposición de decisiones mediante el recurso autoritario. La opresión por medio de los recursos económico y la mismas presiones por el lado afectivo, como lo es poner a los hijos de escudos y armas de las luchas entre los dispares padres y que de hecho terminan siendo, también, víctimas de esta guerra sangrienta, injusta y demente entre aquellos que alguna vez se juraron amor, o al menos se ilusionaron con ser felices juntos…
A esta cultura decadente también hay que sumarle la necesaria purga a la influencia que causa y de hecho lo sigue haciendo, la marketingzación de la mujer y del hombre en la sociedad de consumo.
Es increíble el grado de opificación en los modelos de consumidores que proponen las campañas de propagandas para vender más y más cosas y objetos cada vez menos necesarios y en esto es de más claro notar la manipulación que se hace de la dignidad de la mujer a la que se prefiere como gastadora de dinero. Así las personas viven una vida que se les hace vivir desde el marketingneo y estas como ovejitas aceptan la propuesta consumista justamente por tener nublada la razón, el poder de análisis y la crítica. La templanza está débil y por lo tanto faltos de valentía para proponerse en la existencia objetivos y metas más elevadas en el camino de ser felices.
Estamos frente a una manera de alienación en una realidad que exige reflexión, como lo es el estado de inseguridad ante el peligro inminente de violencia más cuando la amenaza se viene de aquellos en quien más confiamos, viene desde aquellos que creemos amar o que nos aman.
La estupidización de las personas hoy en día llega a niveles increíbles ya que las hace incapáz de reaccionar y si se reacciona se lo hace de manera nefasta y por esto mismo (o al menos es una causa más) se llega a situaciones tan irracionales como la violencia de género o la familiar o a la matanza de no natos y cosas por el estilo. Realmente de terror.
Atte Hugo Luis Daher