La etapa de los alegatos en el juicio que se realiza en la capital salteña, por el secuestro y la desaparición del ex gobernador de Salta, Miguel Ragone, cerró el lunes 26, con el pronunciamiento de la defensa de cinco de los acusados, y el proceso pasó a un cuarto intermedio hasta el 4 de octubre.
El defensor oficial Federico Petrina argumentó que la causa por el secuestro y la desaparición de Ragone «no puede ser considerada de lesa humanidad», por lo que solicitó que «se declare la prescripción» respectiva y «se absuelva» a sus asistidos.
Además de pedir la absolución de sus defendidos, el letrado solicitó que, «en forma subsidiaria», la acusación se encuadre como «privación ilegítima de la libertad, en grado de tentativa».
Petrina representa durante el proceso a los acusados Carlos Mulhall, que se desempeñaba como jefe del Ejército en Salta en la época del secuestro de Ragone; al ex jefe de Policía, Miguel Gentil; al ex director de Seguridad de la fuerza, Joaquín Guil; al ex policía Andrés Soraire y a Héctor Zanetto, de la Triple A.
La audiencia, que estaba programada para las 9.30, comenzó cerca del mediodía, cuando Petrina formuló un planteo de nulidad de actuaciones rechazado por el fiscal Horacio Azzolín, las partes querellantes y finalmente por el Tribunal Oral Federal de Salta, que resolvió con un breve cuarto intermedio mediante.
Las demoras en el inicio de la audiencia se debieron a problemas de salud de tres de los siete acusados, que registraron síntomas de hipertensión.
Apenas pasadas las 13, una médica informó a los miembros del tribunal, presidido por Marta Liliana Snopek, que Zanetto presentaba, además de hipertensión, un dolor precordial, por lo que se lo trasladó a un centro asistencial para ser observado clínicamente.
Por ello, la audiencia pasó a un cuarto intermedio y se reanudó pasadas las 16, cuando Petrina y su codefensor, Pablo Louthier, tomaron la palabra para formular sus alegatos, que se extendieron por más de tres horas.
Antes, alegaron los querellantes y el fiscal Horacio Azzolín, quienes coincidieron en acusar a Mulhall, Gentil, Guil y Soraire por los homicidios de Ragone y Santiago Arredes y por la tentativa de homicidio de Margarita Martínez de Leal, por lo que pidieron penas de prisión perpetua.
En tanto, a Zanetto lo acusaron de coacción agravada y las partes solicitaron la pena de diez años de prisión, mientras que para los otros dos imputados en el proceso, los ex policías Pedro y Javier Herrera, solicitaron dos años de prisión efectiva por encubrimiento y favorecimiento de fuga de delincuentes.
Otros que pronunciaron sus alegatos fueron los defensores de los ex policías Herrera, Marcelo Arancibia y Roque López Homes, quienes solicitaron la absolución de sus defendidos o, en su defecto, el principio de inocencia por el beneficio de la duda.
Tras los alegatos de Petrina y Louthier, los miembros del tribunal determinaron pasar a un cuarto intermedio para el próximo 4 de octubre, cuando se formularán las réplicas, tras lo que se determinará la fecha en que se dictará sentencia, que en principio se estima que será el 11 de octubre.
El Tribunal está integrado por los magistrados Snopek, Carlos Jiménez Montilla y Luis Giménez, mientras que el cuarto juez es José Quiroga Uriburu.
Durante este proceso se intenta dilucidar las responsabilidades por el secuestro y la desaparición de Ragone, ocurrida el 11 de marzo de 1976, a metros de su domicilio, cuando se dirigía al hospital San Bernardo, donde trabajaba como médico.
En el juicio, que comenzó el 5 de abril pasado, se expresó que el crimen del ex gobernador de Salta, cometido durante una ola de violencia previa al golpe de Estado de marzo de 1976, tuvo razones netamente políticas.
El proceso judicial servirá además para establecer las responsabilidades por el homicidio de Arredes y las lesiones sufridas por Martínez de Leal, quienes fueron baleados durante el secuestro de Ragone, por ser testigos del hecho.
El octavo imputado en la causa era el ex jefe del tercer cuerpo del Ejército Argentino, Luciano Benjamín Menéndez, pero el 1 de junio pasado fue separado del proceso por razones de salud, ya que en mayo fue intervenido quirúrgicamente por una afección cardíaca.
– Terra
Miguel Ragone
Desaparecido el 11 de marzo de 1976, tenía 55 años.
Era ex-gobernador de Salta cuando fue secuestrado, presuntamente por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) el 11 de marzo de 1976. Permanece desaparecido.
Miguel Ragone nació en San Miguel de Tucumán un 25 de mayo de 1921, hijo de inmigrantes napolitanos y tercero de ocho hermanos.
Con grandes carencias dentro del seno de una familia humilde, Ragone llegó a Salta cuando tenía 12 años e ingresó al Colegio Nacional. Cinco años después egresó como bachiller e ingresó luego a la carrera de abogacía que tiempo después abandonó para dedicarse a la medicina en Capital Federal.
Cuando estaba a punto de finalizar su carrera, con el doble esfuerzo de trabajar y estudiar, junto a su compañero en la especialidad de neurocirugía, Raúl Matera, fue convocado por el ministro de Salud de Juan Domingo Perón, Ramón Carrillo, para que se desempeñara como secretario privado y colaborador del Plan de Salud y luego como director del Hospital Neurosiquiátrico en Salta. Allí comenzó a tomar participación en las determinaciones del peronismo a nivel nacional.
Con la inauguración del Hospital Neurosiquiátrico en Salta, Ragone se transformó en su primer director y tiempo después entró de lleno a la política salteña, integrándose a otros dirigentes políticos de aquel momento como Tomás Ryan y el ex gobernador Carlos Xamena.
A principios de los años 70, Ragone pasó a liderar la Lista Verde con la identificación del «médico del pueblo», calificativo con el que se presentó como candidato a gobernador por el justicialismo salteño el 11 de marzo de 1973.
La fórmula Ragone – Ríos obtuvo en aquella ocasión casi 121.500 votos, poco más del 57 por ciento de los votos del padrón electoral, en un triunfo aplastante sobre las otras fuerzas política de la provincia.
Ese mismo día, tres años después, un 11 de marzo de 1976, cuando la provincia estaba intervenida, Ragone fue secuestrado por un grupo de entre siete y doce hombres jóvenes, fuertemente armados, que se desplazaron por la ciudad sin ser interceptados, cuando salía del almacén de Don Arredes a tres cuadras de su domicilio.
Eran las 8.30 de un día lluvioso. Su cuerpo nunca apareció, convirtiéndose en el único ex gobernador desaparecido de la República Argentina.
El automóvil en el que huyó Ragone de los secuestradores, un Peugeot 504, se encontraron manchas de sangre y un zapato.
Al momento del operativo, el comando militar- policial actuó con metodología de «zona liberada» en las inmediaciones del pasaje Del Milagro y Apolinario Saravia, y recibió el apoyo aéreo de un helicóptero, en todo el tramo que va desde la zona del monumento Gral. Martín Miguel de Güemes hasta el matadero de la localidad de Cerrillos, donde en definitiva se encontró el automóvil.
En Octubre del 2004, se reabrió la causa sobre la desaparición de Regaone y de su investigación se desprende que habría existido una orden superior para realizar el operativo, avalado por el responsable del Tercer Cuerpo, Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi, jefe del Operativo Independencia.
– El ortiba
¿Quién mató a Ragone? Concluyeron los alegatos y pasaron a cuarto intermedio
Miguel Ragone fué, como dice el historial del artículo, un militante de la Resistencia Peronista. Eran los años duros del Movimiento popular (la década del 60) donde pocos se definían peronistas, donde había mucho para perder y casi nada para ganar. Conocí a viejos militantes que me contaban como eran Ragone, Tomás Ryan, el viejo Porcel, el gordo Taibo, Olivio y otros, que sabían que en cualquier momento podían caer en cana y pasarla mal, y sin embargo no cesaban en su lucha por el retorno de Perón.
Hoy cualquiera es peronista, las cosas se invirtieron: ahora hay mucho para ganar y casi nada para perder. Cualquiera se postula y cualquiera puede tener un puesto político bien rentado. Se trata de gritar «¡Viva Cristina»¡ o «¡Viva Urtubey»!, y a cobrar.
¿Quién mató a Ragone? Concluyeron los alegatos y pasaron a cuarto intermedio
Tiene toda la razón del mundo.- En la época de Ragone había que ser un kamikase para vivir.-
Hoy todos son peronistas K, como lo es Uturbey, que de peronista no tiene nada.- Es un oligarca salteño que usa a Cristina para gobernar.-
Es una vergüenza lo que pasó y lo que está pasando en este quiero PAÍS.-