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jueves, marzo 28, 2024

Rolando Pardo con proyectos: “falta una decisión política seria”

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“El cine es el termómetro de la ciudad”, dice seguro. Tiene un gran proyecto: crear una Escuela de arte y oficio. El letargo de los salteños no ayuda, falta una cierta dinámica, una movilidad, una mirada nueva y creadora hacia el futuro pero sobre todo: una inversión.. Rolando Pardo dispara: “la historia de Salta no está registrada”; y manifiesta: “es una vergüenza que no haya memoria, que no tengamos un patrimonio fílmico”.

Rolando Pardo –director-guionista-intérprete y productor- estuvo, hasta agosto del 2007, como Vice-director de la Escuela Internacional de Cine y Televisión en San Antonio de los Baños, Cuba. En los próximos días, el 14 de abril, estará en New York en el Habana Film Festival: “Habana es un nombre que encierra una filosofía que apunta al cine social”- dice Rolando. “Se trata de mostrar las últimas obras latinoamericanas. Se hará un homenaje a Juan Carlos Tabío– quien co-dirigió Fresa y chocolate – y de ahí cruzo el hemisferio para dar charlas sobre el cine documental y de allí a la Universidad de Valencia- no voy a comer paellas- sino a dar charlas”.

Rolando tiene un humor increíble. Cuando habla sobre su trabajo se pone serio. Al lado de su hija Mercedes, me dice mientras charla: “ese hombre parado en la esquina, ¿sabés cuántas historias tendrá para contar?” Su visión permanente sobre una Salta “inncontada aún”, distrae su atención en esos personajes que pueblan la ciudad, tan lejos de miradas comunes, tan acechantes para el ojo de un cineasta. Un hombre encorvado cruza la calle Buenos Aires y Caseros, pantalones con hilachas, olvidado del mundo. Acapara la mirada de Rolando y nos detenemos a observarlo, imaginando quizá, a la par de un comentario, cuántas sensaciones tendrá sobre nosotros: “¿qué ve ese hombre que pasa por allí? ¿Cómo nos ve?”- reclama el cineasta. Escribe por estos días, su próxima película: “Historias de amor en tiempos del cacerolazo”.

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Cuando lo contacté, lo hallé escribiendo, y al término de la charla, con una sonrisa exclama: “mi hija, mi abuela, mi mami y muchos amigos y amigas queridas son parte de mi vida”.

¿Formador de cineastas?

– Jamás. Lo que hice en mi vida fue tratar de hacer cine. Tengo tres largometrajes, 400 publicidades y no sé cuántas campañas políticas. Mi oficio es hacer publicidad de productos, desde un auto, hasta cigarrillos o ropa interior de mujeres. “La redada” es el primer largometraje y luego vino “Cantando bajo la tierra” , el segundo. Resulta que a Bussi, en el año 76, se le ocurrió limpiar la ciudad de Tucumán de vagos, mendigos y prostitutas, con esto se creía tan valiente y heroico, de ahí “La redada” . Se estrena cuando Bussi está de plena campaña política y viene el día del estreno Palito Ortega. Bussi creía que Palito Ortega había pagado la película. Palito no se atrevió a llorar. Estuvo con la señora Ana María Piccio y los dos salieron aterrados. Tomás Eloy Martínez le atribuye parte del éxito de Palito Ortega a la película. Los avivó a los tucumanos.

Bussi se entró a putear con Palito Ortega, fue un grosero, un soez, después nos metieron bombas, mandó gente a cuetearnos, me amenazaron… Claro, los carapintadas no se la bancaron…

Mera Figueroa me ayudó como amigo en muchos aspectos y Daniel Isa, además de ser un productor asociado, sale en la película en un papel de escultor junto a Ulises Dumont.

¿Qué hiciste cuando te amenazaron?

– Imagináte, síndrome de pánico tenía…

¿Tus otros largometrajes?

“Cantando bajo la tierra” es la historia de los músicos del metro de Madrid, es una historia dura y cruenta de los músicos callejeros sobre todo de los inmigrantes. Tuvo varios premios: uno de Documenta Madrid, es el premio más grande en Europa.

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Y el tercero, “Pequeña Habana” , que estuvo en treinta y pico de festivales, tiene 8 premios. Es un Documental de historias de vida. La Biblia, nos habla de todo tipo de problemas físicos, de enfermedades, etc… Pero nunca menciona a los enanos. ¿Acaso los enanos no existen? La referencia sobre la película sería: En pleno corazón del Caribe, un grupo enanos cuenta cómo es su vida. Y al final descubriremos que los
enanos no mueren, que los enanos con el tiempo, desaparecen…

¿Aquí en Salta, están interesados en ver tus películas?

– Aquí no les interesa, a los salteños les gusta la caja y el bombo, pero hay otras cosas… por eso, formar cineastas no, tener una relación con gente que quiere hacer cine, si.

¿Cuánto estuviste como vice director de la escuela Internacional de Cine y Televisión en Cuba?

– Inicié en el año 95 y estuve hasta agosto del año pasado. Cerca de 10 años… Me vine pensando que iba a armar un proyecto audiovisual global. El cine no es un festival, es un proyecto. Vine con ilusiones y aquí te apagan.

He lanzado un par de ideas, presenté un proyecto y espero respuesta…

¿Dónde?

– A las autoridades competentes. No es que tenga que ver con un área de cultura, tiene que ver con muchas, con turismo, con derechos humanos, con el ministerio de educación, con la secretaría de la cultura… Quiero armar una “Escuela de arte y oficio”, que tenga gente preparada, por ejemplo si viene alguien de afuera, armar una publicidad, crear mano de obra…

¿Qué chico de hoy sabe quién fue el Cuchi Leguizamón, un poema de Dávalos, un verso del “barbudo” Castilla o el nombre de los dictadores que tuvimos? El proyecto se insertaría en un plan. Salta tiene que tener una Filmoteca, un Videoteca, un lugar para consultar. Tenemos que traer directores y que se arme una cadena, que venga un director como Luis Puenzo y presente “La historia oficial” y que les pueda explicar a los que concurren, que puedan aprender.

El cine, en EE.UU. es la primera industria. Venden una forma de vida y nosotros perdemos la memoria: no tenemos un patrimonio fílmico de Salta. No hay historia, es una vergüenza.

¿Sabías que Ángel Longarte fue el primero que filmó en Salta? ¿Cómo se construyó la casa de gobierno, cómo eran los coches, que pasó en las carreras de automóviles? No está registrado. Un DVD cuesta $ 1, por un peso tenés, la historia de los que no están pero sigamos con el Chaqueño Palavecino que estamos bárbaro. Y no es que tenga nada en contra de él.

¿Es un problema de mentalidad?

– No, de decisión política. Un país es grande por su memoria. En España gana el PSOE y hacen películas que tiene que ver con eso.

El cine entonces tiene su función…

– Es fundamental el cine, tiene una función artística, social y humana, como el teatro. Tenemos una región privilegiada y no aprovechamos eso.

Este proyecto es latinoamericano. No lo tiene ni Buenos Aires. Buenos Aires se ve el ombligo a sí mismo. Para ellos somos unos negritos. Tenemos que contar nuestra historia. Tenemos escritores buenísimos y actores excelentes.

Creés que tu proyecto necesita dinero y quizá…por eso…

– La cultura es la mejor inversión, que no se ve de un día para el otro. Es un proyecto: la cultura no es gratuita. Hoy vemos la falta de inversión, no hubo inversión. Por ejemplo en educación, pasamos de un modelo a otro, no hay contenidos, no se renovó desde Sarmiento.

El proyecto que tengo es abarcador, no es contenedor, este proyecto debe explotar, generar participación, tenemos que poder contar nuestras cosas; las de la villa, las del club, lo que pasa en un banco, hay miles de historias de la gente. El cine es el termómetro de la ciudad.

No es contener, es abrir el camino.

Hay que contar la historia del lustrabotas, del de la esquina, tener ganas de hacerlo. El proyecto no es de una sola área. ¿Viste el tema de las cárceles? Que la gente cuente lo que tenga que contar.

Es como tener un álbum familiar, es el referente de la vida: lo que pasó a los 30, a los 40, a los 50…

¿Qué les pasa a los salteños?

– Temen trabajar, temen sentarse a pensar, temen decidir y hacer. Todo está en silencio, todo callado, todo funciona como una partitura. Seamos vivos y alegres.

Y hay gente que está dónde no debe…

– Claro…Preguntemos al que sabe, zapatero a su zapato, si querés un buen chaleco de aguayo vamos a ver a alguien del valle.

Esto puede funcionar con varias patas, un trípode con varios pies, en distintas áreas: hacer algo por todos.

El cine es un arte que conjuga todas las artes, es global, hay que aprovechar esto.

Este es un proyecto de años. El cine es un arte como el turismo, no es contaminante, es una industria sin polución. ¿Qué hace un estudiante de una carrera de artes visuales? Jugar a la taba, irse al casino, No hay una política de acompañamiento.

¿Vos qué hiciste?

– Yo huí, era fotógrafo, me presenté en el abril cultural y saqué primero y segundo premios, tenía 17 años.

La veo linda a Salta pero esa belleza que tiene no está acompañada de una cuestión intelectual fuerte, sólida.

El emprendimiento privado no acompaña al Estado y el Estado no acompaña al emprendimiento privado.

Debería haber un lazarillo intelectual.

El salteño tiene una personalidad respetada en cualquier lado del país y nos estamos quedando. Ya no hay una generación de poetas y alguien tiene que tomar esa bandera.

La cultura popular no sólo es el carnaval…

¿Pero viste que el carnaval es de los caporales? No es nuestro…

– Te cuento una anécdota. Cuando estaba Montoya, el intendente, los travestis tenían prohibido salir entonces se disfrazaron y se le treparon arriba y lo tenían a los besos. Los tuvo que aceptar…

Habrán sido Los caballeros de la noche que llevan cuatro décadas ya…

Los caballeros…

Por eso te digo, si no se toma una decisión seria, clara, precisa y madura que lleven a resultados y que tenga objetivos… no pasará nada. Argentina tiene 1000 escuelas de cine y en Salta no hay ninguna.

Es una actividad aislada… hay un grupo de gente que hace cine…cortos…

– Pero es que en realidad es una actividad colectiva, no tiene que ser una actividad aislada.

Y hay múltiples formas…

– Puede ser un documental, un falso documental, un reportaje, es muy abarcador.

La violencia: cómo la explicamos, ¿con charlas? No, tenemos que mostrar películas, esto ayuda a bajar la violencia.

A Iruya no podemos ir con una película de Rusia, tiene que estar el Ministerio de Educación y el de Cultura de por medio. Demandar no sólo desde capital, sino desde Iruya, desde Tartagal, esto es hacer un esfuerzo mayor.

Tienen el mismo derecho de ver cine y TV, pero lamentablemente todo es Tinelli, bailando para el dueño, es patético. Es una ordinariez.

¿Sólo documentales o también escribir guiones, algo ficcional?

– La ficción es un reflejo de la realidad, por algo el dicho: la ficción supera la realidad.

¿Viste la noticia del tipo que baleó a la mujer embarazada? La bala quedó en la manito del bebé. Y se salvaron la madre y su hijo.

Los desmontes…

– Claro. El Pilcomayo desaparece… un millón de personas que viven a la vera del río, catorce etnias y no hay registro, la vegetación que había…

Vamos a esperar que vengan los chinos a mostrarnos la realidad que vivimos…

– Como Policías en acción, nos enseñan cómo actúa la policía de Tartagal, somos pasivos, si lo dice alguien de afuera es válido.

O comentamos que el que es actor es mi vecino y no importa

– Esta es la cultura del “vive a la vuelta de mi casa”.

¿A quién le importa un cantante lírico, que quiere mostrar la ópera, como Oliver, por ejemplo? Y es nuestro.

Lucrecia Martel, es reconocida a nivel nacional y es salteña

– A nivel nacional e internacional. Gracias a Lucrecia Martel se conoce más Salta que por otros artistas. Por algo tiene un valor el cine que hace y su trabajo.

El cine tiene un trayecto. Primero los festivales, luego el estreno, luego la TV. A mi segunda película la vieron dos millones en España, la presentó Gabriel García Márquez, tenía una co-producción española. El circuito televisivo es impresionante. Cuando presentás una película, con suerte te ven 50 mil espectadores y prendiendo velas, la metés en TV y la ven millones. Tenemos que hacer un programa de salteños y sacarlo afuera.

¿Cómo es en Cuba?

– En Cuba hay una política cinematográfica pero en estos momentos es difícil seguir adelante con una forma profunda. Pero lo tienen claro, la tecnología abarata los costos, mi película costó 210 mil euros y pasarla del digital a celuloide costó 40 mil euros. Ahora todo es digitalizado, no se necesita el celuloide.

Rolando Pardo , 52 años, asiente cuando le pregunto si escribe. Prepara Historias de amor en tiempos del cacerolazo. Próximo a viajar para dar charlas, del otro lado del mundo, espera que su proyecto germine. Salta, quizá, esté al borde de un cambio.

Más datos sobre el cineasta salteño

Director: Cantando bajo la tierra (2004) , Ala de colibrí (corto – 1996) , La redada (1991) , Pequeña Habana (2007).

Guionista: Cantando bajo la tierra , Ala de colibrí (corto ) , – La redada .

Intérprete: La redada

Producción: Lo viejo y lo nuevo (2006)

La redada (documental) se estrenó el 29 de agosto de 1991, bajo la dirección de Rolando Pardo. Guión: Leopoldo “Teuco” Castilla y Rolando Pardo, según el cuento de Leopoldo “Teuco” Castilla.

Intérpretes: 35, entre los que mencionamos a Ulises Dumont, Gianni Lunadei, Litto Nebbia, Cuchi Leguizamón, Daniel Isa, Rolando Pardo, Miro Barraza, Delia Vargas.

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Cantando bajo la tierra (2004-Cuba) trata sobre la historia de Chema, un músico silbador que toca en el metro, comienza a buscar a su viejo amigo cubano el cantante de boleros Boby del Palmar, por todas las estaciones del metro de Madrid. Así, conocemos la vida de los músicos del metro, de una cantidad de inmigrantes de Europa y África, pero fundamentalmente de Latinoamérica. Esta producción hispano-argentina, dirigida por Rolando Pardo, obtuvo una Mención Especial bajo la categoría Certamen Madrileño de Creación Documental en Documenta Madrid 05.

Pequeña Habana (2007) , documental dedicado al Circo de Lilliput, en palabras del propio realizador, está hecho con “pasión y ternura”. Fue el ganador de una mención honorífica en el Festival de Cine Documental Extrema’doc 07, realizado en Extremadura, España.

Ha recibido, además, entre otros premios, la Mención Honrosa en el Festival Latinoamericano de Cinema e Video; y premio al Mejor documental en el Festival Cinémas d’Espagne et d’Amérique Latine de Bruxelles.

Foto de portada: El cineasta salteño, R. Pardo, junto a Emir Kusturica, director de cine y músico bosnio, nacido en Sarajevo.

Foto 1: Rolando Pardo junto a Ralph Fiennes y Stehen Frears. Uno, el actor de El paciente inglés y de tantas otras películas; el otro, el director de cientos de films ingleses. Al fondo (con gorrito), el director García Espinosa.

Foto 2: un enano de la Pequeña Habana.

1 COMENTARIO

  1. Rolando Pardo con proyectos: “falta una decisión política seria”
    Gracias Romina por acordate de Rolando Pardo. Lo necesitamos, NECESITAMOS su persona y su talento EN sALTA. Y como lo necesitamos….Saludos a Rolando. Sandra Rodriguez Echazu.

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