El clima estaba caldeado y no sólo por los 41 grados del seco calor jujeño. El vuelo de Aerolíneas Argentina del domingo al mediodía, que unía la capital provincial con Buenos Aires, estuvo rodeado de controversia y los pasajeros se rebelaron frente a lo que percibieron como un abuso.
– Por Martín Bidegaray
Antes de embarcar, la empresa estatal le indicó a los pasajeros que la aeronave llevaba «demasiado peso». Eso implicaba una escala técnica (que no estaba prevista) en Córdoba. Primer fastidio para los viajantes. Una vez que todos se acomodaron en sus asientos, sudorosos porque el aire acondicionado no funcionaba, la tripulación intimó a los pasajeros: cinco de ellos tenían que bajarse y quedarse en Jujuy o el avión no despegaba. Sobrevino la primera discusión fuerte, que se subsanó cuando media decena de personas aceptó prolongar su estadía en San Salvador de Jujuy.
Un grupo de economistas y académicos que había acudido al coloquio de la liberal Liberty Fund en Purmamarca se puso nervioso. Había profesores de la Universidad de Florida, del Cato Institute (con sede en Washington) y de otros centros educativos que, si arribaban tarde a Buenos Aires, temían perder las conexiones con los vuelos que los devolvían a su países de origen.
El malhumor se generalizó con la parada en Córdoba. Allí, los pasajeros que viajaban en las primeras filas comenzaron a protestar por el ingreso de nuevos viajantes.
«Todo lo de la escala técnica nos resultó increíble. Fue una excusa para que subieran cinco personas, que creemos eran políticos», narró a Clarín el profesor Guillermo Lousteau Heguy. «Los pasajeros se fueron al frente de la nave para impedir el abordo de los colados.
La gente estaba furiosa. Y pudieron: los colados se vieron forzados a bajar y el avión despegó rumbo a Buenos Aires sin ellos», escribió Juan Carlos Hidalgo en el blog del Cato Institute. Martín Krause (ex rector de Eseade) y Horacio Spector, vicerrector de la Universidad Di Tella también estaban allí «Lo importante es que nos unimos para protestar y logramos lo que queríamos», agregó Lousteau Heguy. El vuelo aterrizó en Aeroparque cerca de las siete y media de la tarde, dos horas y media después de lo previsto.
En Aerolíneas ratificaron casi todo lo narrado por los pasajeros. «Iban a subir a dos auxiliares. Pero la gente venía enojada desde Jujuy y no se pudo. El domingo, esa ruta venía con mayor ocupación que lo usual y por eso hubo que realizar todos los cambios», explicaron.
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