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martes, marzo 19, 2024

Teatro del desencanto en dos obras salteñas

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Ninfa, de corte experimental, estrenada el 3 de marzo por el grupo Kurlis Garlan recuerda a esa suerte de nihilismo en la que el hombre es un puente, la producción de un movimiento circular que no conduce a ninguna meta más que a la superación por la superación misma. Globo, estrenada en la misma sala el 4 por el Grupo Santa Rita de Rosario de Lerma, produce ese aire de frivolidad ante la muerte pero deja una luz de esperanza hacia el sentimiento del amor. Aquí, un breve comentario crítico y reflexivo del teatro que se ve en Salta apenas inicia el año, una manera de pintar la humanidad presa de falta de valores. El próximo fin de semana, los salteños podrán asistir a ambas obras en la Sala Mecano de Casa de la Cultura y sacar sus propias conclusiones

Estaba figurada la hermosa / Eurídice, en el blanco pie mordida
de la pequeña sierpe ponzoñosa, / entre la hierba y flores escondida;
descolorida estaba como rosa / que ha sido fuera de sazón cogida,
y el ánima –los ojos ya volviendo– / de la hermosa carne despidiendo.
Gracilaso de la Vega: Salen a bordar las ninfas (Égloga)

En el espectáculo Ninfa, versión de Gustavo Dasso (actor bonaerense radicado en Salta) y de Fito Gauna, participan también como actores y los acompañan en breve intervención: Carolina Beltrán, Juan Carlos Sarapura, Fernanda Aparicio y Germán Tolaba, estos últimos cuatro actores, producen el contacto con el público como si fueran los que brotan de la tierra para generar una metamorfosis imposible.
Una obra que en texto tiene mucho de explícito, aunque juega con la creatividad y lo lúdico. Despierta curiosidad por algunas formas de representación caótica tal y como se presagia en el libro que aparece en el sueño de un narrador en off que va hasta los orígenes del mundo. Este libro, Las flores del mal (1857) pertenece a un autor del simbolismo francés y que fue proclamado Decadente por sus contemporáneos. La obra de Charles Baudelaire refleja una visión pesimista de la vida y de la felicidad, tal como Ninfa, propuesta en cinco módulos de 7 minutos (la noticia, la llamada, el sueño, la carta, un juego) en los que el espectador está a bordo de un viaje, creo, a la imaginación o a la intra subjetividad.
En un momento, se les pide a los espectadores taparse los ojos, quizá tenga que ver con el mito de Dafnis que al romper el voto de fidelidad a la ninfa Pimplea queda ciego para enfrentar la lucha contra su enemigo.
En forma permanente se escucha el ruido del agua, quizá recuerda a las Náyades, ninfas de fuentes y de agua fresca que se representan como divinidades menores pero son mujeres hermosas y bellas. Quizá, los actores protagónicos, también autores, han querido simbolizar que la vida es fábula, en un sentido nihilista y el nombre Ninfa, les ha caído bien para emparentar el pasado mítico con la realidad dolorosa. Una suerte de juego para el espectador que lejos de ver teatro convencional, compra un boleto con destino a su propio vuelo. Lo antes dicho, es meramente una hipótesis puesto que en este teatro todo convencionalismo es decadente y todo intento de sentido es una idea es sólo eso.
Lo cierto es que hay demasiada voz en off y falta agudización de sentidos como proponen para su teatro, todo está en la imagen (pantalla y aparición de personajes) y no hay acento en la actuación que queda librada a la potencialidad pero sostiene un discurso que amenaza a la libertad en todo aspecto y conduce al caos. La obra fragmentaria, no recupera un sentido abarcador y totalizador, pero al menos, mueve esa búsqueda, va hacia lo experimental.
Globo de Alberto Rojas Apel, es la culminación de un trabajo de tesis abordado por Cecilia Sanmillán, ganadora de una beca en la que recibió asistencia y capacitación de Gladis Motes (Tucumán). Se trata de un monólogo actuado por Cristian Villarreal quien hace cuatro personajes de los que el único que fue logrado es el de Pancho. Un texto que propone una reflexión acerca de la simpleza de las cosas, de la relación con los hijos, ya que un niño puede morir por un deseo que pudo haberse resuelto fácilmente. En este caso, la pérdida de un globo en un shopping desencadena el drama y la tragedia, cada personaje ( Astronauta, Eloy, Fran, Pancho) se relaciona con el globo de formas distintas. El alma del niño parece haber quedado presa en el globo, que finalmente escapa hacia las alturas. En este sentido, la obra acentúa el carácter del objeto por sobre el sujeto y por ello pienso que los valores han caído en forma proporcional a la ascensión del globo. El globo pasa a ser el protagonista de la obra como un objeto de consumo, tan aparentemente ingenuo, que no se puede creer que pueda desatar una tragedia.
Santa Rita con la obra Globo con dirección de Sanmillán, se presentará en la muestra breve, en la fiesta provincial y recorrerá el interior con giras permanentes. El grupo surgió hace nueve años y lleva un intenso trabajo en la provincia. Recordemos una de sus últimas presentaciones: Cocinando con Elisa en la que la directora participa como actriz protagónica y sostiene muy bien120 minutos arriba del escenario.
Dos obras con propuestas distintas que se destinan a espectadores distintos pero que pueden aunar la conciencia en una forma de pensamiento: la crisis de valores es total, quizá ya no debamos confiar en la razón sino en los sentimientos.

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