La Solicitada de la UNSa. fue y es una farsa

En entrevista exclusiva Salta 21 dialoga con Adrián López, uno de los pocos doctores en Historia de la provincia y uno de los profesores que con más insistencia explicitó la grave situación de acoso que se vive en la Universidad Nacional de Salta.

Las declaraciones de López fueron motivo desde mediados de noviembre a la fecha, para que la Alta Casa de Estudios, estuviera bajo la lupa de la asombrada sociedad salteña, luego de una Solicitada publicada el 6 de diciembre pasado en el diario grande.

Si bien, Adrián, vos te referiste en varias intervenciones que se difundieron por Salta 21 , acerca del tema, insisto en esto: ¿qué te pareció la Resolución del Consejo Superior N° 576/09, que luego se publicó como Solicitada? ¿Qué opinás de la actitud de la “comunidad universitaria” – como a ellos les gusta identificarse- y en especial, de la conducta de la Sra. Rectora?

– Perdoná que te conteste con otra pregunta, pero… ¿te referís a la mala predisposición hacia los medios que quisieron hablar con distintos referentes de la academia, o a la injerencia de la Sra. Rectora en una decisión que adoptó el Superior?

En tal caso, referínos a los dos asuntos…

– Prefiero aludir a la actitud para con los medios y a la conducta de la “comunidad universitaria”. Se hizo mucho “ruido” con la cuestión vinculada a la Dra. Justiniano y además de no haberse solidarizado conmigo nunca en mis constantes denuncias contra la institución (se burla de mi doctorado…), imagino que sacó ventaja de una situación particular para que su caso (que no es de los más terribles –y no aludo sólo al mío), trascendiera más que otros innumerables. Sin embargo y como fuere, el medio que intervino, al que no lo mencionaré directamente para no hacerle propaganda, “destapó la olla”, como quien dice y es lo que a la postre, interesa. En parte, eso movilizó a los gremios, que tuvieron que salir a hacer como que siempre anduvieron en el asunto, cuando eso no es verdad porque ni se calentaron en defender a afiliados docentes como yo o a personal de apoyo (los administrativos), sino hasta hace muy, muy poco.

Realizada la aclaración, vamos a lo pendiente. En lo que respecta a la “comunidad universitaria”, Lacan establece indubitablemente, que se comportan en tanto “jauría”. Fijate que no tardaron las notas anónimas o las firmadas (como las del Prof. Raúl Seggiario, esposo de la ex Decana de Humanidades, Lic. Buliubasich –una de las que están involucradas en mobbing hacia mí), en furiosa y enconada defensa de la “virginal” y “santa” Universidad, así, con “U” mayúscula. Muchos “colegas” de mi Facultad, evalúan que soy un maldito desgraciado que es responsable que, con mis boconeadas, algunos se aprovecharan de la situación y estallara el polvorín. Otros agregan que ataco y denigro a la institución donde me desempeño y que si es que tan descontento me hallo, pues, que me debiera ir.

Todos esos “argumentos”, como la autista Resolución H N° 1888/09 del Directivo de Humanidades, muestran a una universidad incapaz de auto crítica e inepta para procurar cambiar aquello que enferma a las personas que trabajan ahí o que incluso, las conducen al suicidio, tal cual creo que fue el ejemplo del Prof. Bellavilla, muerto en noviembre de 2008.
En lo que se vincula con la actitud lamentable de no desear atender a los medios, de lo que hizo públicamente gala la Sra. Rectora, ni de ejercer el derecho a réplica (una Solicitada no es eso…), me cabe expresar que es un indicio del grado en que la democracia no funciona en la institución.

Pasemos a tu situación actual. Entiendo que estás de licencia…

– Primero estuve de licencia durante un año y un mes aproximadamente, por el severo accidente en mi mano derecha, que me dejó un 17 % de incapacidad permanente. Ahora sigo de licencia, pero por motivos psicológicos, ocasionados por el clima de hostigamiento.

Respecto a la primera licencia, las tres máximas autoridades de la Facultad, separadas y juntas la Sra. Decana, Esp. Flor de M. Rionda; la Sra. Vice-Decana o el poder detrás del poder, Mgr. María Ángela Aguilar, pareja o ex esposa del Mgr. Bianchetti, quien me insultara el día 10 de febrero; la Sra. Secretaria Académica, Prof. Lucía Fernández, una de las que pidió “democráticamente”, que se me impidiera concursar en 2005 por “falta de rectitud”, se dedicaron con ahínco a jorobar por mi licencia, forzando situaciones para que desembocaran en sumarios y/o en sanciones, que anularan la licencia y entonces, sustanciar el concurso del cargo que ejerzo y dejarme en la calle.

Meses antes que ingrese a largo tratamiento, me envían al Ragone, con la vana esperanza que de allí, salga un Dictamen que justifique una Junta Médica. Como no ocurre lo ansiado, tratan de “sobornar” a un profesional del nosocomio, cuyas iniciales son CA (seguro que de esto se arma otro sumario; ojalá, así esa persona puede comparecer a declarar…). Desde hace meses que me quieren calificar de insano o incluso, jubilarme, para sacarme de en medio.

Mirá, hace unos días, tuve que presentar la Nota N° 5421 porque al gozar de licencia (realmente, la disfruto), no puedo viajar a ningún lado. Estaba invitado a Chile, pero no iré. El tema es que llegaron a hablar por teléfono a la casa de mi madre, fingiendo que la co progenitora de mis hijitos, no podía ubicarme; preguntaron si estaba de viaje. Una persona de confianza había efectuado unos trámites en mi lugar y creyeron eso; caí en cama porque me dio de nuevo el síndrome vertiginoso agudo. Es decir; por todo joden y molestan y siempre piensan lo mejor para tratar de reventarme.

Para ir cerrando, no me contestaste qué te parece la Resolución del Consejo Superior 576/09, que se difundió como Solicitada.

– Habría que leerla invirtiendo todo o casi todo lo que enuncia. Id est, que no se respetan los derechos gremiales, ni los DDHH, ni la libertad de expresión, ni la libertad de cátedra, ni la independencia de los organismos colegiados; que no se procede de acuerdo a derecho; etc., etc. De lo contrario, yo no me habría visto en la situación de ser sumariado por el “delito de opinión”, ni habría llegado al Sexto reclamo administrativo previo a demanda judicial, por silencio, es decir, porque no se les da la regalada gana de responder a mis escritos. Si fuera como alucinan, no habría casos de mobbing, que no son presuntos, sino lastimosamente reales.

Esa bendita Solicitada fue y es una “farsa”; es una denegación, en el más patético sentido clínico, que demuestra por su insistencia en rechazar lo que es genuino, lo opuesto de lo que niega histéricamente. La resolución es la otra cara de la universidad, su costado “limpio”; la faz oculta, su semblante negro, es verdaderamente espantoso. Como en Dorian Gray.