Un sábado diferente: 10 de julio, luego de los festejos por la independencia, el país vivió otra fiesta.
¡Es histórico! ¡La selección argentina se coronó campeona de la Copa América 2021! Con un dato que agiganta su logro: consiguió el título ante Brasil y en el mítico estadio Maracaná. Ni más ni menos.
El gol lo hizo Di María. Aunque en realidad fue un golazo. Porque a los 21 De Paul metió un pelotazo largo desde 50 metros para que el Fideo le gane a Lodi, la domine por la derecha y se la pique a Ederson.
El desahogo es generalizado. Los festejos se multiplican y viajan de Río de Janeiro a todo el territorio nacional. Porque la emoción de Lionel Messi contagia. Porque al fin se dio el gran gusto. A los 34 años, en lo que quizás haya sido su última oportunidad, concretó el gran sueño de conquistar su primer campeonato con el conjunto albiceleste.
Al mismo tiempo, esta proeza le pone punto final a una racha adversa que llevaba 28 años sin conquistas en la selección mayor, desde la lejana Copa América de Ecuador 1993.
A diferencia de otros encuentros, la Argentina salió más cauta. Sin ahogar a su rival. Por el contrario, Brasil sí presionó bien arriba. Incluso, con tres hombres en la puerta del área, ante un sque de arco de Martínez.
Cuando apenas se jugaban dos minutos, Fred recibió la primera tarjeta amarilla por una fuerte entrada sobre Montiel, en una jugada intrascendente por la derecha de la defensa albiceleste.
El campo de juego no se vio bien. Lejos de trasladarse, la pelota iba a los saltitos de un jugador al otro.
Bien atento, Brasil buscó cortar los circuitos con Messi.
El partido se trasladó al mediocampo, donde unos y otros se repartieron la posesión. Rodeado por cuatro futbolistas, Messi intentó a los 7 pero la perdió.
Suelto, antes de los 10 minutos Neymar ya había metido un sombrero (sobre Lo Celso) y un taco que terminó siendo largo. A la vez, en otra acción quiso ingresar al área en velocidad, pero en lo que pareció un problema con el campo de juego, se tropezó con el balón y malogró la chance.
Se dio un primer cuarto de hora muy friccionado. Con la posesión muy interrumpida y sin ninguno de los dos pudiendo hacerse dueño de las acciones.
A los 13, un fuerte cruce de Otamendi sobre Paquetá cortó un ataque muy peligroso para el local, que ya había tenido una, luego de que Neymar ganara en el área albiceleste.
Entre el pésimo estado del campo de juego y el abuso del juego brusco de ambos, la final se convirtió en un partido de club de barrio. Sucio, mal jugado y desprolijo.
En ese contexto, a Brasil se lo vio más cerca del área rival que la Argentina. Pero sin inquietar a Martínez.
Cuando Brasil aceleró, la Argentina cometió dos errores. Primer Acuña y más tarde Lo Celso. En ambos casos sin riesgo para Dibu Martínez.
La presencia de Di María desde el inicio fue toda una sorpresa. Y al menos en los primeros 20 minutos no se vio al Fideo desequilibrante que se había destacado en los partidos anteriores, donde había ingresado como recambio en el complemento. Pero en la primera clara que tuvo, a los 21, la envió al fondo de la red.
Los minutos posteriores al gol fueron intensos. Porque la Argentina, a diferencia de otros partidos, no se replegó y siguió atacando, aprovechando el desorden brasileño. De hecho, Di María tuvo espacio para sacar un fuerte remate de afuera del área, que se desvió en la defensa.
A Brasil le costó reaccionar, pero cuando lo hizo fue con todo. Primero casi le roban la pelota a Dibu. Y más tarde, a los 33, un ataque de Neymar fue interrumpido con una fuerte infracción de Paredes, por la que fue amonestado. El tiro libre, unos seis metros detrás del área, dio en la barrera.
Jugado en ataque, el equipo verdemarelo comenzó a descuidarse en defensa.
Y a los 36 minutos se dio una jugada que preocupó al equipo argentino. Porque Di María quiso dominar por la derecha y cayó tendido. Con muchísimo dolor, tomándose el tobillo izquierdo. Luego de ser atendido, pudo regresar a la cancha.
El cierre del primer tiempo llegó con el dominio local, buscando la igualdad con centros. Se jugó tan lejos de las áreas que recién a los 43 minutos llegó el primer tiro de esquina del partido.
Segundo tiempo
El inicio del complemento comenzó con la lógica presión brasileña, que quiso buscar la igualdad lo antes posible.
Sin apurarse, la Argentina estuvo atenta en su última línea, y apostó a encontrar a Messi más suelto para intentar ampliar la ventaja.
Hubo errores, claro. Porque los nervios también comenzaron a jugar. Pero Brasil tampoco supo aprovecharlos.
Una fuerte entrada de lo Celso sobre Neymar en el mediocampo derivó en la amonestación del exCentral.
A los 7 Brasil llegó el gol. Aunque no valió. Un error de Romero derivó en el tanto de Richarlison. Pero en el comienzo de la jugada estaba en posición adelantada y el 1 a 1 fue invalidado.
Las alarmas siguienron activadas. Porque ante una muy mal parada la defensa argentina, Richarlison apareció solo por la derecha del área. Su fierte derechazo fue controlado con esfuerzo por Martínez, para tranquilidad albiceleste.
El partido se hizo dramático. Porque dio la sensación de que Brasil llegaba al área albiceleste cuando se lo propusiese.
El conjunto verdeamarelo comenzó a encontrar sociedades. Con el peligroso Richarlison por derecha. Con Paquetá. Con Marquinhos. Con Thiago Silva. Y Con Neymar.
La Argentina, muy metida, aguantó como pudo. Con uñas y dientes, defendió la ventaja. Con voluntad para anotar el segundo e intentar sellar el resultado, pero bien atento para que Brasil no se le venga.
A los 22 hubo una buena jugada por derecha, con Di María y Messi. Pero el remate de Guido Rodríguez se fue muy desviado.
Hubo una tercera acción consecutiva. Pero Neymar exageró una supuesta infracción y el árbitro no compró.
Brasil siguió dominando las acciones. Buscando el hueco que le permita llegar con peligro a Martínez. Neymar comenzó a encontrar espacios y eso preocupó al conjunto de Scaloni. Tité notó eso y mandó al campo de juego a Gabigol y a Emerson para poblar el área.
Los últimos 15 minutos fueron dramáticos. Porque Brasil se fue con todo a empatarlo y Argentina no sabía como salir.
A los 35, una dura entrada de Otamendi sobre Neymar fue la mecha que activó una serie de empujones de varios de los protagonistas, Aunque todo se tranquilizó rápido.
Dos minutos más tarde lo tuvo Gabigol por la izquierda, pero el remate fue cortado por lo justo por Pezzella.
A los 42 Gabigol tuvo el empate. Pero su fuerte remate fue desviado por Dibu Martínez, con una volada espectacular.
Un minuto más tarde, Messi se asoció con De Paul. La Pulga quedó cara a cara con Ederson. Era el 2 a 0. Era la gran definición de la Copa. El broche de oro. Pero Messi pisó mal y la malogró.
El final fue desprolijo, dramático, electrizante. Hasta que el pitazo final lo sentenció: ¡Argentina campeón de América! ¡Lionel Messi campeón!
– La Nación