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domingo, diciembre 22, 2024

El sueño del BID: construir ciudades a pedales, por eso invierte en Salta con las bicisendas

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Cada vez somos más los que nos desplazamos en bicicleta para recorridos que previamente hacíamos en vehículos motorizados. Las restricciones sanitarias de la pandemia fueron, en muchos casos, el principal incentivo para que descubriéramos los beneficios de este vehículo. Ahora, el aumento en el precio de los combustibles como resultado de la guerra en Ucrania, hace que el transporte ciclista se esté consolidando como la mejor alternativa para moverse en la ciudad de forma económica y saludable. Aunque no es una opción válida para todo el mundo, bien por limitaciones físicas, de salud, edad, u otros factores, el hábito del ciclismo urbano puede que haya venido para quedarse.

En 2018, la Organización de Naciones Unidas (ONU), decretó el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta para fomentar su uso como medio de transporte sostenible. Con motivo de esta efeméride, en este blog abordamos la importancia de contar con una infraestructura adecuada que facilite el desplazamiento en bicicleta en las ciudades y, la manera en la que el Grupo BID apoya el desarrollo de un urbanismo amigable con el ciclista en las ciudades de América Latina y el Caribe (ALC).

La relevancia de ciclovías seguras para nuestras ciudades

Los ciclistas, junto con los peatones, son unos de los colectivos viales más vulnerables debido a que, en caso de colisión, tienen mayores riesgos de sufrir lesiones. Las ciclovías, también conocidas como carriles bici, bicisendas, ciclorrutas, vías ciclistas, o ciclopista​s, son el tipo de infraestructura más adecuada para facilitar los desplazamientos en bicicleta.  Aunque tienen distintas características y conectan un sinnúmero de lugares, en las áreas urbanas se caracterizan por ser un carril exclusivo de la vía pública señalizado apropiadamente para el tránsito ciclista.

Este tipo de vías ofrecen al menos tres beneficios para el ciclista:

  • Seguridad: el carril bici es un espacio seguro para circular por la ciudad minimizando el riesgo de tener un accidente. En muchas ocasiones, permite al ciclista circular más relajado y concentrado en su desplazamiento, en vez de tener que sortear peligros reales o potenciales
  • Ahorro: el contar con un espacio para el libre tránsito favorece abandonar la circulación en vehículo motorizado, reduciendo el presupuesto en transporte
  • Mayor fluidez: El carril bici permite que puedan circular simultáneamente una mayor cantidad de ciclistas que en las calles reservadas a vehículos automóviles, por lo que la bicicleta se convierte en un transporte rápido y fluido

Así mismo, las ciclovías aportan un conjunto de beneficios para la ciudad y el barrio donde se emplazan:

  • Disminuyen los atascos de vehículos a motor
  • Descongestionan las zonas de estacionamento para vehículos
  • Aumenta el consumo de proximidad, favoreciendo a pequeños y medianos comerciantes del barrio, y la creación de empleos
  • Reducen la emisión de gases contaminantes como dióxido de azufre (SO2), dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO) y óxido de nitrógeno (NOx)

Dado que uno de los principales retos a nivel global es reducir el incremento de la temperatura del planeta producido por gases de efecto invernadero, las ciclovías y el transporte en bicicleta son un aliado para hacer que nuestras ciudades se conviertan en espacios más sostenibles y saludables.  

Las ciclovías construyen ciudades más sostenibles y saludables

Según un estudio de Greenpeace, la movilidad urbana genera cerca del 10% del total de emisiones de gases de efecto invernadero, de los cuales, el autotransporte motorizado es uno de sus principales causantes. Reducir las emisiones de gases nocivos producidos por este tipo de autotransporte es probablemente la manera más directa que tenemos los ciudadanos para contribuir a solucionar la crisis climática. Desplazarnos en transporte público, caminar en vez de manejar en trayectos cortos, y particularmente utilizar la bicicleta, son una excelente manera de construir ciudades más sostenibles.

Un reciente estudio en Gran Bretaña ha concluido que, si la bicicleta (en su modalidad eléctrica) se utilizara para sustituir al autotransporte motorizado, se podrían ahorrar individualmente 0,7 toneladas de CO2 al año. Esto equivale a la mitad de los gases nocivos que emiten los automóviles actualmente por persona. Otro estudio demuestra que, si uno de cada cuatro residentes en Europa escogiera la bicicleta para moverse a diario por la ciudad, se evitarían alrededor de 10.000 muertes prematuras al año por contaminación. Es increíble, pero la contaminación del aire de nuestras ciudades está reduciendo la esperanza de vida global en un promedio de 1,8 años por persona. ¡Esto la convierte en la principal causa de muerte en el mundo!. Por lo tanto, contar con una red adecuada de ciclovías, especialmente en los barrios de nuestras ciudades, reduciría sustancialmente no sólo la contaminación, sino que además tendría un impacto en la salud de sus habitantes, además de otros increíbles beneficios.  

El compromiso del Grupo BID con la infraestructura ciclista

En ALC, la cultura de la bicicleta sigue evolucionando a medida que las autoridades locales hacen un esfuerzo para mejorar su infraestructura. Por ejemplo, el Global Bicycle Cities Index (GBCI) 2022 identifica a cinco ciudades de la región en el ranking de los noventa municipios del mundo más amigables con los ciclistas. Aunque el número de kilómetros de ciclovías es solamente uno de los factores que se considera a la hora de elaborar este ranking, es esperanzador comprobar que las ciudades de la región siguen  ampliando su red de carriles bici. De las cinco ciudades del GBCI, Sao Paulo cuenta con casi 700 km; Bogotá, 564 km; Santiago de Chile, 400 km; Ciudad de México, 370 km; Buenos Aires, 272 km; Cali, 192 km; y Medellín, 120 km. Esto no es poco…

El Grupo BID lleva años comprometido con la construcción de ciclovías en toda la región, financiando o asesorando técnicamente a muchas ciudades para propiciar la creación de infraestructura amigable con los ciclistas. Compartimos a continuación algunas de las iniciativas más recientes:

  • República Dominicana: En el 2020, el BID brindó asistencia técnica, en coordinación con la Agencia Francesa de Desarrollo AFD, en la definición de los planes de movilidad urbana sostenible en varias ciudades del país. En concreto, en el Gran Santo Domingo, el BID acompañó de forma transversal al INTRANT, como agencia reguladora, en la priorización de hasta 10 km de nuevas ciclovías.
  • Honduras: El Laboratorio de Ciudades del BID, junto con la Alcaldía de Tegucigalpa, y Naranja Urban Lab, apoyó la implementación del primer proyecto piloto de ciclovías de 3.8 kilómetros en el centro histórico de la capital hondureña en 2020.
  • Brasil: En Manaos, capital del Estado de Amazonas, el BID ha puesto en servicio 2.221 km de ciclovías, dentro del Programa Social y Ambiental de Manaus e Interior III (Prosamin III). En la actualidad, el BID acaba de dar luz verde para abrir la licitación pública internacional donde, entre otros, está incluida la construcción de 1.746 km de ciclovías, dentro del programa Prosamin+. De forma paralela, en el proyecto Mane Dende, en la ciudad de Salvador del Estado de Bahía, se están construyendo un total de 2.200 Km de ciclovías con financiación del BID. Así mismo, el programa Procidades en Brasilia, construyó 4.9 kilómetros de ciclovía en el “Área de Desenvolvimento Económico” (ADE) Polo Juscelino Kubitschek y está a punto de inaugurar, en agosto, 17 kms más en la ADE Ceilândia.
  • Uruguay: BID Invest, la institución del sector privado del grupo BID, ha otorgado en 2022 un préstamo de US$46 millones a una sociedad constructora para diseñar, construir, rehabilitar, operar y mantener un tramo de 78 km (Montevideo-San Ramón) de la Ruta 6 que conecta con la frontera brasileña. La obra incluye, entre otros aspectos, la construcción de ciclovías.  
  • Argentina: En Mendoza, el BID financia -a través de un préstamo- la construcción de ciclovías metropolitanas dentro del segundo Programa Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior (DAMI II), iniciativa que tiene por objetivo, entre otros, que “cada 5 cuadras los ciudadanos del Gran Mendoza tengan acceso a una ciclovía”. La primera etapa de este proyecto contempla la construcción de un total de 81.5 km, cuyo porcentaje de avance es de 13% desde septiembre de 2021 hasta enero de 2022. Así mismo, en la provincia de Neuquén, el Banco está financiando 4,4 km de ciclovía, conocida como Senda Recreativa a Catritre, en el Parque Nacional Lanín.

Sostenibilidad y seguridad con pedales

El Grupo BID está firmemente comprometido con el fomento de ciudades más sostenibles y seguras para todos sus habitantes.  Se trabaja sin cesar con autoridades y ciudadanos para que las urbes de ALC puedan ser transitadas y disfrutadas en bicicleta de forma segura. Si bien, el camino por recorrer es aún extenso, cada vez se está más cerca de conseguir un urbanismo amigable con el ciclista.

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