Aunque presidió el acto político más impresionante de la historia de la provincia -al que asistieron cerca de 100 mil personas- la pulseada de la presidenta con la patria sojera que brilló en Rosario terminó en empate. El circo K nos costó millones.
El aparato K puso toda la fuerza del engranaje político-partidario y estatal para movilizar hacia Salta nutridos contingentes desde Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero, Berazategui, partido de Islas Malvinas, Tucumán, Chaco y otros puntos del país. Además de toda la gente que se trajo de villas y asentamientos de esta capital y del interior de la provincia.
Jóvenes de Monteros (Tucumán) dijeron a Salta 21 que vinieron en cuatro ómnibus financiados por la intendencia y que habían recibido 80 pesos para «gastos» en su estadía de horas en Salta, más la comida. Una señora se retrasó un poco del grupo para confesarnos furtivamente: «no nos dieron 80 sino 40 y venimos obligados».
La presidenta arribó pasado el mediodía por vía aérea y se trasladó al centro en una combi blanca seguida por otras dos con ministros y funcionarios de su gabinete. También vino el gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli y mandatarios de otras provincias.
Tras el oficio religioso en la catedral, Kristina recorrió a pie los 120 metros que separan el templo del Centro Cultural América, donde recibió saludos protocolares y compartió un almuerzo con el gobernador Juan Manuel Urtubey.
Una «infiltrada» del «campo oligarca» mostraba un cartel que pedía: «basta de odio».
A lo largo de todo su recorrido a pie por la primera cuadra de la Mitre la presidenta fue saludando a la gente que la vivaba desde la vereda de la plaza, tras un vallado. Tenía un contacto directo con esos ciudadanos a los que les daba la mano mientras sonreía y agradecía. «¡Fuerza Cristina!, ¡Aguante, presidenta!, ¡No afloje!» le gritaban las personas que se apretujaban junto a la valla para saludarla.
Nilda: buenas ideas, buenas piernas
A la salida del Centro Cultural América -cuando la comitiva abordaba las combis para ir al monumento- Salta 21 pudo dialogar con el ministro Aníbal Fernández quien dijo que el acto de Rosario le parece legítimo dentro de una democracia donde todos pueden manifestar y expresar sus ideas.
En breve diálogo Nilda Garré nos dijo que ya se están cambiando los planes de estudio de los militares. (Hasta hace muy poco y luego de muchos años de democracia estos seguían basados en las ideologías fascistas que sustentaron el golpismo que asoló al país en el siglo XX). Anunció Garré que está previsto que se complete la formación de los integrantes de las fuerzas armadas con cursos en las universidades nacionales.
De la aguerrida militancia montorera hasta el ministerio de Defensa K Nilda Garré ha recorrido un largo camino y, sentada en el primer asiento de la combi oficial, mostraba aplomo y buen estado físico.
Reina Kristina no habla con la prensa y solo tuvo respuestas cortas para preguntas gatilladas a los trompicones, corridas y empujones a lo largo de tres cuadras y medias desde la Caseros y Mitre hasta la Caseros pasada la Lerma, por movileros y periodistas que seguíamos con dificultad, a toda carrera, la combi blanca que llevaba a la presidenta hacia el monumento a Güemes.
Expresó que le resultó reconfortante el Te Deum y se mostró satisfecha con las palabras de Kargnello, a quien alabó.
A mi turno le grité: «¿Qué interpreta cuando le gritan ¡fuerza!?». Me respondió: «fuerza». Entonces un custodio me quitó de en medio y tuvo su oportunidad un movilero de una radio que corrió 5 metros más, cuando ya todo el enjambre de periodistas había quedado fuera de juego.
Un circo caro
Un 25 de Mayo distinto para los salteños, con la ciudad en el centro de la atención de la prensa y la opinión pública del país. Discursos del gobernador y la presidenta en pose de campaña. Urtubey no cesa de invocar a Dios «fuente de toda razón y justicia». Sin nombrarlos, Kristina golpeó a los popes de la patria sojera y defendió la gestión K.
Una fiesta peronista. Pero una fiesta cara, armada a base de aparato, donde la mayoría de los asistentes vino de remotos lugares. Una fiesta de la que se bajó el Chaqueño Palavecino, porque se dio cuenta que «era algo político». O tal vez porque le debe muchos favores a Juan Carlos Romero -que está del lado del «campo»-. Palavecino aclara que no tiene campos. Aunque hay varios a nombre de familiares suyos en el norte de la Provincia…
El circo se deslució un poco, pero igual hubo mucha, muchísima gente. Se gastaron millones (algunos estiman que unos 5 o hasta 8). Solamente el escenario y los equipos de audio y de video que se emplearon -para dar sólo un ejemplo- son muy costosos y fueron trasladados en 14 camiones desde Tucumán.
Moradores de la zona del monumento se molestaron por las restricciones que la policía -a veces en forma grosera- les impuso en su propio barrio y hubo incidentes ya que algunos vecinos mantuvieron fuertes discusiones con los uniformados.
Jean Francois, turista francés que reside a dos cuadras del monumento, cree que se justifica un operativo especial de seguridad cuando llega un visitante muy importante aquí o en cualquier lugar del mundo. Le gustan los discursos de la presidenta argentina: la entiende bien porque habla claro y él tiene problemas con el español.
Tras el mega-acto (tal vez el mayor en la historia política de la provincia) quedó una montaña de basura, gente tirada por las veredas, la sensación que algo pasó y también que no pasó nada. Porque el acto fue importante, pero también un artificio de la política clientelística y manipuladora.
Sin ómnibus gratuitos, sin choripán, sin el circo pseudofolklórico y el pago de 50 o 100 pesos por asistente o la amenaza de pérdida del trabajo para traer a la gente la fiesta K hubiera sido menos multitudinaria. Pero más auténtica.
– Notas relacionadas:
http://www.salta21.com/spip.php?article783&var_mode=calcul Salta: un ámbito propicio para el circo
http://www.salta21.com/spip.php?article782&var_mode=calcul Bajo el lema «La patria es de todos» se realizó el acto U-K
