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domingo, noviembre 24, 2024

Cómo se aprende el lenguaje

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Hasta finales de los años 50 se creía que los niños, al empezar a hablar, imitaban al adulto, tal y como lo haría un loro. Más adelante se demostró que esto no era así, sino que desde los primeros días de su existencia, los niños incorporaban y asimilaban la información que percibían de una manera propia y después la corregían.

A los niños nadie les enseña las reglas de la lingüística. Nacen ya con las capacidades para aprenderlas. A su alrededor existen sonidos y significados y son ellos los que van a descubrir por sí mismos las reglas del lenguaje.

Al principio, el recién nacido no interpreta los sonidos, sólo los escucha y los retiene. Al cabo de un tiempo, agrupa los sonidos en diferentes tipos. Más tarde, gracias a la entonación de los mayores al hablar, aprende a diferenciar dónde empiezan y acaban las frases. Finalmente, relaciona lo que oye con lo que ve, y eso lo lleva a la formación de palabras.

Pero los niños tienen un interés tan asombroso por adquirir nuevas palabras para relacionarse con su entorno, que no esperan a que se las enseñen… y las inventan. Por ejemplo, si tu hijo ha observado en el baño la pastilla de jabón y sabe reconocerla, pero aún no conoce cómo se llama, es posible que en su lenguaje interno la llame «pum» o «pom» o de alguna otra manera para hacerse entender. Cuando le dices que eso se llama «jabón», inmediatamente abandona su palabra inventada y la sustituye por la correcta. Su interés por comunicar cosas acerca de ella – por ejemplo, que quiere tocar el jabón o que no quiere jabón- hace que incorpore la nueva palabra a gran velocidad. Gracias a ese interés y al sistema de «invención» de palabras, su proceso de aprendizaje es excepcional. Y lo mejor es que nosotros también podemos formar parte de este maravilloso proceso, ayudándole.

Se puede deducir que el papel de los padres o familiares en el desarrollo del lenguaje es de fundamental importancia. El mundo que lo rodea se transforma en el referente más directo del desarrollo del lenguaje. Si somos una familia que habla; el niño va a hablar.

Pues entonces, es hora de que los abuelos, tíos y padres ofrezcan sólidos puntos de referencia del uso lenguaje.

– Centro de Fonoaudiología

– Fuente. Revista RBC Profesionales de Salta

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