El corte de pelo conocido como bob razor es una de las principales tendencias, de moda y de búsqueda.
Las estadísticas indican que su búsqueda se incrementó en un 1,500% (específicamente en Pinterest), sobre todo cuando se vio a Lily Collins adoptarlo para el personaje que encara en la serie Emily in Paris.
Debe su nombre, «razor», ya que el despunte del final se realiza con navaja, lo que le brinda esa terminación tan característica.
Es una alternativa fácil de acomodar: lo lavás y secás en poco tiempo, especialmente cuando tenés que salir apurada de tu casa.
Con raya al medio, al costado. Cayendo sobre el rostro o recogiendo uno de los laterales detrás de una oreja: vos elegís cómo llevarlo.
Así es el corte bob razor
El bob razor, ligeramente texturizado, usualmente se lleva varios centímetros por encima de los hombros y tiene las puntas ligeramente «raw» (en inglés, en crudo), como dicen los estilistas del momento.
Esto es porque, al no quedar perfectamente recortadas, las puntas llevan una sensación de mayor volumen y textura, lo que se logra -justamente- realizando el corte con navaja.
El estilista responsable del corte de Lily Collins (Gregory Russell) creó una línea en ángulo graduado que se abría hacia abajo, hacia su mentón y clavículas, dejando la parte posterior ligeramente al descubierto.
A diferencia de los cortes realizados con tijera, el bob razor se logra con diferentes tipos de cuchillas o navajas, lo que le da indiscutiblemente un borde ligeramente más dentado y texturizado.
Por el contrario, el corte bob tradicional, realizado con tijera, tiene una apariencia más simple, así que esta técnica aporta una terminación más audaz.
Hay estilistas que afirman que se debe llevar lo más natural posible para destacar el efecto de la navaja. Prolijo pero al natural.
Para peinarlo, podés ayudarte con sprays texturizadores y shampoos en seco que sumen textura y un ligero movimiento en las puntas.