Cabe especular que la ideología intenta esconder que lo ideológico en su globalidad, es una serie de ideologías y de fragmentos de ideologías, ocultando que el detalle de la multiplicidad de las axiologías, manifiesta ya la variedad que habita en lo ideológico.
Lo que abocetaré es fuerte y puede ocasionar reacciones. Reacciones diversas. Y para no demorar el asunto, diré que desde que el Doctor Robert Gallo consiguió escandalosa notoriedad por lo del VIH, gloria que es un caso de manipulación de la investigación para obtener un Nombre de Padre en la historia de la Medicina, para conseguir fama y para lograr el Reconocimiento del Nobel, otros especialistas comenzaron a dudar de lo que se había asociado a la enfermedad, dejando muchas inquietudes problemáticas de digerir. Una de ellas, es que acaso, los test para la detección del posible virus y la farmacología vinculada a la cura de la enfermedad, sean un inmenso negocio, montado sobre uno de los mayores fraudes científicos.
Es en éste Marx, en este joven Karl, que no esparció el deceso y lo terrible y sí frecuentó hadas, magos, sirenas, duendes, y a un “Kommunismus” de sones, poesía, Littérature, música, ensueños, locuras sanas, aforismos más lúcidos que los de Nietzsche, en el que confío y en el que creí...
Me sorprende que las mujeres unidimensionalicen lo femenino que anida en ellas, que no es lo femenino en cuanto mandato social de comportarse de determina manera, sino la complejidad para pensar, amar, sentir, orgasmar y actuar –todo el cuerpo, la piel de las mujeres es una inmensa zona erógena, que está allende sus genitales, siendo las mujeres capaces de orgasmos en el cuello, de manos, clitorianos, vaginales, clitorianos y vaginales, de masajes en los pies, de orgasmos anales, de orgasmos en sus pechos, etc.
Salta 21 y la Universidad de Málaga, Málaga, España, diseminan mis garabatos intelectuales, concediéndole la palabra a un abofeteado que constata su carácter de marrano, de paria, sin ahogarse en un martirologio.
Suelo esmerarme en las citas que abren mis endebles artículos de un columnista sui generis de “Salta 21”, página web que permite esparcir mis razones, pero en la ocasión tales epígrafes no figurarán.
Sostenemos que existen en Karl, aspectos más importantes que la teoría del valor, tal cual él mismo lo confiesa cuando dice que si no hubiera en él ni una palabra acerca de la hipótesis del valor, sus elucubraciones en derredor del orden burgués serían verdaderas.