Para los acreedores externos y para el gran capital local, la tarea básica de los partidos políticos y el sistema democrático consiste en hacer viable el ajuste de todas las variables a la medida de sus necesidades, sólo están interesados en la democracia si esta les permite maximizar beneficios con bajo costo político.
La hegemonía política cultural del kirchnerismo consagra una derrota; no la que señalan panegiristas y detractores; el neoliberalismo, sino la del proyecto revolucionario de la generación del 70.
El lanzamiento de Convocatoria popular en Salta el 6 de noviembre en el Delmi ha sido la oportunidad propicia para la presentación de la candidatura a la gobernación de la provincia de su actual titular Juan Urtubey.
Siempre hemos planteado que la producción agroindustrial por ser estratégica para la humanidad debe estar sometida al control estatal. Nunca hemos caído en la falsa controversia agricultura familiar – agricultura empresaria. Jamás hemos aceptado como serio un proyecto de la planta de lechuga propia para enfrentar a los monopolios internacionales.
Como consecuencia de la profundización de las contradicciones de las diversas bandas que forman la lumpen burguesía argentina, surgen voces que se auto adjudican derechos sobre la riqueza petrolera. No es nueva la discusión.
Durante el transcurso de la última década recrudeció la polémica en la conservación y el manejo de los recursos naturales renovables del Chaco Salteño. Finalmente a través de la presión ejercida por organismos financieros internacionales (Banco Mundial) se realizó el programa de ordenamiento territorial (POT) que sería el puntapié inicial para convertir al Chaco en un “mundo verde y feliz”.
La deuda externa argentina ha sido la herramienta de la burguesía para enriquecerse década tras década obteniendo créditos que luego hizo pagar a la población en su conjunto. Siempre la vía fue la estatización de la misma y en este sentido todos los gobiernos, incluido el actual, se la hicieron pagar al pueblo argentino.
El gobierno peronista ha dado una nueva muestra de cínico oportunismo, pagar a los fondos buitres porque “los argentinos honramos nuestras deudas” quiere decir los pobres de la Argentina pagamos las deudas de los corruptos y las empresas que se beneficiaron con la misma.