El notable dominio de reunir el poderío orquestal, la fuerza del lenguaje coral con la exquisitez de la soprano solista fueron resueltos por el maestro Lhez con elevado arte y conocimiento profundo del mensaje literal y musical
Un repertorio originado en diferentes nacionalidades, una vorágine de talento, arte puro sin concesiones que vivieron y viven los casi 500 niños y jóvenes que integraron el conjunto o los 600 conciertos dados en nuestra provincia.
También destacable fue el acompañamiento del guitarrista Eloy Notario y por supuesto la lectura previa y el canto por Chalabe. Todo ello fue adornado por los notables músicos Gustavo Spatocco y Obi Homer.
¿Quién duda que el vals es la música que proviene románticamente de los Alpes austriacos y que justamente en Viena es donde el género consigue transformarse en lenguaje universal?
Los trabajos sinfónicos de Gustav Mahler, inigualable compositor austríaco, que comenzaron a conocerse luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial por el carácter del nazismo de Hitler y su odio al judaísmo, siempre tuvieron algo de teatral en tanto describe o intenta hacerlo, un sentimiento, o una situación determinada.
De esta historia se eligieron tres visiones diferentes. La primera es la escrita por el mejor compositor argentino: Alberto Ginastera dedicada al que muchos opinan fue el mejor conductor orquestal de nuestro país, el maestro Juan José Castro.
El repertorio tuvo diez páginas de alto valor musical pero hubo momentos donde el vuelo artístico fue de elevado nivel. El canto coral, los niños y jóvenes integrantes del primer Ars Nova y ahora este intento que nace de las mismas cantantes en el grupo actual, han sido, son y serán la vida de la directora.
En nuestra ciudad se presentó por primera vez durante 1993 en el viejo Teatro Alberdi bajo la dirección del maestro Daniel Mazza organizado por la Secretaria de Cultura a mi cargo con entradas agotadas una semana antes. Diez años después, la hizo el maestro Felipe Izcaray con la Sinfónica local en el Estadio Delmi para más 6.000 oyentes y quince años después, otra vez nuestra orquesta, también con entradas agotadas, conducida por el maestro Jorge Lhez
El teatro colmado, una Odette etérea, cautivante, suave, inocente y frágil conmovió a todos como el cisne blanco aunque precisamente por esas características no alcanzó totalmente a ser el malvado cisne negro no obstante mostrar un gran nivel artístico y técnico
El pasado martes 18 llegó un grupo vocal que vino desde Montevideo: Alma Mater Crandon. En música de cámara aparece el Oxalys Ensamble. Y en lo instrumental, Giulio Biddau, pianista de enorme talento.