En Bs. As. la Asociación Argentina de Actores, el gremio que nuclea a los artistas, logró tras un largo proceso de tratativas con empresarios del rubro, una nueva recomposición salarial. En Salta, no tenemos estos salarios y la cultura local está desprestigiada. El público opta por obras que no sean salteñas. No hay apoyo a lo local.
Los nuevos salarios se consigueron en tres ramas: Cine, Publicidad y Teatro después de muchas discusiones con sectores empresariales y diferentes acciones gremiales y legales luego de las cuales, estos son los resultados.
Los salarios en cine, tenían un atraso de 6 años en la recomposición salarial.
Estos son algunos incrementos: un director de puesta en escena, equiparado a primera categoría, cobrará a partir del 1 de setiembre $ 7 mil, antes $ 4.700.
Por trabajar en un rol de primera categoría, percibirán por un contrato de 8 semanas, $ 7 mil. Hasta el 1 de setiembre de este año, era de 4.700. Un bolo mayor por día de filmación, cobrará $510.
En la rama publicidad, el retraso de los sueldos llevaba 10 años. Después de trabajosas reuniones en las cuales se reestableció un diálogo interrumpido con los integrantes de la Cámara de productores, se logró rediscutir una recomposición salarial teniendo en cuenta ese gran atraso, los cambios en la forma de producción y el nuevo mercado abierto. Así se estableció acordar mínimos salariales para las distintas categorías, mínimos para el tarifado de la cesión de imagen por países incluida la Argentina, mínimos de porcentaje para el caso de exclusividad, mínimos para pruebas de vestuario, para las pruebas de selección y ensayos. El salario anterior para un protagonista por dos días era de $600, a pártir del 17 de setiembre por un día será de $1400. Un secundario cobrará $ 761, un co-protaginista $1.167, por ejemplo. En exclusividad se manejan otras cifras pero por dar un dato, la prueba de vestuario tendrá un salario de $ 100.
El último salario acordado en la rama Teatro, era del 2004, año en que se otorgaron los porcentajes que estableció el gobierno. Aunque esta actividad sufría un atraso salarial hubo buena predisposición de la Cámara empresarial que los agrupa (AADET).
Los salarios dependen de las categorías A, B, C, D y E en salas mayores a 200 localidades. Por ejemplo, A percibía $ 1.214 y a partir del 1 de setiembre será de $2.200 y E, logró un aumento de $ 606 con lo que su recomposición salarial es de $1.400.
Un traspunte cobrará $1.600, una bailarina solista $ 1.600 mientras que una de conjunto $ 1.400.
Las salas menores a 200 localidades, tienen otros montos. A: $1.681 y E: $ 1.100 (también por categorías). El transpunte $ 1.216, el apuntador $ 1.100, la bailarina solista $ 1.216.
Cabe señalar que con la paritaria Televisión, no se llegó a ningún acuerdo por objeciones y manejos de los empresarios del rubro.
Ahora bien, qué sucede en Salta con el trabajo actoral. El gremio funciona en calle Rivadavia 937. Intento señalar que ahora la meta es balancear estos salarios en las provincias.
Se ve claramente que la actividad artística de este tenor funciona en Bs. As.
En Salta se trabaja a pulmón. Se levantan funciones por falta de público, los actores sacan de sus bolsillos para emprender obras de teatro. El cine está sectorizado. Hay poca o nula producción que se limita a cortos. Lo último que se conoce en cine salteño es de Lucrecia Martel y Alejandro Arroz.
Los teatristas no cobran sueldos. Las salas no son suficientes para la actividad independiente. Las pequeñas salas son accesibles, las mayores son impagables. Las salas subencionadas por el INT pueden sostenerse y amparar las manifestaciones artísticas locales.
En el caso de la Cultura local, sólo la Orquesta Sinfónica de la Provincia de Salta se maneja con salarios, ya que representa a la cultura que oficializó el gobierno. Esto es lo que merecemos. No hablo ni de la calidad de los artistas ni de la trayectoria, pero el gobierno de Juan Romero puso sus fichas allí, y nada más.
Se pronostica una muerte accidental del teatro local si no se trabaja en forma comunitaria y con apoyo del estado; además se registra una merma de producciones de teatro por la escasa posibilidad de emprender proyectos que en los mejores casos, sean subvencionados por un programa de subsidios que tiene el Instituto Nacional de Teatro. Mucha burocracia para accder a a presupuestos y para que se otorguen.
En Salta, hacer teatro es como un hobby de algunos kamikazes que pagan para hacerlo.
Cuándo vamos a entrar en el cambio, en la federalización de la cultura, o peor, cuándo vamos a entrar en la cultura.
Un judío radicado en Europa me comentó que allá, los artistas son valorados, se los cuida y les pagan salarios dignos. Ante la escasa concurrencia del público a espectáculos teatrales locales me preguntó qué hace el Ministerio de Educación y Cultura. Me decía que es función suya-lo sabemos- traer público a las salas, difundir la cultura. Me comentó que los burócratas administrativos que cobran sus sueldos por trabajar en Cultura deberían al menos esconder sus autos lujosos porque no hacen nada por los artistas pero cobran muy bien.
Él y su esposa visitaron los teatros de Salta y vieron que la actividad del teatro local está desvalorizada y sin apoyo del estado.
Pero es que si analizamos el valor que tienen los educadores en el proyecto provincial, también veremos análogamente, que los hacedores de cultura están ignorados.
En síntesis, la Asociación Argentina de Actores funciona en Salta pero lo que no funciona es la parte salarial. Salvo que vengan a la provincia empresarios con capitales o grandes compañías de actores a filmar o contratar artistas puede que se pongan en práctica las cifras que se manejan en los pagos.
Mientras, subsistan, aguanten lo que puedan, hagan teatro aunque ni el público salteño ni los representantes del pueblo aún elijan apostar a la cultura local. Después de cada función los teatristas se pueden pagar un superpancho quizá con un vaso de gaseosa. De cine y publicidad ni hablemos. Nadie vive del arte. Nadie.
En Salta estamos en la prehistoria de la Cultura
Romina, muy informativo tu artículo, aunque un poco negativo. Tenés toda la razón con respecto a las políticas culturales casi inexistentes, pero la cultura esta igual, aunque solo pocos accedan a ella, existe. En cada uno de los artistas y los amantes del arte esta la capacidad de defenderlo, promoverlo, difundirlo y disfrutarlo. Nunca deberíamos esperar la protección del estado, desarla sí, esperar pasivamente no.