“No nos une el amor sino el espanto”, fue la frase ocurrente de Ignacio. Somos los más espantosos escritores de teatro de Salta. Y al vuelo, inspirados por Cervantes, somos los Mancos del Espanto. Espantosos y mancos, formamos un grupo de dramaturgos amantes de las locuras: vamos contra los molinos de viento pero no como seres utópicos, sino como soñadores del tiempo futuro.
Y los Mancos del Espanto fuimos como viajeros. Realizamos una incursión, no precisamente a los indios Ranqueles, sino a las ideas. Eso. Una excursión hacia las ideas. No faltaron textos bibliográficos entregados por Ignacio Apolo (dramaturgo, docente, novelista) sobre Ricardo Monti, Mauricio Kartum, Jorge Dubatti, Rafael Spregelburd, Sánchez Sinisterra, entre otros. Y comenzamos a convocar las imágenes para crear nuestras obras de teatro a partir de procedimientos textuales.
Había que leer, había que escribir, había que pensar y debatir y realizar constructos teóricos y categorías de pensamiento. Pero sobre todo, hubo que crear. Fueron encuentros de jornadas extensas los sábados y domingos, con idas y vueltas entre las creaciones, el director del laboratorio y el enriquecimiento interpersonal. Apolo nos asignaba tareas, de un fin de semana a los próximos 15 días o para volver a la tarde con un texto breve. Hemos realizado ejercicios de escritura espontánea. Pudimos experimentar el potencial técnico de la consigna. Comenzamos aquel 13 de setiembre. Algunos hemos terminado la obra de teatro y otros están al borde line. Como buenos especificistas, ahora estamos creando expectativas con el presente y futuro de los Mancos del Espanto.
Tal es así que el viernes 12 de diciembre, celebramos el término de la primera parte del Laboratorio de Dramaturgia -que fue iniciativa del Instituto Nacional de Teatro -Delegación Salta- con la presentación del Ciclo de Semimontado en donde se mostrará nuestro trabajo. Las obras se publicarán en cuadernillos de Argentores, conforme el grupo haya ido presentando su dramaturgia.
Los Mancos son: Ignacio Apolo; Juan Carlos Sarapura, Germán Tolaba y Miguel Carrizo.
Las Mancas son: Claudia Oliver, Cristina Idiarte, Hilda Guzmán de Kubiak, Miriam Díaz, Romina Apaza, Ana Carolina Beltrán, Teresa Abdala, Gabriela Vázquez y Romina Chávez Díaz.
Lo que hicimos fue agotarnos en el placer de escribir; analizar textos, convocar a Jorge Luis Borges; escuchar el mujido de una vaca; hacer las valijas; explorar las máximas del monólogo; analizar el Plot; leer; estudiar procedimientos textuales; provocarnos a nosotros mismos; crear imágenes; explotar de trabajo cada 15 días y reunirnos nuevamente en el laboratorio, que concluyó oficialmente el 9 de noviembre, después del Encuentro Regional de Teatro del NOA.
No caben dudas que lo mejor del laboratorio fueron los recreos: ¡qué espantoso!
Mancos y mancas estarán comprometidos este viernes en un Ciclo espantoso de Semimontado.
Invitación general con entrada libre
El viernes 12 de diciembre a las 21 hs en Procultura Salta Mitre 331 se presentará el Semimontado Los Mancos del Espanto. Dicho espectáculo es el resultado del Laboratorio de Dramaturgia y Dirección coordinado por el dramaturgo y director Ignacio Apolo (Bs. As).
Durante 5 meses este trabajo de perfeccionamiento se realizó con actores, dramaturgos y directores salteños, quienes se conformaron en Los Mancos del Espanto Dramaturgos Salteños.
Las obras que conforman este semimontado son:
– «Los bucles de Casimira» de Romina Chávez Díaz
– «Precoz» de Juan Carlos Sarapura
– «Si quisiera lo haría» de Carolina Beltrán
– «El Patio» de Hilda Guzmán de Kubiak
– «La persistencia de las hormigas» de Cristina Idiarte
– «Conejito» de Germán Tolaba
– «Tres de Corazones» de Miguel Carrizo
– «Te muestro el cielo» de Teresa Abdala
Desde la representación Salta del INT se planteó la importancia de crear un espacio de formación y perfeccionamiento para los teatristas salteños, donde el desarrollo del trabajo creativo y la elaboración de la estética propia debía perfeccionarse en estas dos áreas.
El Laboratorio de Dramaturgia se relacionó directamente con los creadores y creadoras, convocándolos a generar obra, pensamiento crítico y teórico, experimentación para la elaboración creativa y la práctica permanente de la investigación.
Las obras estarán presentadas por diversas personalidades del quehacer cultural y serán actuadas y dirigidas por colegas teatristas salteños.
Entrevista a Ignacio Apolo
¿Qué expectativas tenías antes de llegar a Salta y de conocer a los que hoy se han dado en llamar Mancos del espanto?
– Tenía más dudas y preocupaciones sobre el funcionamiento del taller que otra cosa. El objetivo era incentivar la producción propia de los inscriptos. Por lo tanto, debía proponer un tipo de actividad y dinámica que generara al mismo tiempo interés y compromiso con la propia producción. No sabía nada de la producción anterior de los participantes ni los criterios de selección, aunque entendía que se trataba de gente con experiencia teatral.
La referencia era: en el NOA se toman, por lo general, modelos de relativo éxito/prestigio en dramaturgia contemporánea porteña y se lo recicla. Como para mí, la dramaturgia contemporánea porteña es múltiple, en el sentido de micro-poéticas en abanico que poco se parecen entre sí, aunque comparten ciertos rasgos a la moda que las cruzan, me pareció que había que hacer lo siguiente:
Combinar aquel modelo interno de gusto/obra que el participante trajera al taller, como procedimiento guía, con un universo personal creativo. Esto funcionó casi en forma directa (sin mayores adaptaciones sobre la marcha), en al menos la mitad de los que finalmente escribieron y presentan obras.
Alguna vez me contaste sobre tu experiencia docente como algo gratificante pero sin dudas no igual al proceso creador: ¿en qué te satisface la producción de las obras terminadas y las que están en la «cocina» aún?
La producción de obras terminadas me hace descansar, esa es la verdá. Uf, ya está, qué bueno. Porque el seguimiento de obras en la cocina es AGOTADOR. Vos viste cuál es la dinámica de las “clases”, sobre todo en las que hay lectura de escenas y borradores: la devolución, que para mí es la única manera genuina de trabajar taller, es terriblemente demandante para el profe, porque implica escuchar con esfuerzo múltiple: para comprender, para imaginar, para disfrutar, para detectar zonas productivas, para detectar problemas, y al mismo tiempo elaborar una respuesta.
Es mejor, en general, leer el texto antes, pero la sana realidad te hace aceptar que la gente escribe solo o hasta la noche anterior a presentar su texto.
¿Los Mancos, tenemos pilas para rato, creés que aquí hay talento?
Los Mancos tendrán pila para rato si encuentran el modo de funcionar como grupo de autores, lo que es mucho más raro y tal vez difícil que hacer un grupo de teatro. Vamos a trabajar en eso de ahora en más: en qué y cómo hacer para que una agrupación beneficie la gestión y la producción de sus individuos y, por eso, no se diluya o se rompa fácilmente. Talento hay, y a veces es inesperado.
– Foto de portada:
– Arriba: Hilda, Cristina, Ignacio, Caro, Miguel y Juan Carlos.
– Abajo: Teresa, Germán, Gaby, Miriam, Romina, Minina
– Dato sobre Ignacio Apolo
Después de 7 años de suspensión en la entrega de los Premios Municipales de Literatura, Teatro y Música de la Ciudad de Buenos Aires, ayer 10 de diciembre, a las 16 hs, en el Salón Dorado del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires se le entregó el premio en la Ciudad de Buenos Aries; correspondiente a obra ganadora del Primer Pemio en categoría Obra Estrenada, bienio 2000/2001 por La pecera .
«La historia del retraso es intrincada y oscura, y la dejo para escribir una nota en el blog. Pero el premio sigue siendo importante. Entregarán muchos esa tarde, porque premian todas las categorías de música, teatro y literatura de dos bienios»- dice el escritor.