El Latin GRAMMY celebró 15 años de existencia haciendo lo que mejor sabe hacer: presentando a la música latina como un jardín hermoso e interminable, con flores de todos los colores y para todos los gustos.
Las flores, en este caso, fueron las canciones de salsa, tango, pop, música urbana, banda sinaloense y otros géneros que músicos de todas las edades y países interpretaron en la que quizás fue la mejor ceremonia del Latin GRAMMY hasta el momento.
Y los ganadores representaron esa sensibilidad democrática del Latin GRAMMY, donde las propuestas comerciales y accesibles son aceptadas con el mismo entusiasmo que la técnica más exquisita o un lanzamiento experimental hasta la médula. Todas las canciones son bienvenidas mientras tengan algo que decir.
Es así que el codiciado Latin GRAMMY a Mejor Álbum Del Año fue presentado póstumamente al maestro de la guitarra Paco de Lucía por Canción Andaluza, el disco de coplas influenciado por su infancia que grabó antes de morirse. Mientras que “Bailando”, el éxito internacional de Enrique Iglesias con Descemer Bueno y Gente de Zona, triunfó justamente como Canción Del Año. La venezolana Mariana Vega fue nombrada Mejor Nueva Artista, y el urugayo Jorge Drexler – en colaboración con la talentosísima rapera chilena Ana Tijoux – se llevó el Latin GRAMMY a Grabación Del Año por “Universos Paralelos”, un tema lírico y atmosférico.
Enfatizando este cumpleaños tan especial – una quinceañera de lujo – las actuaciones musicales brillaron con una energía especial, invitando a varios ganadores del pasado a presentar sus nuevas creaciones. El grupo puertorriqueño Calle 13 comenzó la velada a pura adrenalina con una versión inspirada de “El Aguante”, demostrando una vez más que, después de dar sus primeros pasos en el reggaetón, se ha transformado en un colectivo tan progresivo como innovador. Mientras que Carlos Vives reiteró la vitalidad contagiosa de su música presentando duetos con el grupo colombiano Chocquibtown (“El Mar De Tus Ojos”) y el salsero Marc Anthony (“Cuando Nos Volvamos A Encontrar”).
También hubo espacio reservado para los pioneros, aquellos creadores visionarios que décadas atrás lo cambiaron todo con sus canciones rebeldes. Como Rubén Blades, que en los años 70 revolucionó a la salsa con un éxito de ocho minutos: “Pedro Navaja”. El sonero panameño transformó el escenario del Latin GRAMMY en un callejón del arrabal bonaerense para cantar “Pedro Navaja” en formato de tango tradicional. Y el homenajeado de La Persona del Año 2014 de La Academia Latina de la Grabación , el trovador catalán Joan Manuel Serrat, conmocionó al público con la ternura de “Mediterráneo”, himno de la música iberoamericana. Al recibir el premio, Serrat agradeció al escucha anónimo, el admirador de su música, la verdadera razón de existencia para todo artista dedicado a la música.
Los diálogos musicales y encuentros inesperados se sucedieron a través de la noche. El veterano guitarrista de rock místico Carlos Santana con el rapero Pitbull. El trovador español Pablo Alborán con la dulzura pop de los mexicanos Jesse & Joy. El presente rey de la ranchera, Pepe Aguilar, a dueto con el enigmático cantante español Miguel Bosé. Ya más cerca del final, el colombiano Juanes, eterno favorito del Latin GRAMMY, nos recordó la belleza de sus melodías con un popurrí de éxitos como “Me Enamoro” y “La Camisa Negra”, acompañado de dos percusionistas y una impresionante banda.
El Latin GRAMMY cumplió 15 años. Ya tiene en su haber una colección inagotable de recuerdos musicales. Los tiempos cambian, pero el poder de una buena canción nos sigue reconfortando. Será hasta el año que viene.
Noviembre 20, 2014.- latingrammy.com