Consejos y buenas costumbres que podemos adoptar para evitar la alta exposición de nuestros pequeños al avance tecnológico.
Uno de los temores más recurrentes a la hora de contratar una conexión a internet para nuestro hogar, es la gran exposición que experimentarán los más pequeños de la casa en el ciberespacio. No podemos negar que, bien canalizada, la web es un gran repositorio de herramientas y un excelente centro de ayuda escolar en donde sobra material didáctico para realizar las tareas de la escuela. El problema lo enfrentamos cuando las horas que los niños pasan frente a la PC o la Tablet se multiplican y se nos escapan de las manos los diferentes controles que podríamos llevar a cabo para monitorear la utilización de internet.
Algunos números
En el marco de una campaña de bien público para concientizar a niños y padres sobre el uso responsable de Internet, Microsoft y la especialista en cultura juvenil Roxana Morduchowicz presentaron un estudio sobre cómo los chicos usan su tiempo en la web. Desde el jueves 13 de noviembre, Filmsuez expone los resultados en un spot que se proyecta en más de cien salas de cine durante un mes.
Según la encuesta, la principal función que los chicos le dan a internet es comunicativa: el 95% de los jóvenes de entre 13 y 17 años manifestó estar en alguna red social, principalmente en Facebook; de ese porcentaje, el 60% tiene entre 11 y 12 años. Además, el 70% aseguró que usa internet para ver videos en YouTube; el 60% para hacer las tareas escolares y para buscar información; el 50% para escuchar música; el 40% para enviar y recibir mails y el 40% para jugar.
El 80% de los encuestados comentó que navega solo en internet, mientras que solo el 20% lo hace en compañía de adultos. En Argentina, 8 de cada 10 niños tienen perfil público en las redes sociales, 7 de cada 10 brinda su nombre y apellido real, 6 de cada 20 suben fotos y videos personales, 5 de cada 10 incluyen datos sobre su escuela y domicilio y 4 de cada 10 manifestó haberse encontrado personalmente con personas que conocieron en la web.
“Podríamos identificar tres motivos principales por los cuales los niños comparten despreocupadamente información personal en redes sociales, el primero y más importante tiene que ver con la búsqueda de popularidad entre sus pares, el sentido de pertenencia es fundamental en esta edad y por eso los chicos priorizan el tener más amigos por sobre el resguardo a su intimidad. En segundo lugar hay que destacar que los jóvenes no miden el alcance de su exposición, consideran que solo sus amigos tienen acceso al contenido que comparten cuando en realidad no siempre es así. Por último, creen que son inmunes a los riesgos, que ellos saben más que los adultos y que ese conocimiento es suficiente como para no sufrir ningún daño”, explica Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil y autora del libro Los adolescentes del Siglo XXI.
“Es importante que los padres entiendan que el rol que les cabe en este mundo tecnológico tiene que ver con preservar la seguridad de sus hijos. Esto no pasa por saber más o menos de tecnología, tiene que ver con cuidar a los menores, lo cual no es algo nuevo. Los chicos muchas veces consideran que saben más que sus padres por el hecho de saber manejar un dispositivo lo cual no tiene nada que ver con la seguridad en el mundo real. Como empresa líder en tecnología desde hace más de diez años que sentimos que tenemos la obligación de trabajar con padres, chicos y docentes para concientizar sobre el uso seguro de internet”, afirmó Jorge Cella, Director de Tecnología y Ciudadanía Corporativa de Microsoft para Argentina y Uruguay.
“La idea es que los chicos sepan que sus padres están al tanto de lo que hacen. Es importante saber comunicarles que todo lo que suben es de dominio público y muy difícil de borrar. También prevenir sobre casos de bullying que se potencian a través de Internet. Lo importante es que los chicos sepan que son sus padres quienes mejor entienden sobre las medidas de prevención que hay que tomar en el mundo virtual y real”, concluyó Morduchowicz.
La encuesta se realizó de manera online y presencial a 1200 jóvenes de todo el país de entre 11 y 17 años.
Consejos
Los consejos que a continuación les recomendamos, surtirán más efecto si llegan a modo de sugerencias. Siempre es mejor alentar el cumplimiento que castigar determinadas prácticas; si lo sugieren de manera adecuada, notarán una mayor respuesta de los niños hacia nuestros consejos.
– Limitar la utilización de la PC para navegar en internet. Siempre es conveniente controlar personalmente la actividad y delimitar las horas de conexión de nuestros niños. Es importante que la utilización de la PC no sea la tarea por excelencia en sus tiempos libres.
– Colocar la PC en un lugar común de la casa. Al lograr una mayor exposición podremos ver las actividades que se llevan a cabo con la computadora.
– Formen parte del círculo social que sus hijos construyen en redes sociales, de esa manera, podrán observar las actividades en Facebook y Twitter.
– Hagan que sus hijos respeten las condiciones de suscripción a Facebook. Ningún niño menor a 13 años puede formar parte de la red social. Si cumple con los requisitos, es recomendable invertir algo de tiempo y configurar al máximo las opciones de privacidad para que el contenido solo pueda ser visto por el círculo de amigos.
– Hablen mucho con sus hijos sobre los diferentes problemas de inseguridad que se registran en internet. Una buena forma de mantenerse informados es leyendo regularmente paginas como www.segu-kids.org.
– Construir entre todos un código familiar sobre los usos de Internet.
Un buen recurso es establecer acuerdos con respecto al uso de las nuevas tecnologias.
Herramientas
Otra interesante alternativa es recurrir a los diferentes programas que nos permiten regular las actividades que los pequeños pueden realizar con la computadora. Dentro de los más efectivos, pueden encontrar el control parental para Windows 8, el cual se ejecuta desde el panel de control del sistema operativo. Allí deberemos crear una cuenta especial para los niños, en la que especificaremos determinadas zonas horarias discriminadas por día, en la que pueden utilizar la PC, además de los juegos y programas que pueden ejecutar. Una herramienta simple e ideal para realizar un completo control sobre la utilización de la computadora por parte de los más chicos.
Si en cambio utilizamos una versión de Windows más antigua o queremos probar otra aplicación, podemos adquirir el programa Amigo Control Parental. El utilitario ofrece una versión de prueba que puede descargarse desde www.amigoweb.es y nos brinda la posibilidad de limitar las actividades en la computadora, llevar un historial de los sitios que han visitado nuestros niños y configurar mediante un limitador diferentes palabras claves de las cuales los pequeños no obtendrán respuesta.
El pedido de los chicos por un teléfono celular se hace escuchar en la mesa familiar.
El recurrente tema del celular
Uno de los temas más abordados en la mesa familiar es sobre el uso del celular. Generalmente es un reclamo que los niños hacen a sus padres en algún momento durante la niñez por lo que, lo ideal, es estar preparados para realizar un correcto abordaje sobre el tema.
La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría establecen que los bebés de 0 a 2 años no deben tener ningún contacto con dispositivos portátiles (teléfonos celulares, tabletas, juegos electrónicos ), de 3 a 5 años restringirlos a una hora por día, y de 6 a 18 años a 2 horas por día. Según Cris Rowan, terapeuta ocupacional pediátrica, bióloga y escritora “los niños y jóvenes usan 4-5 veces más estos aparatos que la cantidad recomendada, con consecuencias graves y que con frecuencia amenazan su salud y su vida”.
Estudios de la Fundación Kaiser y de “Active Healthy Kids”, Canadá, advierten que los dispositivos portátiles (teléfonos celulares, tabletas, juegos electrónicos) han aumentado de forma espectacular el acceso, uso y abuso de las tecnologías digitales, especialmente por los niños de muy corta edad.
El debate concentra varios interrogantes, aunque el primero que se dispara es saber si existe una edad ideal en la que los padres deberían ceder ante el insistente (a veces caprichoso) pedido de los chicos de tener un teléfono móvil. Las opiniones que esgrimen los especialistas tienen un denominador común: no antes de la etapa escolar y sólo a partir de los 10 u 11 años en promedio.
Una buena estrategia para sobrellevar el reclamo es buscar alternativas que compensen de alguna manera la carencia del celular, por ejemplo negociar la adquisición de otro dispositivo algo más limitado como puede ser un iPod Nano en el caso de los adolescentes o alguna consola de videojuegos portátil, siempre y cuando se use en forma adecuada y sin alta exposición frente a las pantallas móviles.
El uso prolongado de las consolas tampoco es un hábito recomendado.
– Por Franco Rivero – Analista de Sistemas y Periodista en Tecnología especialista en Tecnología de Consumo, Gadgets y Software Libre. Franco es además autor del libro “De Windows a Linux”, publicado en toda Latinoamérica, y conductor de Micro Tech.
– Fuente: Don web