El Premio Novel de literatura de 1925 y del Oscar en 1938, el Irlandés George Bernard Shaw, escribió lo siguiente: “A los políticos y a los pañales hay que cambiarlos seguido…y por las mismas razones.”
Esta frase viene acuñada desde hace muchos atrás, o sea que ya por el siglo pasado, gente de otras latitudes del globo observaron la similitud entre los pañales, que cumplen su tarea salvadora (al principio), pero a lo largo de las hs hay que cambiarlos, lógico si no sucediese eso, el daño que ocasiona dicho elemento sería grande, desbordes hacia fuera, malos olores y sobre todas las cosas la piel paspada del niño en cuestión.
El sentido común, el cual en realidad es el menos común, nos dice que el cambio debe ser en el punto exacto y claro tener a mano otro pañal cero kilómetro para sustituir el que ya “fue…” Dejarlo más tiempo significaría lidiar con lo anteriormente expresado, doble trabajo, bañar al niño y aplicar seguramente algunas pomadas para aliviar el daño en su colita, producida por la acidez de la materia fecal que lo dañó.
Bien!!! Ahora traducir lo que quiso expresar George, significa entrar en un laberinto del cual no podrías salir con la facilidad con la que se cambia un pañal, en su punto exacto, sino que tendríamos que encastrarnos desde las manos hasta la misma conciencia.
Comemos, masticamos, digerimos y expulsamos, ese proceso fisiológico es ley en nuestros organismos. Traducidos en el ámbito de la política quedaría, convencemos, llegamos, trabajamos, ofrecemos los buenos resultados y los malos resultados los expulsamos como materia insalubre no apta para el mismo pueblo.
Triste comparación entre un pañal y un político, sin embargo, valga y bienvenida sea, ya que varios pensadores de la historia de la humanidad, personajes ilustres e ilustrados impregnaron su sabiduría poniendo de manifiesto que, los hombres pasan, las historia queda, así es, pero resulta totalmente injusto que la vida de un hombre sea dedicada totalmente al poder.
Enquistarse y pretender que una solo persona es la única capáz de llevar adelante cuestiones referentes al pueblo es caer en un gordo error, la palabra alternancia, parece haber desaparecido del diccionario para estos personajes.
Ahora la pregunta es el por qué de tanta devoción por la política, tristemente mal vista por mucha gente, pero que en realidad es una excelente herramienta, pero en manos adecuadas.
La oportunidad de ser representantes del pueblo es un derecho de todos, pero se creo una casta infranqueable, la cual decide, impide y objeta.
Juan y María pueblo viven el día a día, lloran cada vez que van al súper y se convierten en magos en economía, los de la vereda del frente, sólo piensan en perpetuarse y seguir siendo, “fui, soy, seré o seguiré siendo” esa es la consigna, sino será algún familiar directo, pero seguiré siendo.
– El autor pertenece a la ONG Conciencia Ambiental (Tucumán)
Concienciambientaltuc@hotmail.com
