La Faranda re-estrena la obra con nueva versión en el Ciclo “Cultura a la vista” en una diaria cita con los muñecos mecánicos y los títeres en miniatura. La reconocida compañía teatral salteña te espera cada tarde de vacaciones a las 17 hs. en la Sala Mecano de la Casa de la Cultura.
Fernando Arancibia y Claudia Peña le dan vida a sus criaturas mecánicas, en esta oportunidad, con la atractiva propuesta de la neo historia de los personajes de “Cuestión de ingenio”: Eureka, una pequeña niña, y Rimpinsato, el profesor que inventa todo tipo de artefactos. Padre e hija comparten la cotidiana búsqueda del ingenio.
Reaparece Regina Saputela, locutora de radio que será la encargada de anunciar al ganador de un Concurso Mundial de Inventos. La participación de Melena (un pelado), será decisiva en la historia luego de los sucesivos fracasos del profesor cuando sus inventos quedan pulverizados en medio del humo…
El encanto de los títeres mecánicos de La Faranda vuelve a conquistar al público por esa cuestión de ingenio de la que hacen gala los mismos creadores. El desplazamiento de los muñecos, el detalle de su construcción y la habilidad en el manejo constituyen una “rara avis” dentro del género. El mecanismo que emplean para las acciones de los personajes así como las voces, cuyos tonos acordes y lenguaje apropiado elevan la puesta, posibilitan su humanización. Los títeres dejan de verse como tales y comenzamos a ver en la escena retabloidal, verdaderos seres con vida propia.
Esta vez, La Faranda juega con el público a través de una divertida propuesta: ponerle un nombre a Mecanota. ¿Quién es este robótico amigo? Una invención de Rimpinsato. Eureka, quien se desplaza feliz por la “ramploz”, celebra cada creación de su padre, pero esta tiene una bella particularidad: puede ser un juguete del espectador. Se abre un concurso a nivel “real” por lo que lo ficcional traspasa la escena y cada uno puede pensar un nombre para Mecanota. Un verdadero desafío por la singular proliferación de extraños nombres que usa la Compañía para denominar sus muñecos.
En esta nueva historia, el profesor y Eureka llevan a fondo su admiración por la dupla 
Batman y Robin y juegan a “ser”, especie de muñeco dentro del muñeco (si existe la posibilidad imaginaria de pensar una metateatralización de los títeres). La situación se construye con humor y a la vieja usanza, la participación del títere de cachiporra hace de las suyas aquí.
Una forma divertida de explorar el mundo de la invención, por partida doble: la que logran los realizadores y la que hace posible el inventor personaje. Muy ingeniosos los farandos!
Lo que dijo Salta 21 en el 2012 sobre la obra:
Cuestión de ingenio
La Faranda repuso el 25 y 26 de julio esta obra de pequeño formato a las 19 hs. en el Salón Auditórium (Belgrano 1349) en el marco del festejo por los 15 años de teatro. La obra de muñecos manejados por Claudia Peña y Fernando Arancibia tiene un encanto particular: una máquina construida artesanalmente cuyos mecanismos se mueven a los ojos del espectador. En esta, el profesor Rimpinsato logra crear extraños electrodomésticos y raros juguetes mecánicos que son probados por su pequeña hija, un simpático títere de varilla, cuya gracia recrea la imagen de una dulce niña que admira a su padre, el inventor. El lavaplanchopas, magistral invento, termina pulverizándose por unas fallas en su mecánica, no sin antes mostrarnos su funcionamiento sorprendente., pequeño artefacto que logra atraer la mirada de los niños. La escena de la entrevista radial de Regina Saputela a Rimpinsato (títeres miniaturas), no tiene desperdicios; en ella, un bichizuelo hace propagandas como esta: “barredora metiche en todos los boliches”… Otro personaje irrumpe en la escena: Piticuiti, ¿quién será? ¿Qué querrá? Esta intromisión termina por confeccionar el universo de los creativos nombres de la propuesta farandesca. Y resulta que el profesor tiene como ídolo a un bati héroe, idea que va recreándose durante la propuesta. La ingenieril construcción de artefactos es lo mejor de la obra.
– Fotos tomadas por Salta 21
