Si bien implicó el encuentro de dos mundos, la expresión descubrimiento es muy criticada. ¿Encuentro de culturas? ¿Usurpación? ¿Conquista?, de los europeos a este continente denominado América, nombre que terminó imponiéndose para suprimir el antiguo –que significaba en las lenguas de los pueblos originarios: “tierra entre aguas”-.
El año pasado, en la Argentina, aprovechando la remembranza, el Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo presentó un proyecto de decreto para que esta fecha sea renombrada y pase a llamarse “Día de la Diversidad Cultural Americana”.
El objetivo de la propuesta era que el Día de la Raza (nombre que reciben en la mayoría de los países hispanoamericanos, denominado así por el ex-ministro Faustino Rodríguez-San Pedro, Presidente de la Unión
Ibero-Americana, que en 1913 consideró que sería bueno contar con una celebración que uniese a España e Iberoamérica) se transforme en una jornada de valorización de las identidades étnicas y culturales y de reflexión histórica.
Según el proyecto, la denominación de la efeméride como Día de la Raza es inadecuada. En 1963, la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, indicó en un documento que «toda idea o doctrina de superioridad basada en la diferenciación racial es científicamente falsa, moralmente condenable y socialmente injusta».
Mudanzas de este estilo se llevaron a cabo en otros países. Por ejemplo, en Venezuela desde el 2002, se celebra el Día de la Resistencia Indígena y en Chile, a partir del 2000, la fecha recibió el nombre de Día del Descubrimiento de Dos Mundos. En España se celebra el Día de la Hispanidad y en los Estados Unidos es
conocida como Día de Colón.
¿Descubrimiento? ¿Choque de culturas? ¿Conquista? Depende de cómo se lo mire, con los ojos de quién. Si bien este acontecimiento significó el encontronazo de dos mundos que se habían desarrollado sin que ninguno conociera la existencia del otro, la expresión descubrimiento
de América fue y es muy criticada. Para diferentes organizaciones sociales, el 12 de octubre es sinónimo de luto para los pueblos originarios de América ya que pretende «festejar» el avasallamiento realizado por la colonización española a su cultura.
Diferentes comunidades indígenas recuerdan el día anterior, el 11, como el último de libertad de los pueblos originarios.
Por ejemplo, Octorina Zamora, perteneciente a la comunidad indígena Wichi sostuvo una vez que “el 12 de octubre es un día de reflexión acerca del etnocidio y genocidio que comenzó en 1492 pero que aún no ha cesado ya que es doloroso ver que nuestros hermanos mueren por inanición. Queremos que paren los desmontes y se regularicen los títulos de nuestras tierras”.
¿Por qué festejar la conquista, invasión, ocupación, de aquellos que destruyeron a nuestros pueblos de origen? se preguntan unos, mientras otros se cuestionan cómo hubiese sido el desarrollo de los mismos si aquellas carabelas no hubieren llegado en ese momento.
– Fuente: Boletín del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Salta