El viernes 17 a las 19. 15 hs. en el Teatro Provincial comenzó este show de colores, movimientos, canciones y muñecos de la TV. Increíble performance del público. A lleno total de sala, papás se peleaban por una entrada en la puerta del teatro. Dos y tres años tienen los pequeños a los que copa pero los padres, bailaban y cantaban las letras. Algunos se sentaron en el piso para ver la función. Pero hay algo más detrás de este gran espectáculo.
Admirada por la recepción de este fenómeno de masas, atraída por la hermosura de las imágenes, me senté en el piso también, junto a otras personas. Presté atención a este aspecto lingüístico del que habla Ignacio Apolo en su crítica de la obra de Yasmina Reza, Confesiones después de un entierro , traducida por Fernando Masllorens y Federico González del Pino (abajo dejo el link para que lean), a la que este dramaturgo se refiere como “oralidad imposible”.
Apolo, en su nota, contextualiza y explica perfectamente bien, esta sensación de extrañeza y de desnaturalización del lenguaje en la traducción literal de una obra “literaria” teatralizada, fenómeno que también se observa en “Muerte de un viajante”.
Ahora bien, a dónde quiero llegar. Más allá de la bonanza de los Backyardigans, ya que en propias palabras de las mamás en el teatro “Son dibujos sin ninguna maldad”, noté que se trata de un fenómeno socio-lingüístico para estudiar. Por qué. La mamá de un nene de 3 años me dice que su hijo expresa: “Alto niño”, en lugar de “pará” o “esperá”. Con relación a esto anoté cuatro frases dichas por los personajes: “eres lista”, “Deténte”, “oh rayos”, “tú sabes”. Es una mezcla del español de España, estandarizado con el español de México, estandarizado también. Globalizado. No tuteamos en Argentina, usamos el voseo, tenemos un español “distinto” a estos.
Los niños hablan como los dibujos que ven en el Discovery Kids y que los papás alientan a ver. El “Gran maestro” pasa a ser el cuadrado mágico, la TV; porque además, los Backyardigans los hacen cantar e incentivan la creatividad al contar historias imaginativas y maravillosas. No son los padres los que educan sino la TV, no son los maestros los que enseñan el lenguaje sino la TV. La educación no está ni en la casa ni en la escuela, los valores están en el mercado de consumo que impone la forma. Después de ver este espectáculo para qué querría un niño leer un cuento o aprender de la maestra: es aburrido. En la TV todo está envasado, probado y es más atractivo.
Ahora bien. Me dicen que esto es mejor que “Chiquititas” o “Casi ángeles” en donde el español de Buenos Aires es imbancable. Y los adolescentes y púberes “contratan” códigos ajenos y copian las maneras de hablar. La TV coloniza al niño, al púber, al adolescente y al adulto. ¿A favor de qué? De la desintegración lingüística y de la desterritorialización de la que habla García Canclini.
En la escuela se enseña a conjugar el verbo en la segunda persona del singular y del plural: “Tú amas”, “vosotros amáis”, nada más forzado y descontextualizado; sí se incorporó el “vos” y el «ustedes” pero en verdad no podemos abstraernos del “correcto español” de España.
Como adulta, percibí en el espectáculo esta cuestión de la falsedad lingüística. Pero tengo el criterio para darme cuenta: los niños no eligen, consumen. Es tranquilizador para los padres porque ven a sus hijos cantar, bailar, disfrutar, jugar y hablar como “otros”. ¡Maravilloso! Impávidos, colocan al “Gran Maestro” a formar a sus hijos porque los dibujos son “buenitos”.
El espectáculo propone un juego interactivo a los chicos que es alucinante. Los personajes les dicen “compañeros de viaje” a los niños y a la par que estos llegan a su meta y se convierten en caballeros, los espectadores también se convierten en caballeros. Y les hacen un juego basado en múltiple choice con lo que el chico recupera la historia que va viendo. Excelente.
La nota es para la reflexión, evidencia una realidad. El espectáculo es conquistador. El fenómeno es para el debate.
Sobre el espectáculo
“Los Backyardigans”, una de las series animadas más populares del canal Discovery Kids, vienen a presentarse en vivo por primera vez en nuestro país en el Teatro Ópera, a partir del día 21 de junio hasta el 10 de agosto inclusive. El show es una producción original de Nickelodeon.
Pablo, Tyrone, Uniqua, Tasha y Austin, vendrán para compartir junto a toda la familia una de sus más grandes aventuras, a través del aprendizaje creativo y al compás de la música y la danza.
El “backyard” (patio de atrás), es el lugar soñado para los Backyardigans. Allí, todas sus aventuras se hacen realidad, transformándose en un escenario que les sirve para recrear sus propias historias musicales…y aventuras! Las historias son encaminadas por coreografías y los hits de la serie, las canciones que todos los niños conocen! Los géneros musicales van desde el Bossa Nova hasta el Hip-Hop.
El show tendrá una duración de una hora, con un intervalo de 10 minutos. Habrá escenografía original y proyecciones de animación de Nickelodeon. Este show es ideal para los niños, un espectáculo en donde se trabaja al máximo los valores, la aventura y la amistad.
Actualmente, la licencia pre-escolar más exitosa del momento.
Argumento
Uniqua la Rosa deberá entregar un mensaje secreto, que la Reina Tasha le envía al Rey Austin. Si logra entregarlo a tiempo, será convertida en un caballero! Pero el viaje será muy difícil: Uniqua deberá enfrentarse con el Alce de la bruma, convencer al Guardián de la puerta y cruzar el pantano de la Pestilencia, un hediondo lago cuyas aguas apestan tanto, que quien las toca olerá mal por siempre… Fuchi!
¿Podrán Uniqua, Tyrone y Pablo demostrar que son Valientes, Brillantes y Fuertes? ¿Lograrán llevar el mensaje secreto a destino? En esta divertida aventura no faltarán Reinas, Reyes, Caballeros y pantanos que apestan a wacala!
– Dato: papá incivilizado golpeó al productor del espectáculo por no tener más entradas ni lugar para su niño. «¡Rayos! Deténte padre», ¿no estás educando a tu hijo?
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