La actriz explica que la llevo a abrazar la música. Diferencia la difícil etapa del enamoramiento del verdadero amor y dice que «los artistas nos llevamos bárbaro aunque tengamos diferencias políticas».
«El enamoramiento es una porquería. Cuando uno está en proceso de enamorarse de otra persona se vuelve más posesivo y desesperado. El amor es otra cosa, que no tiene nada que ver con la fase previa. El amor es aceptar al otro tal como es», sostiene Rita Cortese, quien esta noche a las 21 presenta su espectáculo Canciones Desesperadas, en el local Bebop, de la calle Moreno 372, del porteñísimo barrio de San Telmo, donde canta un repertorio de boleros y tangos. Luego, agrega: «Como en las canciones toco muchos temas acerca del enamoramiento, creí que la mejor forma de explicitar cómo lo siento, es poniéndole el nombre a mi obra Canciones Desesperadas».
Reconocida actriz y cantante, siente que el canto es «una expresión artística liberadora. Empecé a cantar a los 48 años, porque sentía las ganas de poder explorar nuevos rumbos, por lo que decidí practicar una por día en mi casa para poder aprender la técnica. Hice un espectáculo de tangos con Soledad Villamil y luego con Claribel Medina. Hoy llegó el momento de que tenga mi primera experiencia cantando sola en el escenario».
Cuando se decidió a cantar, tuvo algunos obstáculos para sobreponerse: «Cuando practicaba en mi casa todo fluía. En el momento de pararme sobre un escenario, allí comienzan a jugarse otras cosas que están relacionadas con la energía que se genera entre el artista y el público. Con el tiempo, pude afirmarme y hoy estoy completamente segura cuando me subo a cantar».
Opina que «hay grandes artistas en la actualidad. Creo que lo que hacen Miguel Ángel Sola y Esther Goris en La Leona es de una calidad superlativa. Ambos son verdaderos expertos que enaltecen nuestra profesión. Porque actores y actrices puede haber muchos, pero artistas son los menos». Siguiendo con el tema, agrega que «los artistas tienen que tener una visión muy especial del mundo y una ideología muy marcada. Yo me considero así porque no me dan igual las cosas, no me pasa inadvertido que alguien se quede sin trabajo o que lo repriman por reclamar cuestiones justas».
A sus 66 años, celebra que «en el último tiempo haya habido creadores jóvenes comprometidos que emergieron en nuestro país. Tanto los chicos como los adultos hemos logrado reconstruir una expresión cultural del ser argentino muy interesante. La cultura es movimiento constante por el cual se crean nuevas cosas todo el tiempo, por eso es muy importante que el Estado apoye a las cuestiones culturales y no las destruya».
Al ser consultada acerca de sus miedos, dispara: «Le tengo miedo a la tristeza. No quiero tener que pasar por momentos de oscuridad».
Algunos creen que puede haber una división entre los actores por cuestiones ideológicas. Sin embargo, Rita afirma que «ese fue un invento que lograron imponer. La verdad es que entre nosotros nos llevamos bárbaro, a pesar de que tenemos nuestras diferencias políticas. El disenso es lo más sano que tiene la democracia y debemos aceptar que el otro piense distinto, porque es parte del juego y por lo que podemos enriquecernos todos. De hecho, trabajé en Pol-Ka con muchos compañeros con quienes no compartía ideas políticas y eso no impidió que nos lleváramos bien y hagamos un buen laburo. Las diferencias existen pero eso no significa que haya peleas o disputas como algunos quisieron imponer durante un tiempo».
En cuanto a proyectos a futuro, el teatro aparece en el horizonte: «Voy a hacer una obra de Federico García Lorca conocida como Doña Rosita la Soltera, en el Teatro San Martín. Me tiene muy emocionada poder participar de un proyecto de semejante calibre artístico y cultural. Este tipo de cosas me alimentan a ser una agradecida por la carrera que he hecho a lo largo de mi vida».
Si tuviera la posibilidad de encontrarse a sí misma a los 15 años, se diría que «no seas tan dura con vos misma. Permitite sentir más porque el resto de tu vida vas a vivir de las emociones, por lo que tenés que levantar la barrera que hace que te defiendas mucho. A veces, he estado muy a la defensiva en algunas situaciones, y creo que eso podría haberlo hecho de otra forma. Definitivamente, me diría cosas que apelen a sensibilizarme más y estar abierta a nuevos sentimientos».
– Por Guido Gutiérrez Mónaco
– Diario Popular
