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domingo, noviembre 24, 2024

La madre de las Zonceras (… la que las parió todas)

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Cierta vez alguien me dijo que la tontera no se heredaba como una tara genética, sino que se adquiría por el ejercicio reiterado de actos estúpidos.

Sin pretender ser un genetista o un filósofo de la naturaleza humana, días pasados me preguntaba respecto de los avatares financieros que hoy en día, vuelven a sembrar el julepe en los argentinos, y de cómo salimos de este merequetengue Kármico, que nos lleva a bailar al son de conga perversa de los EEUU, del G8 , de la Unión Europea, de los nipones y su Nikey, de las bolsas asiáticas y de quién sabe de que otra pluma verde más.

A su vez contrastaba esta situación (siempre dentro de mis cavilaciones de argentino baquiano, sufrido, y a la espera de lluvias que terminen con esta sequía financiera), con la reacción anestesiada, tardía, y desprovista de toda noción de prolijidad por parte de nuestros gobernantes de turno que haciendo honor a la tradición argentina instaurada desde 1983 de patear en contra del equipo (léase la República Argentina), entregaron islas en el sur argentino, regalaron las empresas nacionales, fundieron el país…

Y ahora (pingüinos mediante) renunciando a la república, entramos al matriarcado donde todos vamos detrás de la yegua madrina de la tropilla, rumbo a la aguada de los recuerdos, donde quedó en espera la promoción de la vida humana, la mentada dignificación del trabajo, el sueño de la casita propia, la jubilación justa para nuestros viejos y para nosotros, de un futuro mejor , y demás sueños que supimos perder egoístamente cada vez que algún zonzo argentino puso su voto interesado y ombliguista en alguna urna, en la espera de obtener para sus hijos, o para él, para su esposa, un pariente, o lo que fuere, alguna dádiva del poder; mirando sus tripas y olvidándose de las del prójimo, vendiendo su futuro y el de todos, por un bolsón, un plan social, o por un trabajo en la administración pública.

Lázaro de Tormes (muy poco leído pero mayoritariamente intuido por los argentinos), dijera: “… un empleo de la corona, que los que no lo tienen medran”, aunque veo oportuno recordar a San Agustín cuando señalaba:… “los favores recibidos del poder nunca son inocentes”. Y, es que hoy gracias al resultado operado por nuestro sesudo electorado en los pasados comicios, nos vemos en la encrucijada de tener que defendernos nuevamente del Estado, judicializando nuestras vidas, con recursos de amparo, continuando con la dialéctica perversa de ser nosotros víctimas y victimarios.

VÍCTIMAS: porque nuevamente, al igual que en el corralito, nos confinarán a padecer el atropello obsceno de ver cómo se viola la primera parte sacrosanta y dogmática de la Constitución Nacional que consagra la inviolabilidad de la propiedad privada, denominándola Declaración de Derechos y Garantías (Art. 14), cuando se pretende reestatizar los fondos privados de las AFJP, para que ingresen a la caja de los Kirchner, y lo usen para campañas políticas, algún viaje suntuoso de Cristina, punteros políticos, y otras verduras de la corrupción estructural de la vendita clase política; lo que me hace exudar un rosario de salutaciones, semánticamente irreproducibles.

Dicho esto: ¿Cómo zafo del estado? … Imposible: la ciudadanía es irrenunciable por ley, (esto vaya para los que optan por abandonar el barco) pero para los que amamos este dulce tormento de ser argentinos, no nos queda otra que dejar de pensar con las posaderas y emitir nuestro voto discernido, racional y patriótico en los comicios, con lo cual dejaremos de ser nuestros propios VICTIMARIOS.

En fin… ¿será verdad aquello de: vox populis , vox dei?

¡Debo concluir que no!

Con un electorado Tinellizado y Crismorenizado, ¡echo por tierra esta sentencia latina!; y creo que la que más se compadece con la realidad sociopolítica de nuestro país sería: …al pueblo ”panem et circus”.

Y sí… gran parte de los argentinos desayunan al compás, no ya de la marcha peronista, o de la Avenida de las Camelias (para los nostálgicos conservadores) sino al ritmo de Meta Guacha y la cumbia villera.

¡Que lo parió! Donde iremos a parar si se apaga Balderrama, (si no se nos corta la leche antes)

En fin…mí estimado Dr. Jaureche… debemos agiornar nuestro manual de zonceras argentinas, integrando, esta vez sí, la tara social.

…Y les he dicho todo esto y no sé para qué, porque a la gente azonsada, no la curan los consejos; Cuando muere el zonzo viejo, queda la zonza preñada.

Bueno, me voy, dejándolos con la urticaria, pero antes les pido un favor,

“Cambiemos nuestro destino político,

Si no podemos por falta de amor a la patria,

Al menos que sea por buen gusto,

¡Cambiemos la cumbia por la zamba!

¡Es tan linda la zamba!”

(Extracto del libro “Memorias del olvido” de Valconte)

– Primera columna del autor para nuestro sitio.

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1 COMENTARIO

  1. Civilización y Barbarie
    En nuestra pobre cultura «nacional» fué inyectado un virus, allá en el Génesis de nuestra Patria, este que nos hace «distintos», por un lado los intelectuales y creidos y por el otro la gran masa trabajadora, otras veces pobre, otra veces campesina, otra veces excluidas.

    Mirarse de igual a igual, sin perder el rol que a cada uno le toca, es el antivirus de este antagonismo que nos lacera como pueblo desde siempre: Vox Populi, vox Dei siempre!, cumbia y zamba también.

    Ahora bien, lo conveniente es combatir a los poderosos intereses creados que crean esta cultura ambiente de enfermedad y muerte social y no machacar a las víctimas. Nuestro País siempre estuvo manejado por expresiones del poder económico en distintas versiones, un pueblo dócil, listo para jugarse por el ideal nacional y permanentemente engañado en esta virtud, siempre que se manifestó masivamente lo hizo con sabiduría histórica.

    Nuestra presidenta tiene un gran rango para poderla calificar de esto o de aquello(no es santa de mi devoción) intenta velar por la alteridad en la sociedad, pero se observa una fuerte miopía ideológica, pero aún así tiene un saldo a favor: los votos, la busqueda de justicia(aunque se denota parcialidad)y por que no mencionar la intencionalidad de redistribuir las riquezas(aunque la mayoría no estemos de acuerdo en la forma).

    Protejer el sistema republicano, alimnetar nuestros valores nacionales integramente es como velar y cuidar por nuestra propia familia.

    Muy atte Hugo Luis Daher

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