La siguiente columna de opinión, resulta fundamental para comprender por qué no es aplaudible lo que hizo la docente de Mar del Plata al aprobar a una alumna que en el examen dijo que no sabía nada y que su historia se publicó en el diario La Nación, La Voz, etc. ; fue republicada por Salta 21* y fue muy comentada en las redes sociales.
“La aprobé. La abracé cuando se fue…”– Lucía Gorricho
No comparto el gesto de la profesora, no me parece “una genia”, ni una forma de educación popular, ni una docente ejemplar y cuantos elogios más expresados por las redes sociales. Me niego aplaudir la estafa al conocimiento y más cuando se ejecuta contra los estudiantes de los sectores populares, los más carentes de todo capital material y simbólico, ya que ellos son merecedores del respeto primordial a través de recibir el mejor y más elevado conocimiento escolar. Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda, solo en acrecentar su opresión laboral y académica futura. Además, se suma el dejo de fatalismo racial que tiñe su texto, destaca: “Con piel morena y voz muy bajita”…” Abrió los ojos enormes…” «no se acordaba ninguno…” no había podido estudiar porque no tenía libro ni carpeta…” no supo decir nada en relación a los contenidos de la planificación anual”… «Corregí las faltas de ortografía y agregué algunos signos de puntuación para facilitar la lectura.” Se refiere a la alumna por sus rasgos físicos y sus carencias materiales e intelectuales y el manejo de un “código lingüístico restringido”. (Bernstein)
Por otro lado, esta lamentable experiencia pedagógica de la profesora que aprobó a la estudiante “sin saber nada”, se enmarca en la política educativa de estos años largos pasados. Ella destaca: «El director me anticipó que el nivel académico no era bueno pero que era una alumna que se esforzaba mucho para estar en la escuela.”
La gestión educativa anterior bajó líneas directas e indirectas para aprobar a los alumnos como sea, para bajar los porcentajes de desaprobados. Desde el Plan de Mejora Institucional (PMI), la reformulación de metodologías, estrategias de aprendizajes, observaciones de supervisores de exámenes, actas mediantes y cuántas otras historias de presión vividas por los docentes para aprobar a los alumnos y justificar el nivel secundario obligatorio e inclusivo. Los saberes escolares del nivel secundario están devaluados y reducidos a los NAP (núcleos de aprendizajes prioritarios) y habilidades cognitivas. Este proceso de deterioro comenzó con la Ley Federal de Educación que reemplazó y vació a las asignaturas de contenidos. En esta línea continuamos, por el momento no se avizoran cambios en el horizonte de la calidad educativa.
Por último, el texto de la profesora me llevó a pensar en la propuesta pedagógica de Phillipe Meirieu, quien visitó a la Argentina y dictó una conferencia en el contexto de la celebración de los 30 de democracia,”La opción de educar y la responsabilidad pedagógica” .Dice:”La escuela transmite saberes, pero la escuela democrática transmite no cualquier saber y no de cualquier manera. No transmite solo los saberes según lo que Paulo Freire llamaba “sistema bancario” para aprobar un examen y pasar al nivel superior, sino que transmite saberes que permiten a la vez, inscribirse en una historia y proyectarse en un futuro. Son saberes emancipadores y esa capacidad emancipadora de los saberes es una manera de volver a poner al saber en el centro de la escuela. Y para eso necesitan tener delante, adultos que a su vez se emanciparon mediante el conocimiento. Es de esa manera como vamos a volver a abrir el camino del conocimiento, y como vamos a hacer que los saberes escolares no sean solamente utilidades escolares sino herramientas de formación de los ciudadanos.” También sostiene que la evaluación debe hacer progresar el conocimiento del alumno, “es el derecho a la perfección.” El derecho mayor, el de poder aprender, y se logra a través de la evaluación. El adulto debe exigir la perfección más que evaluar la mediocridad de sus alumnos. Realmente allí hace su trabajo de educador.
“Entonces le dije que yo tenía toda la voluntad de aprobarla pero que era fundamental que escribiera algo que justificara la nota…La aprobé. La abracé cuando se fue…” Triste y desgraciada opción pedagógica de la profesora .
– Prof. Alicia Balderrama
* http://www.salta21.com/La-historia-de-una-alumna-que.html
Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda
Sra Carmen Ayala, creo que el caso concreto alude a una alumna marginal, por lo tanto es imprescindible CONTEXTUALIZAR, porque, específicamente, (en esta oportunidad, excepcionalmente) la Escuela y sus recursos humanos (incluido el Director) deben actuar conteniendo y depositando las mejores intenciones en esos sujetos-actores de la recepción. Convengamos que lo mismo pasa con alumnos del Colegio Belgrano o del Bachillerato Humanísta, en que son contenedores y depósitos de programas privilegiados, en que cuentan con Gabinetes Pedagógicos y sobre todo con referentes familiares que acompañan dichos Métodos y no , precisamente, sectores marginales, a los que la Escuela y sus sacrificados Maestros, tienen que cumplir roles de familiares sustitutos. Eso lo entendió y actúo, perfectamente, la Profesora en cuestión, porque supo,puntualmente, CONTEXTUALIZAR, quién tenía al frente y cual era su demanda. Quizá, en esta alumna y en este contexto, fue prioridad actuar, Institucionalmente,. como contenedor y depósito, por encima de los prejuicios sociales y las didácticas teóricas. Atte. Manghera
Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda
Sra Carmen Ayala, creo que el caso concreto alude a una alumna marginal, por lo tanto es imprescindible CONTEXTUALIZAR, porque, específicamente, (en esta oportunidad, excepcionalmente) la Escuela y sus recursos humanos (incluido el Director) deben actuar conteniendo y depositando las mejores intenciones en esos sujetos-actores de la recepción. Convengamos que lo mismo pasa con alumnos del Colegio Belgrano o del Bachillerato Humanísta, en que son contenedores y depósitos de programas privilegiados, en que cuentan con Gabinetes Pedagógicos y sobre todo con referentes familiares que acompañan dichos Métodos y no , precisamente, sectores marginales, a los que la Escuela y sus sacrificados Maestros, tienen que cumplir roles de familiares sustitutos. Eso lo entendió y actúo, perfectamente, la Profesora en cuestión, porque supo,puntualmente, CONTEXTUALIZAR, quién tenía al frente y cual era su demanda. Quizá, en esta alumna y en este contexto, fue prioridad actuar, Institucionalmente,. como contenedor y depósito, por encima de los prejuicios sociales y las didácticas teóricas. Atte. Manghera
Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda
Asi que adentro de la escuela hay droga y vagancia nomas??? Sinceramente quienes piensan asi estan viendo una sola cara del asunto. Por supuesto que es mejor que un chico este adentro y no afuera de la escuela, aun con todas las falencias que tiene el sistema educativo. No seamos necios.
Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda
La escuela no es ni un contenedor ni un depósito. La escuela es el lugar del saber. ¿Afuera se hacen carne de los vicios? Adentro no están a salvo, esa escuela que ve usted es una escuela ideal, inexistente. Adentro hay vagancia y hay droga.
No es posible pensar la escuela como un lugar de «reforma».
Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda
Hugo L. Daher, siempre MFT. Mejor para cualquier ciudadano, en edad escolar, es que esté ADENTRO DE LA ESCUELA y no como desertor deambulante. Desconoce este Sr. lo que representa la Escuela como organizador social, como Institución contenedora para evitar que estos niños o adolescentes, insuman su tiempo en el aprendizaje callejero. Siempre será más útil que siga relacionado con su entorno conocido (amigos) y próximo a los maestros que le inculcaran principios de convivencia y sus normas elementales. A los alumnos hay que evitar expulsarlos, porque fuera se hacen carne de los vicios y los hábitos de la vagancia callejera….etc. Por otro lado, le sugiero que refrene sus prejuicios en contra de la Escuela Pública (sector público, como Ud. lo llama) porque para mi coleto, la MAESTRA sigue siendo un puntal en la educación, aunque su salario sea humillante e insuficiente. Me parece que su ideología, lo puede. Atte. Manghera
Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda
Hugo L. Daher, siempre MFT. Mejor para cualquier ciudadano, en edad escolar, es que esté ADENTRO DE LA ESCUELA y no como desertor deambulante. Desconoce este Sr. lo que representa la Escuela como organizador social, como Institución contenedora para evitar que estos niños o adolescentes, insuman su tiempo en el aprendizaje callejero. Siempre será más útil que siga relacionado con su entorno conocido (amigos) y próximo a los maestros que le inculcaran principios de convivencia y sus normas elementales. A los alumnos hay que evitar expulsarlos, porque fuera se hacen carne de los vicios y los hábitos de la vagancia callejera….etc. Por otro lado, le sugiero que refrene sus prejuicios en contra de la Escuela Pública (sector público, como Ud. lo llama) porque para mi coleto, la MAESTRA sigue siendo un puntal en la educación, aunque su salario sea humillante e insuficiente. Me parece que su ideología, lo puede. Atte. Manghera
Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda
la escuela juega un rol preponderante en la sociedad, la docente evaluo saberes cognitivo de geografia en donde la alumna supo interpretar comentando lo cotidiano.
Aprobar a una alumna “sin saber nada”, en nada la ayuda
Mientras las escuelas sigan siendo un recipiente donde se deposita la miseria social….al menos en gran parte del sector público, de ella la sociedad cosechará mediocridad y junto con esto delincuencia, vicio, dependencia, violencia y todo este tipo de yerbas.
A algunos les conviene esta chatura para sacar provecho sobre todo económico.
Atte. HLD