A partir de la sanción de la Ley Nacional del Teatro Nº 24.800, se crea el Instituto Nacional del Teatro como organismo rector de la promoción y apoyo de la actividad teatral en todo el territorio del país. Las amplias facultades que otorga la Ley al Instituto permiten la elaboración, ejecución y seguimiento de una política teatral en todo el territorio del país, y su caracter federal hace de las provincias las principales beneficiarias de la promoción y apoyo que realiza este Instituto.
La situación actual
El Instituto Nacional del Teatro se encuentra atravesando una delicada situación institucional, consecuencia de las graves pujas internas que generaron la crisis del 2015.
Desde el momento mismo en que asumimos el desafío de esta nueva gestión, lo hicimos con el firme compromiso de defender la Ley Nacional del Teatro, fortalecer la institucionalidad del organismo y proteger a los beneficiarios.
Hasta que sean designados los próximos Representantes del Quehacer Teatral Nacional – por el concurso público que retomamos en esta gestión, y que estuvo paralizado durante casi un año en la gestión anterior – la única alternativa legal que nos ofrece la normativa para no paralizar el accionar del organismo, es a través del artículo 8 del Reglamento Interno del Consejo de Dirección. De este modo, los pasados 11 y 12 de abril, el Secretario General y el Director Ejecutivo, con el aval de los demás consejeros, aprobamos mediante esta norma, todos los subsidios que habían sido evaluados por el Jurado. Estas decisiones, tal como lo expresa dicho artículo, deberán luego ser reconfirmadas por el Consejo de Dirección, cuando se constituya legalmente.
Sobre los primeros meses de gestión
Al iniciar nuestra tarea, nos encontramos con un organismo paralizado. Los mayores perjudicados habían sido los hombres y mujeres del país que llevan adelante su oficio con esfuerzo y pasión. Frente a esto, con gran dedicación, garantizamos la continuidad administrativa y logramos que el Estado Nacional cumpla con todos sus compromisos de pagos y la continuidad de sus tramitaciones.
Nos encontramos con Fiestas Provinciales suspendidas y con incertidumbre por su concreción. En estos días estamos finalizando las que estaban pendientes, y en mayo tendremos nuestra Fiesta Nacional del Teatro en Tucumán.
Nos encontramos con una ausencia de diálogo con las comunidades teatrales. Y desde el mes de enero estamos propiciando el encuentro con teatristas y organizaciones de todas las regiones del país.
Nos encontramos con un Consejo de Dirección Soberano, que actuó en el pasado por encima de la Ley Nacional del Teatro y la Ley de Administración Financiera, por encima de dictámenes de la Procuración del Tesoro de la Nación y de la Sindicatura General de la Nación, por irresponsabilidad o impericia. En nuestra gestión, decidimos apoyarnos en las áreas técnicas para garantizar un funcionamiento legal y responsable.
Nos encontramos con un gran desorden administrativo, con un alto nivel de incumplimiento de rendiciones de cuentas, con graves irregularidades que afectaron y afectan el funcionamiento del organismo. Incansables, y con el acompañamiento de todo el equipo de trabajadores del Instituto, estamos fiscalizando, analizando, proponiendo, investigando.
Queremos sanear el INT y transformarlo en un organismo que prestigie la actividad teatral.
Somos conscientes del trabajo sostenido por décadas de artistas y gestores que lucharon por la sanción de una Ley que marcó el nacimiento del INT y colaboró con el fomento de la actividad en todo el territorio nacional. Somos conscientes también de sus debilidades y de los problemas ante los que ese mismo texto nos enfrenta; pero antes que críticos somos sus defensores. La Ley no está para ser usada como cada uno quiera, sino para ser cumplida. Si la Ley requiere de modificaciones, serán los mismos teatristas quienes tengan la oportunidad de exponerlo en los Foros Regionales y el Foro Nacional que realizaremos este año. Mientras tanto, debemos velar por su cumplimiento. Y propiciar un trabajo comprometido en las modificaciones de las reglamentaciones internas, que garanticen de manera clara y rotunda, la continuidad institucional y administrativa del Instituto Nacional del Teatro.
– Marcelo Allasino, Director Ejecutivo del INT
– Federico Irazábal, Representante del Ministerio de Cultura de la Nación en el INT