Entre el Bono, Pobreza Cero y la Bendición Papal a Macri

Entre el Bono, Pobreza Cero y la Bendición Papal a Macri
Me parece altamente vergonsozo qué todos los políticos argentinos tomen la institución papal como su revolcadero y al Papa como su palo de atar mulas. También me parece lamentable qué el Papa se preste a ello. Bergoglio conoce muy bién a los políticos de este país. No puede, o no debería, pues, hacerse la más mínima ilusión con ellos. En consecuencia, debería anunciar públicamente qué no dará audiencias personales a ningún político argentino, ni latinoamericano, en funciones. De no hacerlo así, corre el riesgo cierto de ser utilizado vilmente por esa gente, qué es capaz de cualquier cosa, de cualquier cosa, con tal de ganar puntos en las encuestas.

Un ejemplo clarísimo al respecto aparecío esta semana y fue denunciado públicamente por el escritor Mempo Gardinelli como un acto de gran bajeza y de total inmoralidad, opinión qué comparto. Resulta qué, nuestro bién amado gobernador, a fin de promover SU «invento»: el voto electrónico, se presento ante los medios con un chico con capacidades disminuídas, down y puso al chico a «votar» con la ayuda del aparato. El «mensaje» era clarísimo: «Con MI INVENTO, hasta un ………..puede votar sin problemas. Macri, y los otros fanáticos «creyentes» católicos que han aparecido súbitamente desde qué asumió Bergoglio (y hacen colas para conseguir audiencias con el Papa) quieren hacer exactamente lo mismo con él; usarlo cómo tonto útil. Se trata de manipulearlo para qué aparezca como su mensajero personal. Su estratégia es informar a la opinión pública del mundo qué el Papa avala TODO, lo qué ellos hacen y quieren hacer y, por tanto, todo lo qué ellos buscan, debe ser bueno. Y bueno por definición, de acuerdo a la Divinidad y con la doctrina de Cristo. Así, de ese modo, Menem, los Kirshner y otros especímenes latinoamericanos de igual o peor calaña (como ése Peña Nieto), ya han conseguido no sólo aparecer como humildes corderos de Dios, sino tambien creen haber obtenido su billete de entrada directa al cielo, sin pasar ni por el purgatorio siquiera (qué sería lo mínimo qué les correspondería).

Por otra parte, su Macri y/o, su gabinete, no puede resolver ningún problema sin el Papa, bueno, que renuncién todos y pongamos al Papa y a sus cardenales en su lugar