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domingo, noviembre 24, 2024

Macri se comunicó con Trump y le sacó una promesa: «Tendremos la relación más cercana de la historia»

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La charla se prolongó durante 15 minutos. Ambos recordaron su histórica relación personal y se comprometieron a trabajar en una agenda común para el crecimiento de ambos países. El mandatario argentino lo invitó a la cumbre del G-20 que se realizaría en Buenos Aires.

El Gobierno concretó un logro político que esperaba con asiedad tras las elecciones norteamericanas: el presidente Mauricio Macri se comunicó este lunes con el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, para felicitarlo por su triunfo electoral.

La charla se prolongó durante 15 minutos. Ambos recordaron su «histórica relación personal» y se comprometieron a trabajar en una agenda común para el crecimiento de los dos países.

Rápido de reflejos, el equipo de Comunicación de Cambiemos se apuró en difundir el llamado y la breve comunicación, en un contexto político y económico signado por las dudas que despierta el escenario tras la elección.

Macri dijo que espera verlo en Buenos Aires durante la cumbre del G-20, que se realizaría en esta ciudad en 2018, a lo que Trump contestó que le gustaría recibirlo en la Casa Blanca antes de ese año.

“Argentina es un gran país y tendremos la más cercana relación entre nuestros países de la historia”, dijo Trump.

«Fue una buena conversación. Mauricio estaba conforme», dijeron fuentes del Ejecutivo a Clarín. La comunicación la venía gestionando el Ministerio de Relaciones Exteriores por expreso pedido del Presidente desde la misma noche de la elección.

La canciller Susana Malcorra logró el contacto mediante el yerno de Donald Trump, Jared Kushner, quien integra el comité de transición del republicano.

No se trata de un llamado cualquiera. Es que el Gobierno de Cambiemos había apoyado, mediante distintas declaraciones y gestos, la candidatura de la demócrata Hillary Clinton.

La propia Malcorra había afirmado 24 horas antes de la elección que Trump representaba «un proceso de cierre y xenofobia».

El resultado electoral hizo volver sobre sus palabras al Gobierno, que tuvo que felicitar al candidato y comenzar rápidamente a reconstruir sus vínculos con la potencia del mundo.

Volantazo obligado

Las preferencias de Macri hacia Clinton y en contra de Trump habían sido demasiado explícitas.

A punto tal que el mandatario hizo pública sus críticas a la idea de «construir muros». Más aún, no tuvo reparos en afirmar que se sentiría mejor con Hillary.

Su simpatía hacia la candidata era tan marcada que, en Nueva York y en el marco de una gira, le dijo públicamente a su marido Bill Clinton que esperaba verlo en Buenos Aires ya con el título de «primer caballero».

El triunfo del magnate cambió por completo los planes y el Gobierno tuvo que operar un giro urgente para reflotar la viabilidad de la relación bilateral. «Felicito a @realdonaldtrump en su triunfo y espero que podamos trabajar juntos por el bien de nuestros pueblos», fue su mensaje de salutación.

Acostumbrada al mundo de las formas y modales, Malcorra también cumplió con aquello que marca el protocolo y la diplomacia internacional.

«El pueblo norteamericano ha hablado en las urnas, felicitaciones por la democracia y sus instituciones«, escribió.

Luego, reflexionó sobre el significado del triunfo: «Es resultado de un proceso electoral democrático», señaló.

No obstante, no ocultó su preocupación por los posibles cambios en la agenda bilateral: «Hay que enriquecer el vínculo y asegurarnos de que no haya un retraso en la temática que tratamos gobierno a gobierno».

En otro orden, tuvo que explicar por qué el gobierno argentino jugó tan fuerte a favor de Hillary y sostuvo su argumentación en que a través de una continuidad del partido demócrata se buscaba maximizar el trabajo conjunto.

«Fue una óptica utilitarista en función de nuestras prioridades e intereses. Pero la realidad fue otra y ahora nos tendremos que adaptar», admitió Malcorra.

Con la estrategia en mente de que fluya el vínculo, se ocupó de «tirarle la primer flor»: «Vi a un presidente electo con un discurso muy conciliatorio hacia adentro y hacia afuera».

Malcorra se animó a más y hasta comparó los desafíos del mandatario electo con los del Presidente argentino: «Trump va a tener que ver cómo lograr la unión de los americanos, siguiendo la línea de Macri».

Jaime Durán Barba, publicista e ideólogo de las campañas de Cambiemos, analizó los resultados desde el punto de vista de la comunicación: «En las redes sociales, la inmensa mayoría hablaba sobre él y no sobre Hillary. No hay que aburrir a los electores».

«Hay que controlar la imagen. Si se tiene mala imagen, como Clinton, se tiene perdida la elección», sostuvo.

En su visión se trata de un anti-candidato que interpela violentamente a la sociedad y entonces todo lo que hace de irregular, de violento, de ataque a todos es lo que le da votos.

El publicista aseguró: «Lo están votando para patear el tablero, para que todo se vaya al diablo». Y consideró que en los últimos 10 o 15 años se disolvieron muchas de las formas tradicionales de organizarse.

La relación de Macri con Trump

Ambos presidentes se conocen y tienen una pasión en común: el golf.

Mientras que el magnate estadounidense y el padre de Mauricio, Franco, se encontraban en plenas negociaciones por Lincoln West, el norteamericano desafió al empresario argentino a un «duelo» de golf.

Esa tarde, Macri se llevó el triunfo y provocó que Trump explotara de bronca y rompiera todos los palos con los que había competido. Pese a este exabrupto, se gestó una buena relación entre ambos.

En 2005, durante una entrevista, el primero recordó aquel duelo y habló sobre la relación entre ambos: «Después quedamos amigotes. Cada vez que lo visito, voy a comer con él, con su mujer…».

¿Amenaza al «Made in Argentina»?

Uno de los pilares sobre los que Trump basó su campaña fue la de un mayor proteccionismo para favorecer a la industria estadounidense.

Si bien su discurso siempre se enfocó en el ataque de las importaciones de artículos chinos y mexicanos, hay temor en el Gobierno argentino de que este enorme mercado sufra un paulatino proceso de cierre, vía aranceles o trabas pararancelarias.

«Si Trump hace lo que anticipó, entonces Estados Unidos va a experimentar un fuerte cambio en su política exterior«, afirma Marcelo Elizondo, consultor y ex director ejecutivo de Fundación Exportar.

«El candidato republicano siempre se mostró como enemigo de los acuerdos de libre comercio y en más de una oportunidad mostró su preferencia por políticas de tipo proteccionistas y aislacionistas», añade.

Miguel Ponce, experto en comercio exterior, explica que el mercado de Estados Unidos se había convertido en una de las grandes apuestas para el macrismo.

En lo que va del año, las exportaciones hacia ese país alcanzan los u$s3.200 millones, 30% por encima de igual lapso del año pasado.

Esto, gracias al fuerte empuje del biodiesel con sello argentino, producto para el cual Estados Unidos es el destino número uno.

Según datos del INDEC, Estados Unidos concentra el 7% de todas las exportaciones.

Entre enero y septiembre, el rojo en contra de la Argentina se redujo hasta los u$s1.850 millones, casi 45% menos que el de igual lapso del período anterior.

Al analizar la canasta de productos exportados con sello nacional se observa una gran diversificación.

El biodiesel hoy ocupa el primer lugar, pero luego se suman otros bienes con valor agregado como aleaciones de aluminio, vehículos, vinos y jugos, por nombrar algunos de los artículos que figuran entre los 25 más demandados por ese país

Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles, enfatiza que el republicano tiene «una visión mucho más a favor de la industria del petróleo».

El mercado de este combustible renovable en Estados Unidos, depende mucho de las políticas de beneficios fiscales para incentivar el corte con gasoil.

«Lo que va a suceder el año próximo se presenta como una gran incógnita. Para que sea positivo para la industria del biodiesel argentino deberían mantenerse las condiciones actuales en el mercado estadounidense», afirma, en diálogo con iProfesional.

Por lo pronto, la llegada de Trump al poder es una gran amenaza para este negocio, por la importancia que tiene ese mercado para la industria del «bio» nacional.

En el caso de los vinos, Estados Unidos también es el principal destino. En lo que va de 2016 las exportaciones superan los u$s200 millones, una cifra nada desdeñable.

En diálogo con este medio, Javier Merino, director de la consultora especializada Área del Vino, destaca que la Argentina es el cuarto proveedor de ese país, por detrás de Francia, Italia y Australia.

El experto advierte que, de avanzarse en medidas proteccionistas para alentar la producción local -cuya base principal está en el Estado de California- los efectos se harán notar en la industria vitivinícola argentina.

«Cualquier traba comercial que pueda originarse, como una suba de aranceles o la aplicación de barreras pararancelarias, resultaría muy nocivo para nuestro país», afirma.

El sector que se juega a tener un buen 2017 es la de la carne, dado que en un par de meses se reanudarán, tras casi 15 años de trabas, las exportaciones de cortes vacunos a los Estados Unidos.

En un principio, serán 20.000 toneladas que entrarán con aranceles preferenciales.

En diálogo con este medio, Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de la Industria de Carnes (CICCRA), recuerda que este cupo «no depende de las voluntades de un presidente», algo positivo si asciende Trump al poder.

«Esto se logró luego de que la Argentina ganara un juicio ante la Organización Mundial del Comercio», indica.

Sin embargo, en la industria frigorífica son conscientes de que un sector con tanto poder de lobby en los EE.UU. -como es el de la carne-, en caso de encontrar eco en la Casa Blanca se convertirá en una importante barrera en caso de querer ampliar los negocios.

Paralelamente, Ponce advierte sobre el riesgo de que caigan los últimos acuerdos que suscribió el ministro Francisco Cabrera con la gestión Obama.

Estarían en riesgo:

– El pacto con la agencia oficial Small Business Administration para la creación de 24 centros en diferentes provincias orientados a brindar apoyo a la internacionalización de Pymes argentinas.

– La reapertura de una oficina de la Agencia de Comercio y Desarrollo de los EE.UU. en Buenos Aires que, según el Ministerio de Producción, permitirá «incentivar inversiones entre ambas naciones».

– La creación de un foro estratégico entre ambas naciones, una iniciativa público-privada para discutir temas clave que afectan a la relación bilateral y ofrecer una visión estratégica a largo plazo.

La llegada de Trump amenaza con ponerle fin a todas estas iniciativas que se potenciaron con la administración Obama.

El gobierno de Macri, consciente de esto, ya puso quinta a fondo para dejar rápidamente atrás su apoyo a Hillary.

– iProfesional

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