La pornografía infanto juvenil también se autofabrica

Hay una noticia que sacudió a los habitantes de la zona oeste (Palermo I y III) y que de alguna manera, debe disparar la atención de los medios de prensa pero sobre todo, a los representantes votados por el pueblo y a los que deberían contener ciertos flagelos que atraviesan los niños y jóvenes de nuestra Salta. Una realidad alarmante.

En El Tribuno, se publicó hace un par de meses la noticia “Desbaratan una red salteña de prostitución infantojuvenil” (sic). La foto que acompaña a la noticia de ese medio es la de una niña de 14 años junto a tres hombres en pose sexual. Se trata de L. cuya situación actual es verdaderamente denigrante. La foto que aparece en el diario grande se publicó en el metroflog de Alberto, de 18 años según su propio perfil y cuya presentación es la frase “Nadie se escapa” y subsiguiente “Soldado” (algunas fotos en portada). Actualmente y por recomendación de la policía, las fotos y videos de L. fueron bajados por contener pornografía que revelaban orgías de la niña con hombres de diferentes edades.

Este adolescente es uno de los tres integrantes de la banda o red salteña de prostitución, cuya oferta sexual se llevaba a cabo entre una clientela que pagaba 200 pesos por tener sexo con niñas. L., era la favorita de un viejo de 56 años de procedencia santiagueña, Jesús Rojas (con residencia en Las Lajitas) que viajaba semanalmente para obtener sus servicios. Fueron detenidos, según consta en la nota, Victoria Cuéllar (23) y Fernando Romeo (30), los responsables de “levantar” clientes en la confitería que el diario destaca como “un importante supermercado, en la zona del macrocentro sur capitalino”.

Lo cierto es que hoy todos están “afuera”, hasta el mismo Romeo que le había dicho al concubino de la madre de L., “No se metan o son boletas” y por ello le asestó un cuchillo carnicero en el tórax. Según algunas versiones, el concubino fue la causa de la fuga de su hogar de la niña por razones que no se dicen y que el mismo prostituyente quería “protegerla”.

Ahora bien, muchos adolescentes de entre 13 y 16 años dicen “saber la verdad” y que bajo ningún aspecto L. fue obligada a “vender” su cuerpo. Aseguran que la niña mantenía relaciones con todos los jovencitos de la zona, con algunos gratis, con otros por 5 pesos y con los viejos, “aseguran”, sí cobraba bien.

Todos los involucrados están en la calle al día de hoy y queda en la anécdota que sirvió para vender más diarios o para sumar una pesquisa policial pero socialmente, el caso queda en forma irresuelta y las víctimas a la intemperie.

Lo terrible del caso es que ahora es despreciada por la comunidad por estar pasada de “uso” e incluso temen que la niña porte HIV. Otros datos alarmantes es que las fotos y escenas en vivo de las orgías circulan por todos los celulares de los jovencitos.

Nuestras niñas salteñas de zonas en situación de marginalidad por elección o por obligación, ejercen la prostitución casi como un juego en el que autodestruyen su vida. Por otro lado, jovencitos de entre 13 y 16 años, han experimentado situaciones sexuales que muchos a los 60 no las conocen ni registran ni siquiera en sus mentes.

Los metroflog: laberintos de terror

Cuando ingresé en este ciber espacio, por el cual los participantes “postean” sus fotos mes a mes, encuentro que están otros metroflog favoritos que a su vez contienen otros y forman una gran red de extraños vínculos. Se mezclan las fotos de modelos con fotos de señoritas en pose de modelos, cuerpos desnudos de ambos sexos y diversas edades, todo un laberinto de relaciones incomprensibles para alguien que no maneja esos códigos. Lenguaje que incluso no parece ser el castellano por la deformación en todo aspecto y su ilegibilidad aparente puesto que uno se convierte en un analfabeto que deletrea lo que ellos escriben a gran velocidad. Niños y niñas que se postean y contactan para mostrarse a otros y que circula por todo el mundo con gente de Holanda, incluso. Sobresalen los de México y hay una infinidad de archivos de fotos que parecen ser inabarcables, puesto que de cada una se desprende la “historia” de alguien. Lo que a un adulto alarma, para estos niños y adolescentes es moneda corriente.

El peligro de esto es que pueden ser usadas para redes de prostitución o de trata de personas: de pronto alguien aparece como un contacto favorito de un tipo como Alberto, integrante de una red de prostitución. Pero no figura el perfil policial sino el más chatarra o light, obviamente.

Otros casos

Mujercitas que denuncian que sus compañeros de universidad exhiben videos de las relaciones sexuales mantenidas con sus compañeras para cobrar venganza por su aspecto “soberbio” o porque simplemente suena gracioso ventilar las intimidades o porque quieren “quemarlas” por lo que son capaces de hacer en esas circunstancias, y otros vanos argumentos que no se justifican sanamente.

Jóvenes de escuelas secundarias que se preparan a subir a you tube videos de adolescentes que tienen relaciones en los colegios, sobre el banco en pleno día dentro de un aula, como el caso de uno que circula en donde una niña tiene sexo con dos compañeros, sonríe felizmente y uno de los chicos envía saludos a la “cámara” del celular.

He preguntado a gente pensante cómo se puede salvar la mente humana, cómo pueden escapar los niños y adolescentes de todo esto: la respuesta fue una pausa con silencio reflexivo, en varios. Otros contestan con pesimismo.

Hay jovencitos que poseen Internet en su propia casa y “eligen” y “deciden” no meterse en estas cosas. Hay jovencitos que se dan cuenta de la victimización que padecen sus pares pero hay cientos de miles y miles que avalan las prácticas pornográficas.

Leía en Clarín, que el ser humano está entre dos polos: la compulsión al sexo o la inapetencia, motivo de otra nota. Pero el caso es que la pornografía infanto juvenil se autofabrica, también.