Muchos comprovincianos disfrutaron de este invento artístico-tecnológico oriundo de Salta, aparato mecánico erigido a seis metros sobre el nivel del suelo para la Nacional de Teatro, cuya fuerza es equivalente a la fuerza de quienes le dieron vida: “los farandos”. En 2015, un hecho extraño y convocante subía al escenario ubicado en frente del Cabildo Histórico de la Ciudad. Que por marzo era por marzo… cuando actuaba La Faranda…
Tallado artesanalmente bajo el diseño farandesco, Terrone hizo su aparición en las calles norteñas. Casi como una gigantografía que anuncia un filme de Ciencia Ficción, este ser anticipaba lo que algunos espectadores más se atreverían a vivir en los días venideros. Terroso y enorme, cuya voz compendia el eco de una vida sumergida en las profundidades, hizo gala de su esplendor y de la maestría a la que nos tienen acostumbrados sus creadores: Claudia Peña y Fernando Arancibia. Habrase visto cosa tan increíble por estos pagos, cuyas montañas se tiñen del color de Terrone? Nunca jamás. Tan original como imponente, surge cual Cíclope antiguo, para dar la bienvenida a una Fiesta Nacional de Teatro. Cuánta magia!
Terrone ha vuelto para proclamar que la tierra está en peligro. Nos llama a reordenar nuestro mundo. Nos dice que paremos con la destrucción del planeta. Este ingenioso personaje que representa al corazón mismo de la tierra, nos llama a curar las heridas del mundo… solo puede lograrse cuidando la naturaleza, arrojando la basura a los cestos, evitando la contaminación ambiental, no derrochando el agua que es fuente de vida, protegiendo nuestra flora y fauna…ahorrando energía…
Hoy más que nunca recuerdo a Terrone… porque la tierra se ha levantado en feroz piquete contra la humanidad…
