Pasiones encontradas y misterios parece ser la clave de la nueva novela de Telefe “Amar después de amar” que compite en idéntico horario con “Quiero vivir a tu lado”, por El Trece. Adda puede resultar atractiva en tanto resulta bastante atrapante la historia escrita por Erika Halvorsen, Gonzalo Demaría, Micaela Libson y Esteban Garrido bajo la dirección de Miguel Ángel Colom y Pablo Vázquez. El tema musical, que estremece, es “The Sound of Silence” y quien canta en su propia versión es la banda Disturbed.
Dos matrimonios protagonizan la ficción: uno está integrado por Santiago Alvarado (Mariano Martínez), un trabajador de la construcción y policía retirado, y Carolina Fazzio (Eleonora Wexler), una seductora ama de casa; y el otro, por Damián Kaplan (Federico Amador) y Raquel Levin (Isabel Macedo), dos acomodados empresarios pesqueros.
Una escena que marca el conflicto por el que se encausará la novela, adelanta el drama que se convierte casi en tragedia ya que el vehículo en el que van los amantes, se estrella. Tres años antes, Carolina y Damián, los infieles, se conocen en la calle cuando él se comporta amablemente al momento en que ella despacha al piso un cajón de frutas de la feria. Su galantería la conmueve y se produce un flechazo entre ambos. Muy buenas actuaciones de Wexler, actriz consolidada, y de Amador, envuelto en su papel de hombre fatal.
Pero el destino los vuelve a cruzar cuando ambas familias se presentan en el colegio a causa de que sus hijos han tenido una pelea. Las presentaciones formales permiten a los «flechados», cierto blanqueo ya que a partir de “ahora” son amigos entre sí los matrimonios.
Mariano Martínez interpreta al esposo de Carolina. Se lo ve muy bien en ese papel. Aunque cuando intenta hacer de padre de un adolescente, la situación no sale tan buena. Mariano Martínez es muy joven para dar en un padre de barbas canas. Si bien se aclara que con su mujer “están juntos desde los 15”, parece un tanto forzado.
La ingenua esposa de Damián es interpretada por Isabel Macedo. Cuando queda a solas con Santiago en una confitería, se la ve en su lugar, olvidada de que el marido se fue a fumar un cigarrillo con “la loca de las manzanas”; es natural y los planos la favorecen: sensual, atractiva, de ocasión, segura, una mujer plena. Quizá por ello resulta tan incómoda la escena de los que, se sabe, se van a convertir en amantes.
En la escena de inicio, Macedo está en su cama, sola, sexy, un plano que le saca el jugo a la belleza de la morocha. Ahí venía bien el rating que después se mantuvo mano a mano con la otra tira, la que finalmente repuntó y la aventajó al menos por un punto de diferencia.
Cuando le toca hacer de esposa es en donde ese “mi amor” que sale, parece más conectado a lo aparente que a lo profundo… Aunque pronto, muy pronto, sortea bien la situación, marca presencia en la pantalla chica y su historia, lejos de ser la de una mujer común, sobresale por el lugar en que es puesta tras ser engañada.
Lo cierto es que hay una química entre los actores, muchas puntas para armar algo excepcional, una historia que va pintando muy bien y promete cautivar ya que tiene esos ingredientes que a las personas seguidoras del género les gusta: infidelidades, mentiras, secretos, pasiones ocultas, desengaños, desapariciones, sangre, misterio…
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