La estética se reconoce de lejos, hay un estilo en Aldo El-Jatib del Grupo El Rayo, el “creador” de este universo mortuorio, criminal, autoritario, totalitario, sin salida. El body art es una regularidad. Mientras veía se me vino a la cabeza lo esperpéntico. Si con “Dionisos out” el teatro era dionisíaco, con “(…) la Tía Betty” es apocalíptico. Si antes el mundo era un resurgir ligado a la vida; ahora, el mundo es de los muertos, la no-vida. Algunos actores de la puesta anterior se encuentran en esta. Hay que celebrar que Santa Fe tenga teatro de impacto. ¿Es El-Jatib el Tarantino santafesino?
El segundo día de “Late Alto Salta 2017″ (29/08) se presentó la obra “El fabuloso mundo de la Tía Betty” (ghostly theatre) en el Teatro Provincial a las 22 hs., obra que goza de muy buena crítica por parte de diarios como Télam, Rosario 12, La Capital, entre otros. Obtuvo el 1º Premio del Jurado en la Muestra Internacional de Teatro de Ourense en 2016. Es decir que los especialistas ya la han celebrado, la han elegido, la han elogiado. ¿Qué pensará el espectador común? De la obra salís convencido de una realidad terrorífica escenificada sin filtro. Desde mi punto de vista, ancla en la poética del esperpento por las siguientes razones: hay una cosificación de los personajes que llegan inclusive hasta el extremo de la animalización, se produce la fusión animal-humano; entre las imágenes mostradas se mezcla la realidad con la pesadilla; hay una deformación sistemática de la realidad en la que el mundo se presenta “exrañado” y lo central es la muerte.
En escena ocurren muchas muertes y diversos finales de obra por lo que cuando llega el final, este ya aconteció y el público se queda con la incertidumbre en la que hizo foco desde el arranque, a partir de una existencia fantasmagórica, extraordinaria, deformada, asfixiante. ¿Qué es teatro fantasmal? El director, El-Jatib, ha inventado esta categoría que le sirve para ubicar sus criaturas. El exceso de metáforas vuelve a la obra prácticamente cíclica, en la que todo ocurre repetidamente: el suicido, el asesinato, la alegría fracturada de la Tía Betty, lo anormal como modo de subsistencia, la intemperie, la guerra… en siniestros espacios que configuran el horror. La obra, es así, una serie de imágenes recurrentes que no agregan significado sino que produce un acostumbramiento. La primera vez de un fusilamiento asombra, los cuerpos de las muertas desnudos y amontonados te sacuden, el suicidio te impacta… la segunda vez ya no tiene el mismo efecto.
La lectura final es que no hay salida para la humanidad.
En Diario La Capital (17/05/2015) dice lo siguiente: “La obra se concibe como de teatro fantasmal. En este sentido explica El-Jatib: ’Una sociedad que construye su dinámica de comportamiento con la mentira, la crueldad y la muerte. Es un fantasma que nos recuerda, con su aparición, las leyes físicas de la naturaleza: que todos los hechos cometidos quedan impresos en un mecanismo de funcionamiento social repetitivo, abandónico y de autodestrucción'».
Si bien la obra puede ser considerada por muchos una genialidad, me parece oportuno reparar en su significado, ya que la obra muestra que no hay transformación, que todo vuelve a ocurrir rutinariamente; es estática, aunque se exceda en un dinamismo aparente por la cantidad de situaciones que se presentan. Hay inmovilidad desde el momento en que no hay escape, ni mínimo; y que nada cambiará.
William Faulkner expresó: “Me niego a admitir el fin del hombre”, pensamiento que podríamos insertar en Latinoamérica, un espacio geo-socio-cultural del cual emerge toda utopía de vida. Nos haría muy bien pensarnos como una sociedad que pueda asumir la ilusión de una existencia mejor. Creo que sellar la tragedia desde lo teatral condena al hombre al infortunio de un destino imposible, sin metas, sin esperanzas, sin futuro. Trágico. En “El fabuloso mundo de la Tía Betty” nadie vuelve de la muerte sino que todos “viven” con ella, en ella.
Esta visión ilusoria y optimista sobre nosotros contrasta con la visón europeizante de una América fantasmal, quimérica, sin vida propia. ¿No hay acaso otro destino posible?
Ficha artística:
María de los Ángeles Oliver Betty 1
Catalina Balbi Betty 2
Ada Cottu Betty 3
Maywa Vargas Tía Lucía
Sebastián Arriete Tío Pilón
Exequiel Orteu Tío José
Ficha técnica
Dirección Aldo El-Jatib
Producción El Rayo Misterioso
Asistencia de Dirección Yamil Barbero
Asistencia Técnica Yesica Pelicates
– Fotos tomadas por Salta 21
– Nota relacionada:
http://salta21.com/Dionisos-aut-El-nino-del-abismo.html
«DIONISOS AUT» (EL NIÑO DEL ABISMO): UNA CONCEPCIÓN NIETZSCHEANA SOBRE EL MITO