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lunes, diciembre 23, 2024

El dólar alto puso fin al «déme dos» y ahora son turistas de Chile, Brasil y Uruguay los que vienen a comprar a la Argentina

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Muchos vienen a hacer turismo, pero también cruzan la frontera para comprar desde ropa hasta alimentos. Incluso, para llenar el tanque de nafta

Las postales con cientos de autos haciendo cola en la frontera con Chile, para cruzar a través del paso internacional Cristo Redentor; las imágenes de argentinos volviendo cargados con televisores LED o las historias de Instagram plagadas de turistas con DNI albiceleste descansando en Punta del Este o Florianópolis, parecen condenadas a quedar «freezadas» hasta nuevo aviso.

El salto del tipo de cambio del orden del 100% que terminó consolidándose en los primeros ocho meses del año cambió radicalmente el escenario. Y una de sus consecuencias es que «pulverizó» los ingresos de la clase media, medidos en dólares.

Con ajustes salariales cercanos al 25%, frente a un dólar que pasó de los $17 en septiembre del año pasado más de $38 en la actualidad, está claro que los bolsillos perdieron un importante poder de fuego a la hora de viajar al exterior.

«Necesitamos que el tipo de cambio sea tal que la tía deje de comprar dólares y los cadetes dejen de viajar a Itaparica y a South Beach. Ese es otro tipo de cambio que no es de $30», afirmaba semanas atrás Carlos Melconian, ex titular del Banco Nación.

Y si bien todavía no hay consenso sobre cuál es el valor «ideal» para equilibrar las cuentas, lo cierto es que la cotización actual funciona como un fuerte desaliento a hacer shopping fuera del país.

Prueba de ello es que los saldos por gastos con tarjeta en dólares tocaron a inicios de septiembre los u$s368 millones. Esto implicó un derrumbe de casi 40% respecto a igual período del 2017.

Además, se trata del registro más bajo, para esa misma fecha, desde el año 2014, tal como se puede ver en el siguiente gráfico:

Más síntomas de esta reversión que le puso fin al «déme dos» se encuentran en los datos del INDEC: el número de turistas que partió desde los aeropuertos nacionales hacia Chile acusó una caída del 50%.

Y así como en el shopping Parque Arauco de Santiago no ocultan su preocupación por la ausencia de argentinos, en Mendoza se palpita un inusitado aluvión de visitantes desde el país trasandino, de la mano del feriado del 18 de septiembre en el que se conmemoran las Fiestas Patrias.

David Arcos, director comercial de Latam Chile, señaló a la prensa de ese país que «los viajes a Argentina han aumentado 30% respecto al mismo período del año pasado y se espera que sigan creciendo, ya que ahora mismo es un destino más económico para los chilenos”.

Jaime Fernández, gerente de Ventas de Sky Airline, coincidió al señalar que para los turistas de esa nacionalidad se ha vuelto más conveniente cruzar la cordillera.

«Durante los últimos meses hemos notado un aumento de 35% respecto al flujo de pasajeros que viaja a ese destino”, afirmó.

Una de las razones está en la gran diferencia en el ritmo de suba del dólar que se dio en uno y otro país: descontada la inflación, en la Argentina el avancel del tipo de cambio terminó siendo del 90,5%, mientras que en la nación vecina «apenas» llegó al 10%. Es decir, nada menos que 80 puntos de diferencia.

Frente a este escenario, Andrés Zavattieri, gerente de Mendoza Plaza Shopping, uno de los centros comerciales más importantes de la provincia, afirmó que se nota cada vez «un mayor número de compradores chilenos, así como también de brasileños».

«Lo interesante es que, además de gastar más en gastronomía, un rubro que lógicamente es importante para el turismo, también están empezando a comprar más indumentaria nacional», afirmó, dejando en claro que el «Made in Argentina» se volvió más atractivo para los extranjeros.

Según el directivo, la última devaluación y la quita de impuestos –especialmente en el rubro electrónica- «provocaron un acercamiento de los precios de un lado y otro de la cordillera», un dato no menor considerando que hace un par de años la ropa o la electrónica costaban cerca de un 50% más en la Argentina que en Chile.

Y así como los visitantes del país trasandino aprovechan para hacer turismo y comprar indumentaria, desde diferentes bodegas confirman que hay un creciente flujo de brasileños que viajan para realizar enoturismo, visitar bodegas y comprar vinos, dado el fanatismo que despierta el Malbec.

Ahora los uruguayos dicen «déme dos»

El gobierno de Tabaré Vázquez está tomando medidas no sólo para evitar que caiga el turismo receptivo, sino también para que los propios uruguayos no viajen a las ciudades fronterizas de Concordia, Colón o Gualeguaychú para cargar nafta o realizar compras de productos básicos.

Por la devaluación, según el Indicador de Precios Fronterizos, que elabora el Observatorio Económico del Campus Salto de la Universidad Católica (UCU), los precios de una canasta de alimentos y productos para el hogar a principios de julio resultaban ser en Uruguay un 30% más caros que en la Argentina, en promedio.

Y eso se daba cuando el dólar estaba a $28. Ahora que el billete verde se ubica unos $10 por encima, la brecha tendió a profundizarse.

Esto explica por qué la Dirección Nacional de Aduanas decidió aplicar una restricción para que los ciudadanos de ese país no puedan ingresar con más de 5 kilos de alimentos comprados en las localidades vecinas de Argentina, de modo de tratar de impedir un impacto negativo en los comercios fronterizos.

No es la única medida tomada: para evitar que los uruguayos crucen la frontera para cargar combustible en la Argentina, el gobierno de Tabaré dispuso aplicar descuentos en los impuestos a las naftas, del orden del 8%, para beneficiar a las estaciones de servicio que se ubican cerca del límite.

Sin embargo, la mayor preocupación es por el mal panorama que se avecina de cara a los próximos fines de semana largo y a las vacaciones de verano, debido al bajón que esperan en las playas de ese país.

Y el temor tiene sus fundamentos: a fines de agosto, y por primera vez en la historia, el peso argentino pasó a valer menos que el uruguayo en términos nominales, según destacaron desde la consultora Oikos Buenos Aires.

Cabe destacar que Uruguay, en 2017, vivió un año récord, de la mano de 4,2 millones de visitantes. Se estima que, de ese total, cerca un de 60% fueron argentinos. Eso explica el pesimismo.

En este contexto, la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, confió en que la devolución de 22 puntos del IVA a visitantes extranjeros y el «Tax Free» podían ayudar a mitigar la crisis.

Sin embargo, la funcionaria alertó que «es la primera vez en la historia que nos enfrentamos simultáneamente a dificultades en los dos grandes emisores de turismo para el Uruguay: Argentina y Brasil».

La reversión de los flujos del «turismo de compras» también afecta a Paraguay.

Desde la consultora del país vecino MF Economía afirmaron que «la situación del diferencial cambiario llegó y se cortó drásticamente la entrada de argentinos. Esto está golpeando fuerte el consumo interno en tiendas, hoteles y restaurantes» de ese país, siendo Encarnación la ciudad más afectada.

Lo que marcan directivos de la nación vecina, además, es que ahora son los paraguayos los que cruzan la frontera para abastecerse con productos básicos.

Incluso, advierten que la devaluación del peso propició otro problema, como el contrabando. De hecho, marcan que productos de limpieza, pañales y hasta alimentos comprados en Posadas ahora de se venden en las calles de Asunción.

Jorge Mendelzon, presidente de la Cámara de Centros Comerciales, confirmó que, ante el salto del dólar en la Argentina, ahora es más atractivo el contrabando de productos y artículos del albicelestes, pues «hoy están más baratos con relación a las mercaderías de Paraguay».

Por su parte, Carlos Jorge Bierderman, titular de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), coincidió en que la política monetaria de Argentina «nos está perjudicando, porque después de mucho tiempo estamos de vuelta inundados de productos y marcas de contrabando».

La contracara de esta situación es que consultoras como Ecolatina prevén una inminente mejora del saldo de la balanza de servicios, que no venía arrojando buenos resultados.

La misma, explicada mayoritariamente por el sector turismo, es altamente deficitaria. Sin embargo, tras la devaluación, se prevé que se pase de un resultado negativo de u$s10.800 millones a un nivel de u$s8.100 millones, es decir, una mejora del 25%.

Esto, básicamente dado por un mayor número de visitantes extranjeros y menos argentinos saliendo a «quemar» sus tarjetas de crédito fuera del país.

– Por Juan Diego Wasilevsky
– iProfesional

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