Mientras en el Senado terminaban de acordar el dictamen a favor del Presupuesto 2019 Juan Manuel Urtubey volaba desde Salta a la Capital. Después de participar en un evento llegó a la casa de la provincia, a metros del Obelisco, manejando su auto para conversar con un reducido grupo de periodistas mujeres. Cuestiona la política económica del Gobierno pero plantea que Mauricio Macri «fue votado por la gente» y por lo tanto no se le puede imponer lo que debe hacer. «Tensionás todo lo que podés pero si no votás le das una carta abierta al Gobierno para que gaste en lo que quiera. ¿Quién es más funcional al Gobierno? Unos dicen esto es horrible y no votan. Otros resolvimos embarrarnos y tratar de que la cosa salga menos peor de lo que estaba«, defiende su postura y la del bloque Argentina Federal en el Congreso.
Jair Bolsonaro y los efectos sobre la política Argentina son parte del inicio de la conversación. Urtubey se ríe. «Correr por derecha al Gobierno es muy difícil, no hay ningún lugar», comenta pero hace referencia a que «la insatisfacción ciudadana es importante».
Después de criticar la devaluación admite que aún en un año electoral «vamos a tener que ir a una reforma del sistema previsional, hay que animarse a discutir todo». Y devela una propuesta: «Hay que sostener los planes sociales pero habilitar a que quienes son titulares trabajen, generar mecanismos para que cualquiera que sea beneficiario pueda ser absorbido por el mundo del trabajo. ¿Ganarán más plata? ¡Que ganen más plata! Al final se va a generar un subsidio al trabajo porque quien cobra un plan tiene temor a conseguir un trabajo, perder el plan y después perder el trabajo».
En un momento de la charla, mientras ceba mate, naturalmente se da un ping pong con nombres de precandidatos o posibles aliados.
¿Cómo ve a Daniel Scioli y Felipe Solá?
– Recién me crucé con Daniel. En el 2015 lo había visto por última vez en campaña. Quedamos en conversar. Pero ellos tomaron la decisión de trabajar bajo la conducción de Cristina. Yo pienso en un camino diferente, no creo en la política como una lógica de arreglo de la dirigencia.
¿Y Marcelo Tinelli? Dijo que tiene ganas…
– Hay que ver adónde tiene voluntad de participar. Sería buenísimo ampliar.
¿Sumaría a Florencio Randazzo?
– Florencio es súper interesante. Trato de no engancharme con nombres propios. Lo importante es qué queremos hacer juntos.
¿Y Roberto Lavagna? Eduardo Duhalde asegura que podría unificar posiciones.
– Hablé con él hace poco. Fue un buen ministro Lavagna, interesante. No lo veo con voluntad de encarar un desafío tan grande. Lo veo en una etapa más reflexiva. Creo que estamos tratando de subir a la tarima a gente que no quiere subir.
¿De qué hablaron?
– De actualidad. Y de economía. Con Lavagna se habla de economía.
¿Estaría con un ex funcionario cristinista? Él recuerda que va a cumplir once años de gobierno más otros tantos de legislador y que sin embargo «en mi provincia no hay una sola denuncia en contra mío. No voy a ponerme a dar explicaciones por otros».
Del cuarteto peronista que conformó una primera foto camino a un frente de unidad electoral admite que tiene «más sintonía» con Juan Schiaretti. Por su condición de gobernador de Córdoba conversan al menos una vez por semana sobre cuestiones de gestión mientras que sus contactos con Miguel Ángel Pichetto y Sergio Massa son más espaciados.
Propone ampliar lo más posible ese espacio «para hacer una fuerza competitiva» porque «Argentina quedará en una situación complicada». E incluye al Frente Progresista de Miguel Lifschitz, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín. «Sí, definitivamente», afirma con contundencia aunque señala que «habrá que ver qué dicen ellos que tienen una larga trayectoria compitiendo con el peronismo». Y admite que le gustaría sumar, y para eso mantiene conversaciones reservadas, a los gobernadores de Río Negro, Neuquén, Chubut, Misiones y Santiago del Estero, además de dirigentes peronistas y de fuerzas políticas como los demócratas de Mendoza y el Mopof de Tierra del Fuego, entre otros.
Con el kirchnerismo en cambio tiene límites que van más allá de si la ex Presidenta decide no ser candidata. Aún sin ella no se juntaría porque «conceptualmente ofrecemos cosas distintas, sería una estafa». E insiste con su idea de que «crece un sector que no quiere saber nada con Macri ni con Cristina».
En Salta, Urtubey preside el Partido Justicialista pero a nivel nacional no ha vuelto, como otros, a la sede de Matheu. «El PJ está conducido por (José Luis) Gioja pero realmente lo maneja Cristina», afirma.
Piensa ante la pregunta sobre si tomaría un café con Cristina Kirchner. «Una, tres, cuatro veces estuve con ella», enumera y concluye que «por una cuestión estadística es difícil que suceda».
La cuestión del café trae a la mesa el nombre de Hugo Moyano. «Apuesto a un modelo sindical distinto, esa forma de hacer política está en franca decadencia, es una discusión de poder», responde sobre si intentaría hablar con el camionero.
Y Bolsonaro vuelve a la mesa ahora con una pregunta sobre quien dice representarlo, el diputado salteño Alfredo Olmedo. «Tengo un problema serio, lo conozco desde hace mucho tiempo. Dijo que no tenía mucha voluntad de ser candidato pero Dios se lo pidió. Y si un tipo habla con Dios yo no puedo ser intermediario», contesta y enseguida, muy serio, aclara: «No subestimo nunca a nadie, fue un candidato particular y yo, más que ser tolerante debo aprender de la diversidad, debo respetar a un dirigente de mi provincia que tiene un nivel de apoyo de un 15% en cada elección. No coincido en absoluto pero tengo que respetarlo».
Finalmente, después de repetir varias veces que no está detrás de un cargo sino de una idea y que si esa propuesta se concreta él se entusiasmaría para ser candidato, avisa que en Salta las elecciones del 2019 serán unificadas con la nacional. «Hubo críticas por votar tantas veces en un año y escuchamos», admite antes de describir que habrá dos cuartos oscuros para que los candidatos locales se voten con Boleta Única Electrónica y los nacionales con la tradicional de papel según marca la ley. Entonces vuelve a criticar a Cambiemos: «No hay entusiasmo en ir a la Boleta Única Electrónica porque quieren traccionar con Macri y con Vidal. Es bueno ser innovador cuando sos gobierno no solo cuando sos oposición…»
– Por Analía Argento
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