El Presidente dijo que el líder chavista «se burla de la democracia», la OEA pidió que se realicen nuevos comicios y Paraguay cerró su embajada en Caracas.
Apenas unos minutos después de asumir un nuevo mandato como presidente de Venezuela, Nicolás Maduro sintió el aislamiento al que será sometido en su segunda gestión al frente del país bolivariano.
Mientras el presidente Mauricio Macri afirmó vía Twitter que «Venezuela vive bajo una dictadura» y que Maduro «intenta burlarse de la democracia», Paraguay rompió oficialmente las relaciones diplomáticas y cerró su embajada en Caracas. La Organización de Estados Americanos (OEA) se manifestió en la misma línea y resolvió “no reconocer la legitimidad” del nuevo gobierno a la vez que pidió que “en una fecha cercana” se celebren otras elecciones con observación internacional.
Tensión diplomática
Macri cruzó a Maduro, quien asumió este jueves un nuevo mandato que se extenderá hasta 2025 y denunció «la campaña de mentiras perversas y asquerosas» contra su gobierno.
El líder chavista destacó que «Venezuela es un país profundamente democrático». «Somos una democracia de verdad», dijo, lo que provocó una respuesta del jefe de Estado argentino vía Twitter.
«EL VICTIMARIO QUE SE VICTIMIZA. Nicolás Maduro hoy intenta burlarse de la democracia. Los venezolanos lo saben, el mundo lo sabe. Venezuela vive bajo una dictadura», tuiteó el jefe de Estado argentino.
«No importa cuántos trucos intente para perpetuarse en el poder, su investidura como Presidente ahora carece de la autoridad de las urnas y también de credibilidad internacional», continuó en 140 caracteres.
«Su poder no es auténtico, aunque trata de escabullirse en la victimización. Maduro se presenta como el presidente perseguido. Pero él no es la víctima, Maduro es el victimario. #NoTeReconocemos», cocnluyó.
Maduro, asumió este jueves su segundo período de gobierno, considerado ilegítimo por gran parte de la comunidad internacional, con un país colapsado y cada vez más aislado.
«Juro, a nombre del pueblo de Venezuela (…) Lo juro por mi vida», dijo quien recibió la banda presidencial del jefe del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista), en un acto al que no asistió ningún representante de la Unión Europea (UE) ni de la mayor parte de América.
«Asumo con mayor responsabilidad y compromiso el nuevo período presidencial 2019-2025. ¡Venceremos!», había escrito previamente en Twitter antes de juramentarse ante el TSJ, y no en el Congreso, único poder no oficialista.
Unos minutos después Paraguay oficializó que rompió relaciones diplomáticas con el país bolivariano y la OEA pidió nuevas elecciones con veedores internacionales.
Ante este escenario, la incógnita es si el gobierno de Mauricio Macri implementará nuevas medidas contra Venezuela.
La Argentina es uno de los 13 países americanos del Grupo de Lima que declararon esta semana que no reconocerán el nuevo mandato de Maduro, debido a que consideran ilegítimo el proceso electoral que lo llevó a la victoria.
Cada vez más aislado
La OEA resolvió este jueves “no reconocer la legitimidad” de la nueva administración de Maduro y pidió que “en una fecha cercana” se celebren en el país caribeño nuevas elecciones con observación internacional.
La resolución fue adoptada en votación dividida, en una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA celebrada para debatir la iniciativa presentada por la Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Perú y Paraguay.
Con 19 votos a favor, seis en contra, ocho abstenciones y una ausencia, el proyecto fue aprobado y se resolvió, además, comunicarlo “inmediatamente” al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, informó la agencia de noticias EFE.
La votación se efectuó poco después de que Maduro asumiera un nuevo mandato de seis años para el que fue reelecto en comicios que fueron desconocidos por gran parte de la comunidad internacional porque no participó la mayoría de la oposición ni se permitió la actuación de observadores electorales independientes.
En la resolución, la OEA llama “a la realización de nuevas elecciones presidenciales con todas las garantías necesarias para un proceso libre, justo, transparente y legítimo”, y agrega que esos comicios deben realizarse “en una fecha cercana” y “con presencia de observadores internacionales”.
El documento sostiene que “solo a través de un diálogo nacional con la participación de todos los actores políticos y otros actores interesados venezolanos, se podrá alcanzar la reconciliación nacional y acordar las condiciones indispensables para celebrar un nuevo proceso electoral que refleje realmente la voluntad de los ciudadanos”.
A juicio de la OEA, no será posible resolver la crisis política e institucional venezolana sin “la inmedita e incondicional liberación de todos los presos políticos”.
Asimismo, la resolución pide nuevamente al “régimen venezolano” que permita “el inmediato ingreso de ayuda humanitaria” a fin de “prevenir el agravamiento de la crisis humanitaria y de salud pública”.
Por otra parte, exhorta a los estados miembros y observadores permanentes de la OEA a que adopten, “de conformidad con el derecho internacional y su legislación nacional”, las “medidas diplomáticas, políticas, económicas y financieras” que consideren pertinentes para “contribuir a la restauración del orden democrático” en Venezuela.
Paraguay cerró su embajada
En sintonía con estos sucesos, Paraguay anunció formalmente la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela y el cierre de su embajada en Caracas, minutos después de la ceremonia en la que Maduro asumió se segundo período presidencial, que se extenderá por seis años.
«El Gobierno de la República del Paraguay, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y de la soberanía nacional, adopta hoy la decisión de romper relaciones diplomáticas con la República Bolivariana de Venezuela», dijo el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez en una declaración pública leída en el Palacio de Gobierno.
«En ese sentido -continuó-, he dispuesto el cierre de nuestra embajada y el inmediato retiro del personal diplomático paraguayo acreditado ante dicho país”.
Paraguay integra el mentado Grupo de Lima que declaró que no reconocerán el nuevo mandato de Maduro.
El jefe del Estado paraguayo aclaró que la ruptura de relaciones no implica el desconocimiento del Paraguay de su compromiso con Venezuela en la deuda por la petrolera estatal Petropar con la venezolana PDVSA, en función al Acuerdo de Caracas de 2004, informó la agencia estatal IPP.
“Esa deuda, que hoy está en proceso de litigio, va a ser honrada por el Estado paraguayo en forma y en tiempo y ese dinero va a servir para la reconstrucción de la democracia en Venezuela”, completó.
– iProfesional