Tanto el Gobierno Nacional de hoy, como los anteriores, usaron y usan este tema de LA POBREZA y EL HAMBRE como discurso político. Sigue siendo para ellos, el maná divino que pretende conmover millones de conciencias de futuros y potenciales votantes.
Entonces, se declama que se combatirá la Pobreza y sus causas consecuentes. Pero, resulta que la pobreza no tiene causas y entonces, en la sucesión de ciclos históricos, a veces las sociedades sin ser totalmente analfabetas, las embaucan con los medios y redes sociales, haciéndolas optar con el voto por el PEOR y a la vez, el más peligroso candidato como ocurrió en los últimos cuatro años y anteriores también.
Para organismos internacionales de crédito (Banco Mundial, BID, FMI,etc),le asignan despectivamente a Argentina, la calificación de PAÍS EMERGENTE, con las implicancias negativas que tal tipificación contiene. Es un rótulo obligado, como la actualización de la ley con media sanción legislativa, denominada LEY DE EMERGENCIA ALIMENTARIA, remozando la antigua norma promovida por E. Duhalde en el infausto año 2002, 17 años después volvemos a lo mismo, que podrá ser igual pero no parecido, de esa eterna tragedia social que devino en la actualidad el provocado y deliberado Estado de Emergencia Alimentaria, aquel somete impiadosa y criminalmente a vastos sectores de la comunidad de la República.
De cualquier manera, según la ley a proclamar en esta semana, financieramente su monto será un pequeño vuelto para el Presupuesto Nacional, puesto que los escasos 10.mil millones de pesos destinados para esta coyuntura, no serían jamás suficientes para la cobertura total de las necesidades alimentarias de los más carenciados. Así el P.E.N. alejado de la realidad concreta de la gente, y un Congreso Nacional carcomido por la molicie y abulia patológica, compuesto por 329 individuos(Senadores y Diputados),quienes no sesionaron en lo que va de este año para nada.
Ellos, que además de que nunca padecen Crisis sociales y Económicas y que son precisamente el Poder Político Republicano, con salarios que promedian los 200 mil pesos mensuales, más otros írritos y despreciables privilegios tampoco cumplen con la función legislativa dispuesta por la Constitución y las Leyes de cara a la sociedad que los VOTÒ, ni antes ni ahora. Y para seguir en el tema, la F.A.O. afirma que existen 41 países, en su mayoría de origen africano, que desde antaño están obligados a importar alimentos básicos del exterior, por carecer de un sistema de producción de los mismos. Aquí en el País Granero del mundo, se producen alimentos con exceso, pero no llega en el mercado interno para consumo popular.
Esto se explica, para graficar si un país tiene según la Estadística privada u oficial más de 3 millones de personas indigentes, como se entiende que el Gobierno Nacional, a través de sus organismos de control oficial, no se ocupen de regular esa perversidad criminal de que solo 28 empresas productora de alimentos de origen extranjero y radicadas en el País, monopolicen y exploten sin controles donde concentran mes del 80% de la oferta de bienes para consumo humano. De esta manera, este dejar hacer y dejar pasar por parte del Estado Nacional, los hace cómplice y partícipe necesario de actores económicos foráneos.
Así que por más que un triste personaje político, de cuyo nombre no quiero acordarme quien sostiene “NO HAY HAMBRE EN ARGENTINA, NO SOMOS BIAFRA”, la brutal realidad de la Argentina secreta y profunda les golpea la cara.
Ghandi decía: “LA POBREZA ES LA PEOR FORMA DE VIOLENCIA.”.
“La Política de este Gobierno produjo los aumentos de la Desocupación y la Pobreza, destruyendo la Industria Nacional, con sus políticas neoliberales que castigan a millones de seres humanos con la MISERIA PLANIFICADA.”
(Rodolfo Walsh –Año 1977 – “CARTA ABIERTA A LA JUNTA MILITAR”)
– El autor es Periodista – www.tiemposdehoy.org.ar