Inteligente, bohemio, provocador y cuestionado, Daniel Isa parece un sobreviviente que puede dejar toda droga menos una: el poder. Y en su frase más lúcida lo admite: «lo que corrompe no es el poder, sino la necesidad de mantenerse en el poder».
Una campaña negativa a través de mails que circulan por las casillas de correos de miles de salteños enfrenta el candidato a diputado nacional Daniel Isa.
«Vótenme que no me drogo más… hasta el 28 de Julio» , dice la pseudopropaganda y presuntos integrantes del partido justicialista le advierten al intendente Miguel Isa que están con él, pero que la candidatura de su hermano es inaceptable.
Ahora también aparecieron afiches en el centro con la curiosa apelación, que parece una variante grotesca de aquel menemista «vótenme, que no los voy a defraudar».
La caricatura de Guflo lo muestra cagado por una paloma (¿señal que va a tener suerte?) mientras camina hacia su diputación nacional llevando en alto la imagen de Néstor Kirchner mientras le prende fuego al retrato de Juan Carlos Romero…
La droga más potente
Daniel Isa -ya lanzado como candidato a diputado nacional- dijo en una entrevista que como él venció a la droga y al cáncer, está en condiciones de ocupar cualquier puesto al servicio del pueblo de Salta.
Su campaña hace eje en la necesidad de lograr que en nuestra provincia se abran las carreras de medicina y abogacía en la universidad pública.
Años atrás, cuando era funcionario de Roberto Romero, un periodista lo persiguió y le insistió en la pregunta hasta que él admitió, finalmente, que fumaba marihuana. Hoy -en un punto en que la cannabis parece estar cada vez más cerca de las drogas legales que del rechazo fóbico de antaño- no parece esa una afirmación que pueda sepultar una carrera política. En California o en Holanda. En Salta tal vez sí. Y los nariguetazos de nuestros legisladores en los baños del congreso son clandestinos, nadie admite su apego a la blanca y radiante si no quiere salir eyectado de su banca. Sería un sincericidio.
Con ese «vencí a la droga» Isa pareció blanquear una situación que (él bien lo sabía porque conoce a fondo el juego cruel de la política) podía ser usada en su contra.
La admisión de Bill Clinton que en su época universitaria fumó la famosa «hierba» aunque no aspiró el humo (rara actitud) no le impidió ser presidente de los Estados Unidos. Pero ¿a qué droga venció Isa? ¿Sobrevivir al cáncer es aval suficiente para cualquier cargo?
Los especialistas en campañas políticas le advierten a los candidatos que no tienen que pronunciarse -ni a favor ni en contra- sobre temas polémicos como la interrupción del embarazo, la legalización de las drogas, el matrimonio gay o cuestiones religiosas. Ambigüedad y elusión es la consigna en estos casos. Tomar tal o cual posición los hará ganar algunos votos, pero seguramente perderán muchos otros.
Insultos y amenazas a las maestras
Daniel Isa permanece en las bambalinas del poder desde hace décadas. Artífice de exitosas carreras políticas, diseñó la campaña que llevó a Lugo a la presidencia del Paraguay. Él es el cerebro político detrás del carisma de su hermano Miguel , intendente de Salta por la voluntad del pueblo y su habilidad estatégica.
En la década del 80 integró el equipo de gobierno de Roberto Romero: fue aquel joven ministro de Educación con pinta de hippie tardío que amenazaba a la maestras por televisión con fondo musical de… ¡Pink Floyd!.
Luego hizo un milagro, algo que parecía imposible: a pedido de Don Roberto llevó a la gobernación a un Hernán Cornejo al que fogoneó e impuso como líder -¡un oligarca abanderado del pueblo peronista!- en pocos meses, a contrareloj. Pura magia de prestidigitador. Y eso a pesar de que a él Cornejo le parecía un «opa» y un negado para la política. Pero si lo pedía don Roberto…
Es decir, con habilidad, estrategia y millones se puede llegar al poder. Pero no es el punto. La cosa no es llegar sino permanecer y perdurar. Por eso advierte, en su frase más célebre (y celebrada): «lo que corrompe no es el poder, sino la necesidad de mantenerse en el poder» .
Y él lo sabe muy bien porque hace mucho que está ahí. Y no se quiere ir. Pero salvo su fugaz y escandaloso paso por el ministerio de Educación estuvo casi siempre en las sombras, entre bambalinas.
Harto de construir poder para otros decidió esta vez lanzarse él mismo. Si tiene que pactar con Kirchner, con Urtubey o con Lucifer poco importa. Porque éste es su tiempo.
Lejos quedó aquel chango que llegó hace décadas de Orán sin un peso, para ver si podía sobrevivir como periodista en Salta. Hoy es millonario, tiene su mansión, como todo político exitoso (*).
Y sufre una adicción muy fuerte: siente la necesidad irrefrenable de mantenerse en el poder.
De esa droga sí que nunca va a poder zafar…
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Caricatura : Guflo http://guflo.blogspot.com/2009/03/daniel-isa-ahora-apuesta-la-educacion.html
(*) NdR: Nobleza obliga, hay que decir que existen excepciones. Diego Saravia, por ejemplo, o los concejales y legisladores del Partido Obrero no parecen -hasta ahora- haberse enriquecido con la política.