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sábado, noviembre 23, 2024

Minka: obras maestras de la artesanía contemporánea japonesa

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A mí me parece que hay personas que deberían ser tenidas en cuenta para elaborar una lista que podría titularse: “Gracias a ellos, la belleza en este mundo continúa”.

Y si bien esta interminable tarea -me refiero a la de hacer perseverar la hermosura pese a vivir tiempos de turbulencias extremas-, no podemos, como seres humanos habitantes de este único planeta común a todos, endilgarles sólo a algunos, deseo transmitirles los nombres de Patricia y Guillermo Bierregaard.

Ellos llevan a cabo la misión, con un equilibrio de orgullo y humildad-¿será la dignidad, el feliz resultado de tal ecuación?-, de ser los artífices de MINKA. ¿Qué es MINKA? Significa casa de campo en japonés. En tierras con tanta llanura pampeana, tal vez cueste imaginar la casa de campo en medio de la montañosa geografía que contiene a la nación japonesa. Pero es así el entorno que invito, comiencen a visualizar para enseguida decirles que, una casa de madera tipo gassho-zukuri; que representa lo esencial de la arquitectura residencial japonesa; de 13 metros de altura y 250 años de antigüedad pero con conceptos arquitectónicos aplicables a la arquitectura moderna, se encuentra en Boulogne, muy cerca de la salida de la Panamericana, Capitán de Juan de San Martín. Esto es en San Isidro, Provincia de Buenos Aires. Para tener en cuenta, visitando Buenos Aires -que cuenta también con el hermoso Jardín Japonés-, una escapada a 50 minutos del centro de la ciudad, adentrándose en la cultura japonesa.

La casa de campo o, MINKA, que pueden ver en la primera fotografía, es el Museo de Arte Moderno La Casa de Japón y alberga la colección más importante en el mundo, de arte y artesanías japonesas modernas y contemporáneas. Y ya, desde el concepto mismo sobre qué es arte y qué es artesanía, que podrán escuchar describir a Guillermo, si visitan este lugar, nos introducimos en otro modo de ver el mundo y la vida. Más allá de eso, les adelanto que las artesanías japonesas son el producto de una extensa tradición que persevera en la búsqueda de la excelencia y la calidad, reconocidas por ello en todo el mundo. Por tal motivo, las piezas exhibidas en porcelana, cerámica, vidrio, hierro y metales, piedra, madera, fibras como el bambú y otros materiales, les aseguro, los deleitarán.

Más aún el hecho de que muchas de estas “Obras Maestras de la Artesanía Contemporánea Japonesa”, tal como se titula la muestra, han sido realizadas por varios de los “Tesoro Nacional Viviente” con los que cuenta Japón. Así es como el estado japonés nombra y honra a destacados y esmerados artistas. No viene mal mencionar que, según el arte zen, para pintar un bambú, hay que pintarlo durante diez años, para luego, sentirse uno mismo bambú. O, que para poder cortar bien estas gramíneas, hay que practicar al menos, la misma cantidad de años. Por poner otro ejemplo, cuando lleguen a la zona de cajas de laca, por favor, pregunten cómo se obtienen las hermosas imágenes que verán en su superficie.

Sus dueños, quienes reciben a la gente cálidamente, sin casi asumirse al principio como los propietarios de algo tan valioso, viven en el último piso de la casa. Ésta fue adquirida en la Prefectura Fukui de Japón, en 1979; desarmada y transportada por barco en 1984, desde el puerto de Nagoya hasta Buenos Aires, para ser rearmada por carpinteros japoneses. Y, contrariamente a lo que podríamos pensar, además de la fabulosa colección, nos muestran, a excepción del dormitorio y el baño, el lugar donde transcurre también su vida íntima.

Y si bien en esa parte privada de la casa estaba permitido tomar fotografías, lo hice con cierto pudor y ahora, no me atrevo a reenviarlas. Uno penetra en la intimidad de un living soñado. Mis disculpas personales por la tentación de sentarme en el sillón de vidrio. Pese a que pedí permiso y Patricia aceptó. Porque estaba impecable y seguramente, mis huellas digitales quedaron impresas en él.

Cuando ustedes vayan, podrán disfrutar imaginando, tal vez igual que yo, un desayuno en la mesa de la cocina, con un tronco de árbol inclinado sobre la misma o quizá, un paseo por la planta baja y pisos superiores, disfrutando en la cotidianeidad, de recrearse en la propia casa con un espacio zen o, con piezas de exquisito y milenario arte.

Sus dueños comentan que no pasan tiempo disfrutando ellos solos de las obras. Sólo las contemplan con el objeto de armar una muestra y, con armonía, trasmitir a los visitantes un mensaje. Y que, como de día hay mucho por hacer, disfrutan del último piso, donde viven, sólo por la noche.

jpg_museo_ba_1.jpgMi hermano suele decir de mí “se pierde en el detalle”; y tiene razón. Por ello, contemplar, “Variación en blanco” , así se llama la obra que figura en la otra fotografía, es de por sí, toda una experiencia. Los invito a que hagan la prueba, deténganse con tranquilidad a observarla. La mente recrea en la realidad estática -cerámica en su totalidad-, el movimiento existente en nuestro interior.

Después de mi visita, vía mail me atreví a consultarles a Patricia y Guillermo si habían cambiado radicalmente algunos de sus hábitos, luego de haber vivido durante 32 años en Japón. Pensando en algo más vulgar como la alimentación, si es que puede considerarse vulgar con qué sustancias las personas nutrimos nuestro organismo. Sin embargo, su respuesta fue rotunda y me dejó con la sensación de haber no sólo visitado una casa, un museo, sino de haber transitado toda una vida de aprendizaje. Guillermo, gentilmente me respondió: “tal vez, hacer frente a los problemas reales y no a los hipotéticos, esperar el momento de solucionarlos y ser enfocados. Otra importante es ser responsables.”

A medida que los visitantes preguntan, ellos contestan. Quizá, imbuidos de aquello que leí sobre los japoneses: es más importante lo que no se dice, que lo que se dice. A otra de mis preguntas, sobre aspectos positivos y negativos de la cultura nipona, en propias palabras del Sr. Bierregaard: “la cultura japonesa ha alcanzado un grado de sofisticación raramente encontrado en otras culturas. Conviven cosas buenas y malas como en otras. Ver algo positivo o negativo sería compararla con respecto a la nuestra y mejor no hacerlo, sino, simplemente conocer y aceptar la cultura como es”.

El escritor Jorge Luis Borges, interesado por Japón desde su infancia, visitó finalmente este país a los 80 años y se pronunció de esta manera al respecto: «… me sentía continuamente agradecido, continuamente atónito, continuamente indigno de lo que yo podía ver a través de mi ignorancia y de mi ceguera.». Y también dijo: «… me he sentido un bárbaro en el Asia. Concretamente en Japón. Eso no me ha entristecido. El hecho de compartir de algún modo una cultura que me parece harto más compleja que la nuestra, me alegró.»

Y la verdad es que estas palabras, reflejan también algunas de mis sensaciones, visitando MINKA. Borges, solía decir que “los argentinos descienden de los barcos”. En este caso, la casa también ha llegado en barco, tal vez todas sus obras igual. Sin embargo, este matrimonio de argentinos con ascendencia noruega y española, proviene de uno de los dones más hermosos, únicamente capacidad del ser humano: el de jugarse por una intuición hecha realidad.

– Museo de Arte Moderno

La Casa de Japón

Fundación Bierregaard, declarada de interés nacional en 1990

– Capitán Juan de San Martín 1596 (1609)

Boulogne Sur Mer, San Isidro

Provincia de Buenos Aires, República Argentina

Tel: 4737-9293 / 8110

E-mail: minka_en@yahoo.com

Las visitas al museo, son acordadas previamente.

2 COMENTARIOS

  1. Minka: obras maestras de la artesanía contemporánea japonesa
    la misma opinión que la otra persona…. un excelente artículo! con sensibilidad y los suficientes detalles como para morirse de ganas de vivir la experiencia de conocerla

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