Fue un festejo con el repicar de bombos, cajas y sachas. El público se relajó, cantó, disfrutó de la propuesta nativa amenizada por ponchos rojos en la noche del martes signada por el recuerdo del héroe gaucho. La fiesta seguirá en Santiago.
Nuevamente, el Hall de la Casa de la Cultura se engalanó en una segunda edición de La Casa por la Ventana , ciclo que se propone generar un espacio más íntimo de encuentro entre artistas y público. Con una ambientación bien criolla, Eloy y el Indio, acompañados por Eduardo Mizoguchi, Gabriela Del Cid, Raúl Pichón Apaza y Claudio Ledesma pusieron hondo sentimiento, en un espectáculo que disfrutaron grandes y chicos.
Con La Cruzadita, un campechano Eloy López abrió el recital acompañado por Ledesma y Pichón Apaza, quien fue muy aplaudido en su ejecución del erke. Asi se inauguró, con telúrico aire solemne, el encuentro. La violista Gabriela Del Cid se lució, no solo a traves de su instrumento, sino también interpretando con su canto La Tempranera. Los músicos lograron recrear en el hall, los tradicionales encuentros del patio trasero de la casa de Froilán.
Luego llegó el momento más esperado, cuando el Indio subió al escenario. Y ahí comenzó el festejo, con el repicar de bombos, cajas y sachas. El público se relajó, cantó, disfrutó de esta propuesta nativa, amenizada por la presencia de muchos ponchos rojos que daban cuenta de que se trataba de una noche importante para la memoria güemesiana.
El punto más emotivo de la noche fue cuando Teresa Castronuovo, esposa y compañera inseparable de Froilán, tomó la palabra para homenajear al violinista Sixto Palavecino, quien pasó a la inmortalidad en el mes de abril. Con emotivas imágenes, se revivió la vida y obra de un gran creador, defensor de la identidad americana y paladín de la recuperación del idioma quechua. Luego, en nombre del Ministerio de Gobierno de la Provincia de Santiago del Estero, Castronuovo hizo entrega de un ejemplar del Martín Fierro , traducido al Quechua por el mismísimo Palavecino. El Secretario de Cultura Mariano Ovejero recibió, agradecido, el proverbial libro y a su vez, hizo obsequios a los artistas.
Luego estalló la fiesta. Los presentes tomaron sus parches y salieron a la calle, en una fervorosa marcha de bombos encabezada por Eduardo Mizoguchi. Así hicieron repiquetear parches y corazones por la Plaza 9 de Julio y las calles céntricas de nuestra ciudad, dando un cierre de lujo, en una noche especial para la tradición salteña, a esta segunda edición de La Casa por la Ventana.