El viernes a la noche el Teatro del Huerto estaba casi completo, había algunos espacios en blanco sobre todo en las localidades de $ 90. Sé a ciencia cierta que muchos hubiesen deseado verla. Otelo siempre genera algo, pone la piel de gallinas. Es Shakespeare, ese poeta maravilloso del Teatro Isabelino.
Con las obras de Cibrián-Mahler hay mucha expectativa. Siempre. Por las grandes producciones que presenta en Buenos Aires, ay… Seductora Buenos Aires… Y porque los musicales de la dupla llevan años de consagración en la escena. No puedo viajar al sur a ver los originales y tengo que ver las copias, lo que nos quieran mandar al Interior. Y trae al menos dos versiones: la que muestra en los colegios y la que hace en el Teatro, ambas, diferentes a las que se ven en los teatros de Buenos Aires.
Esto recopilé en la red: “La pieza se sitúa en el siglo XVI en Venecia y para llevarla a cabo congrega un gran despliegue de talentos, más de 80 personas entre artistas, técnicos y creativos, importante escenografía, proyecciones y juegos con telas y luces”.
En la página oficial de Otelo se leen los nombres de 26 artistas. A Salta llegaron trece.
En Diario Info Región dice: “Con un impresionante vestuario de René Diviú y una funcional escenografía del mismo, que incluye una tela flotante capaz de señalar el tono de cada cuadro, presenta a un Otelo afín a los personajes que el barítono Juan Rodó viene aportando”.
En La Nación se lee: “En la sala se respira entusiasmo. Pronto llegarán los trajes que diseñó René Diviú para los 80 actores. Mahler le dice a «don Osvaldo», su hermano, encargado de la isla de sonido, que baje el volumen, pues en la próxima pasada quiere sentir el color de las voces de modo más nítido. A Juan Rodó le colocan el micrófono, y un asistente le ajusta aún más el velcro que sostiene el aparato sobre su esternón. Mientras tanto, otro colaborador se ensaña con una banda transparente en su frente para disimular el inalámbrico. Rodó, delineado y maquillado como moro, hace un gesto de malestar y confiesa que no duele tanto colocarse la cinta adhesiva, pero sí retirarla”.
Es decir, no caben dudas que lo que vimos en Salta no es lo que se vio en Buenos Aires. ¿Cuántos actores eran? ¿80, como se señala en La Nación ? La escenografía tampoco era la misma. Entonces todo lo que dijo la crítica sobre este musical, no vale para Salta porque este espectáculo era diferente. Con muchas partes cantadas similares, pero ha cambiado en su aspecto técnico y notablemente en la presencia de artistas.
La obra del viernes 26 de junio comenzó a las 22, 30 hs. al pedido de un espectador que coreaba: “empiecen, ¿qué es esto?” y terminó 1,08 de la madrugada del sábado. Se destacaron en las voces Juan Rodó como Otelo, Lorena Pacheco como Bianca, Georgina Frere como Desdémona, Daniel Vercelli como Casio, además de ser el gran buen mozo del espectáculo y Mercedes Benitez como Leticia.
Escenografía vestida por luces dentro del mismo escenario, fondo blanco donde se proyectaban luces de clores que era lo que hacía de marco atmosférico a cada escena y a veces a cada cuadro. Luces que bañaban a los personajes y remarcaban gestos y terminaciones de cuadros en forma dramática. Bancas que se colocaban para realizar escenas de a dos personajes y una plataforma en el medio fueron los receptáculos de la tragedia.
En la versión de Cibrián-Mahler aperecen personajes inventados como el de Bianca, la futura esposa del Moro y quien se lleva el protagónico femenino desde el comienzo. Los celos de Otelo nacen cuando sospecha de Casio, apalabrado por Yago, de ser el amante de Bianca. Esta duplicación del juego de los celos y la ceguera del personaje le quita fuerza para su segundo romance, pues Otelo actúa en ambos casos condenando a Casio, salvo que en la historia con Desdémona todo termina en sangre.
Es indiscutible el talento musical de los artistas y sus registros de voces alucinaban por lo maravilloso de su canto; esto es lo mejor del musical. Pero los personajes fueron concebidos a fuerza de la exageración. Bianca, era un personaje tan malvado y su participación tan libertina e intrigante que rayaba en un personaje de novela mejicana. La conspiración es el lei motiv de Yago y Bianca; en Otelo se ve la rabia casi animal de un hombre cuyo ego y soberbia no lo dejan ver los errores. Quizá la duplicación del sentido fue puesto así para marcar que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Aunque los credores del musical sostienen que han querido remarcar la traición.
En el musical sobresale el vestuario del Moro, muchos cambios, todos muy atractivos y caracterizadores de su personaje. En el momento en que se celebra el compromiso de Bianca y Otelo, este baila con Desdémona y se enamoran; a la vez Casio se enamora de Desdémona y se lo confiesa a Otelo. En otra escena donde Otelo festeja su soltería pues ha descubierto las patrañas de Bianca y la sacó de su vida, los personajes lucen máscaras venecianas y trajes vistosos.
Lo destacable de esta puesta son las voces de los artistas que logran la caracterización de los personajes: fuerza en Otelo, fragilidad y dulzura en Desdémona, hombría en Casio, odio en Yago y maldad en Bianca.
En una entrevista para Clarín , Cibrián dice: «Y después nos vamos a ir de gira por todo el país, algo que no pasa con ninguno de los musicalitos que traen de afuera».
A ellos les llegan musicalitos de afuera, será de Europa, del resto de Latinomérica… A nostros nos llegan musicalitos de Buenos Aires…
¿Qué es Otelo ? Una versión de la versión para el interior del país…
La versión libre de Otelo de Cibrián-Mahler llegó a Salta incompleta…
Romina: Comparto totalmente tu opinión. Quisiera agregar que es una lástima ver que los medios locales, específicamente Artenauta, le dedica primera página completa simplemente para satisfacer la «cholulez» de un mediocre espectáculo «Cibrian – Mahler» y mezquina el mismo espacio para acontecimientos locales.
Y no te preocupes…se ve igual de mediocre en Buenos Aires.
Daniel
La versión libre de Otelo de Cibrián-Mahler llegó a Salta incompleta…
Sinceramente daniel, me llama la atencion que digas que el espectacula es mediocre. Y te aclaro que tambien soy del interior. Todo espectaculo que se monta en buenos aires va a ser distinto a lo que se pueda ver en el interior. Y las grandes diferencias primordialmente las tenes en los espacios y las comodidades escenicas que estos brinda. Otelo en buenos aires contaba con una pantalla gigante en la parte de fondo del escenario, y una inmensa tela que hacia de techo en todo el musical. Luego en algunos momentos habia una estructura mecanica propia del teatro nacional que subia o bajaba. Entonces te pregunto, a cada lado que va se tiene que instalar el aparato mecanico de esa plataforma, en cada ciudad que va se tiene que instalar la enorme tela… Pero seamos realistas en la gran mayoria de teatros del interior por desgracia no tienen espacio ni siqueira para el elenco de cibrian mahler. Con respecto a la nota aclaro que ni en buenos aires, ni en ningun lado son 80 personas en escena, si 80 que formar el equipo, actores, musicos, tecnicos, etc.
Y con respecto a lo de un principio si viste otelo en buenos aires no me podes decir que es mediocre porque te tengo que decir que te equivocaste de espectaculo. Y no es que sea defensor de cibrian-mahler, simplemente quiero expresar mi punto de vista de esto.
A mi padecer, y con los años que llevo viendo y haciendo teatro otelo, tanto aca, en buenos aires o en donde sea es un buen espectaculo, en el que coinsido se destacan las voces de la gran mayoria del elenco.
Por ultimo te cuento una anegdota, estaba de vacaciones en bariloche se presentaba otelo y fui a verla por 3ra vez, con tan mala suerte que se corta el sonido, la municipalidad dispone de un generador electrico el cual podia alimentar unas pocas luces y parte del sonido… El show se termino haciendo a capella, con pocas luces y musica a volumen muy bajo. Y nada de eso impidio respirar arte, y un trabajo muy bien logrado por la dupla cibrian – mahler.
Desde ya agradezco este espacio.
A la distancia un saludo.
Juan P. Tolosa