Paco Giménez exclama “fui llevado por una ola”. Como si el acontecer se hubiese encargado de ponerlo en el lugar preciso a la hora señalada. Y de alguna manera, este encuentro se desarrolló así, como la vida misma. Un día sucedió y charlamos. Ocurrió en Resistencia, Chaco, cuando presentó en la Fiesta Nacional “La fonda cordobesa”.
Para Paco, el teatro que más se desarrolla en la ciudad de Córdoba es el universitario. Se halla vinculado a él desde hace 40 años y actualmente da clases en la Universidad. Destaca como importante al grupo Cirulaxia ya que ese grupo vive de este trabajo y se profesionalizan en sus producciones; otros están de paso por el teatro independiente. Su teatro denominado La Cochera, se desarrolla desde hace 25 años. En realidad hace 25 años que hicieron la primera obra pero están desde hace mucho más. “Somos lo que va saliendo”– dice para Salta 21. Cuenta Paco que el boom empezó desde sus inicios con la pirmera obra que fue “Delincuentes comunes” . La idea de La Cochera ha sido siempre apuntar a lo nuevo. Muchas obras son recordables, otras no, algunas tuvieron un amplio desarrollo y otras se han dejado. Pero como toda antología, es necesaria la variedad de situaciones entonces La Cochera, para Paco Giménez, es una acumulación de cosas. Pero desde la primera obra sintieron que fueron catapultados hacia el éxito.
“Me gustaría como premio que nos pagaran algo a todos: un viaje… o algo así. No quiero una estatuilla. Quiero algo que nos sirva y sirva para el teatro”– dice. No se enorgullece de que La Cochera siga siendo igual: tienen las mismas tribunas de hace 25 años. Estrenarán una nueva en el 2010 para su celebración pero sí le causa placer que la gente siguiera eligiendo La Cochera después de que cambió las cuevas y los antros por el shopping.
Paco Giménez empezó a trabajar en el 69′, año del cordobazo, cuando no se creía en ninguna tendencia sino que se las derribaba. No se casó con ninguna teoría sino que se ha basado en la invención. Dice que lee teatro sólo por un interés particular.
“Quise concretar inquietudes reales de la gente. No aspiro a cosas” – señala, porque Paco piensa que lo importante es hacer y no soñar.
Mi entrevista con Paco Giménez
Francisco Daniel, más conocido como Paco Giménez… Hay como hechos que marcaron tu biografía y han hecho de vos lo que sos a nivel nacional e internacional dentro del teatro. Quizá podríamos partir de lo que transitaste en México para después hablar un poco de cómo arribaste a 1984, con La Cochera.
– Cuando egresé en el año 72 terminé mi carrera de teatro en la Universidad de Córdoba, trabajé un tiempito en la misma escuela y luego cuando se cerró por cuestiones políticas el Departamento de Teatro, pasé al ámbito independiente. Allí un grupo que se llamaba La Chispa me invitó para que fuera su director ya que yo tenía estudio universitario. Ahí me quedé y a los 2 años nos fuimos a México. Pasé los 7 años del proceso en México y cuando regresé, empezó lo que después pasó a ser el teatro La Cochera, que desde hace más de 25 años existe. Ese ha sido mi paso por el teatro desde que era alumno.
¿Tenés alguna vivencia particular en México que te haya hecho despertar esa inquietud… que sea importante de contar?
– Inquietud la tuve desde antes, pero tenés razón… hay algo de autogestión que desarrollé cuando regresé de México. Quizá fue porque era más grande ya y también porque llegaba el momento de la reapertura democrática acá en el país. Y la verdad es que así como cuando egresé me invitaron a ser director del grupo, cuando regresé, la gente de Córdoba me llevó a trabajar con ellos. Incluso hay compañeros míos que eran del grupo La Chispa que me llevaron a un lugar, un garage grande y ahí me pidieron que los entrenara, me invitaron nuevamente o sea que no ha sido cosa mía. Después cuando tuvimos que irnos de ese lugar, alquilé junto con dos amigas que estaban dentro de ese grupo de entrenamiento en el año 84, un lugar que empezó a llamarse teatro La Cochera. Ahí en realidad empieza mi gestión, el hecho de dar clases, estar haciendo dos o tres espectáculos por año… Pero en realidad es algo que se produjo alrededor de una circunstancia, de los requerimientos de otra gente… Y estas circunstancias cultivó un montón de proyectos y actividades que si las hubiese pensado no las hubiese hecho. Además no se me hubiera ocurrido pensarlo…
… ¿Y comenzás a trabajar la creación colectiva?
– En realidad yo empecé en el 69′ a estudiar teatro y fue el año –creo- que empezó la creación colectiva propiamente dicha en Córdoba. Mi primera maestra en la escuela de artes fue María Escudero que después ella fundó un grupo que se llamó “Libre teatro libre” . Así, este grupo emblemático de la creación colectiva viajó por toda Latinoamérica y se hizo muy famoso en aquellos años, también fue muy perseguido en Argentina. O sea que sin querer, en lugar de estudiar y dedicarme a la cultura del teatro que ya existía, entré en el teatro que se inventa, en el teatro coyuntural del momento, aquello que se hace para reflejar las problemáticas de los sectores más ofuscados social, política y económicamente, para reflejar un poco sus luchas, sus reivindicaciones, sus necesidades; un teatro muy ideologizado. Es más, el grupo ese La Chispa que me invitó era un grupo político, de un partido de izquierda, entonces sin querer a mí que me interesaba el teatro… digamos en realidad… como decirlo… me interesaba lo estelar que tiene el teatro, lo espectacular, el show… me gustaba cantar. Yo quería ser una figura. Y para ser una figura hay que estar dentro de eso que se llama el escalafón o el sistema de jerarquía, toda la cosa que va en orden vertical pero cuando entro en contacto con este grupo independiente yo empiezo a trabajar dentro de un orden horizontal de las cosas, de los sistemas de producción, de relación entre las personas, de roles. Entonces me desvié mucho de esa idea, de ese reflejo que yo tenía de lo que veía en la televisión, en el cine, en las revistas. En realidad era una idea muy cándida de lo que es el arte o el mundo del espectáculo. Pasa que me dediqué a una actividad por decirte anónima, independiente, dedicada a plantear temas, a desarrollar cosas, a defender causas, en lugar del show… ese todo individual, egocéntrico… Cómo decirte… la idea de querer ser como una figura artística se disolvió. De alguna manera después me lo han hecho sentir pero desde el lado opuesto, he sido muy requerido muy llamado, muy entrevistado, muy convocado; de muchas formas he obtenido como un tipo de prestigio que me ha dado quizá tantos años, más que lo que he hecho, o en todo caso la acumulación de las cosas que hice.
¿Alguna vez has cantado en un escenario, Paco?
– Lo primero que hice fue cantar, antes que cualquier otra actividad. En realidad esa fue mi primera actividad teatral, no actividad sino mi primer impulso artístico. Incluso el eje donde yo nací. En la provincia de Córdoba vivía mi papá de origen salteño, casado con una hija de españoles y tenía la Catedral de la ciudad muy cerca, entonces yo iba a ver los casamientos los sábados y escuchaba cantar el Ave María. Veía entrar a la novia y en mi casa yo hacia toda esa ceremonia. Es el primer espectáculo que yo conocí, entran los novios, y de pronto en algún momento escuchás el Ave María. Yo cantaba a los 4 años el Ave María, representaba a la novia y al novio juntos como una simbiosis y esa fue una de las primeras cosas que yo hacía delante de la gente.
También cantaba canciones de la “nueva ola”, así se llamaba en aquella época en bailes populares. Me gustaba tanto que me llevaban a los bailes de carnavales o a las fiestas nacionales en Olivo, a la elección de la reina allá y era un niño que se llama comúnmente un niño prodigio. Después me dediqué más al teatro que al canto pero nunca lo dejé, hay un unipersonal que estoy haciendo que se llama Paco peca y hay canto, rememoro muchas cosas de la infancia y me proyecto hacia la avanzada vejez también…
¿Tenés parientes en Salta?
– Se supone que sí pero no los conozco, son todos de parte de mi papá, de mi abuelo y mi abuela los Jiménez. Sé que tengo parientes que no he visto nunca porque nos hemos movido más entre la familia de mi madre que es muy numerosa y la familia que se fue armando alrededor de mi papá y sus hermanos en Córdoba pero en Salta no. Pasé por una Fiesta Nacional que se hizo en Salta, fui una vez a hacer un desmontaje de una obra porque me llamaron y otra vez para dar un curso de un día o dos días o sea que apenas tuve tiempo de ir a comer unas empanadas. Pero de pasear por la ciudad, ver gente o ubicar donde estarán mis parientes no, no lo hice todavía…
¿Se puede decir que con La Cochera se produjo una especie de revolución teatral?
– En realidad sí. Se escribió así como un antes y un después de La Cochera pero también era muy fácil pensar en eso porque en ese momento, en el año 84- 85, era un antes y después de la dictadura y comienzo de la democracia. O sea que fue una inflexión en la historia de Córdoba y del país en donde se instaló La Cochera y que empezó con su producción incluso antes de la existencia de lo que se llamó “ander” en Bs. As. Hay algunos principios y preceptos del teatro, del histrionismo, del despliegue de la imagen, que luego tomó mucha envergadura en Bs. As. Y que tiene sus antecedentes en Córdoba. Lo que pasa es que en Bs. As. todas las cosas alcanzan un nivel de desarrollo que en provincia se hace difícil.
Después llegamos al año 1990 en que una obra tuya produce la creación de otro grupo, ¿verdad?
– Sí, yo viajo a Bs. As. para hacer un curso allá en el Centro Cultural Ricardo Rojas y se anota mucha gente, me piden volver por lo menos una vez al mes. Esa gente era como 70 que se inscribieron, después quedaron 20 con los que formaron el grupo La noche en vela a raíz del espectáculo del mismo nombre. Con ellos estoy trabajando desde esa época y ya vamos como el quinto espectáculo y así como en La Cochera hay 40 actores, allá en Bs. As. tengo como 20 actores desde hace tiempo.
¿Cómo surgió “La fonda cordobesa”, cuál es tu fuente de inspiración?
– Mi fuente de inspiración son los actores, la mirada que me dejan esos actores a quienes conozco desde hace 25 años. Entonces así como yo voy avanzando en edad, ellos también. Yo me nutro y tomo y me inspiro en lo que ellos hacen en los trabajos de talleres, en las destrezas que tienen en la edad a la que van avanzando, los problemas físicos que van apareciendo o las eventualidades de la vida que van surgiendo. Así como va cambiando el humor, de unos cuantos tomé esa materia prima que estaban ofreciendo y entonces decidí idear un espectáculo para que se integraran esos actores y esas rutinas… esos trabajos… y a partir de ahí empezamos a fabricar un espectáculo. Por supuesto que ellos ponen esa materia prima que son ellos mismos, sus perspectivas dramáticas, sus expresiones, a todo eso lo inscribo en una idea de espectáculo y luego con toda esa materia prima hago una comida final que es el espectáculo. Así surgió “La fonda cordobesa” y que da como resultado una interpretación de lo que es el humor y los personajes cordobeses pero no es que yo quiera hacer algo sobre Córdoba y entonces empiezo a pensar y no sé qué, no. Los materiales que habían dieron algo que me hizo pensar en Córdoba, en su humor y todo lo demás…
¿Cuáles son los temas que te preocupan como escritor y director?
– Como escritor no porque no escribo, urdo cosas, tramo y veo proyectos. Me parece que lo que me preocupa es lo que nos anda rondando. Lo capto como si fuera una especie de … (piensa) en mi época había unos buscadores de oro que vibraban y aparecían no se qué minerales en la tierra. Detectores. Mi función es la de un detector. Cuando he querido forzar eso, es decir, tener una idea superpuesta, no nos ha ido tan bien porque ha sido como forzar al colectivo que somos a encarar un trabajo que no nos ha dado resultado. Me ha ido mejor cuando yo he detectado y eché mano a algo que esta próximo a todos. Para decirte qué tema… no sé, el reírse de las cosas, el de humorizar sobre las cosas es fundamental para nosotros, primero nos reímos y después nos ponemos serios, no al revés, no estamos serios y por debajo riéndonos, eso no. Es como un procedimiento, los temas no pensé nunca cuáles son. No sé si son temas recurrentes o no; en todo caso el que vio varias obras puede darse cuenta alrededor de qué giramos.
¿Te ponés desafíos artísticos y los cumplís o por ahí sentís pequeñas frustraciones?
– Mis desafíos artísticos son pequeñas ambiciones como con quién voy a trabajar, por ejemplo. No son ambiciones empresariales o de producción. Creo desafíos para no enquilosarme yo y porque es una promesa de diversión para los que me rodean.
NDR: Lo prometido es deuda. Y les estaba adeudando a los lectores la entrevista a Paco Giménez. Las fotos son del encuentro en Chaco (de marzo a abril de 2009), de nuestra charla. Gracias Paquito! No sé cuándo te veré de nuevo, pero una persona como vos, está siempre presente. Hasta la próxima…
Paco Giménez y La Cochera cumplirán 25 años en el 2010
Estimado Daniel o Paco no se si te acordarás de mi, fuimos compañeros en la primaria en el jose M Paz y luego en el Carbó hasta terminar el secundario perdiéndote de vista. Yo estudié medicina junto con Tito lista y luego de recibido me vine a Buenos Aires donde resido desde entonces, perdiendo contacto con todos los compañeros del secundario y adolescencia. Hace unos 5-6 años, si mal no recuerdo, vi que dirijias una obra en el Cervantes y traté de contactarte pero no fué posible y dejé en portería una carta para vos que muy probablemente nunca te llegó. Desde hace 10 años estoy en un taller de teatro, con la intención de jugar y salir del agobio de la medicina, y estoy muy feliz de hacerlo. Ese taller desde hace 2 años lo dirije Gabriel Fiorito quien te conoce y fue quien me estimuló para que te escriba estas líneas de salutación y también para felicitarte ya que sé que sos un referente en la dirección teatral en el pais, lo cual me enorgullece porque quienes fuimos compañeros desde chicos y durante la adolecencia ya podiamos percibir en vos una gran veta artística tanto en lo actoral (¿ te acuerdas de aquellos viernes a la última hora con la flaca borracha que nos daba actividades plásticas y tus dibujos en el pizarrón de las ardillas de ginebra llave?, etc,etc) como en el canto y artes plásticas. Daniel disculpame si resulto pesado pero uno se alimenta con los hermosos recuerdos de su vida y puedo decir que vos formas parte de un caudal importante de ellos. Me gustaría, si recibes este mensaje, saber que lo leiste y tener alguna forma de vernos ante algún viaje a Córdoba que haga ya que mi hermano y flia continuan viviendo en Alto Alberdi en la misma casa de mi niñez, que vos conocistes, en la calle Caseros 2845, por lo cual viajo cada tanto a verlos. Un abrazo y mucha mierda. Carlos