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domingo, noviembre 24, 2024

Hay que discutir el funcionamiento corrupto de la academia

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Desde el 18 de noviembre a la fecha, a causa de la intervención tardía y quizá, «oportunista» de un medio de gran tiraje, pero que acabó, como fuere, por tomar cartas en el tema penoso del mobbing, paso a dar noticias.

Lo que se tipea respecto a que se estarían confundiendo y fundiendo diversos planos de enfoque, puede ser, pero si se aprecia el asunto desde determinado ángulo. Mas, si uno lo observa desde otro, puede sostenerse perfectamente, que en la academia existen múltiples «disfuncionalidades» que van desde la escasa o nula transparencia en los concursos, los «gastos reservados» de decanos y Rectora, el maltrato a estudiantes, presuntas irregularidades contables millonarias, etc., a la situación de hostigamiento. O sea, que el acoso es una de las tantas facetas de lo mal que opera la institución. Desde ese marco general, encaja que pueda hablarse de temas tan variados, incluido el hostigamiento.

Respondido el asunto, paso ahora a reflexionar sobre las últimas noticias que se difundieron en torno a lo que nos ocupa, felizmente a muchos, desde 18 de noviembre a la fecha, a causa de la intervención tardía y quizá, «oportunista» de un medio de gran tiraje, pero que acabó, como fuere, por tomar cartas en el tema penoso del mobbing (igual conceptualización les cabe a los sindicatos que decidieron salir a la luz, luego de varios años de lucha solitaria de mi parte -aprovecho para subrayar que jamás sostuve que era el único acosado; sí fui el único que se ocupó con ahínco de difundir lo que se conservaba en secreto y que es un mal endémico en la universidad, a pesar que se lo niegue con «solicitadas»…).

La primera información es que la resolución del Consejo Directivo de Humanidades (y no del Superior, como equivocadamente consigna el tal «Síndico»), puede consultarse en http://bo.unsa.edu.ar/cdh/. La resolución del Consejo Superior a la que aludiré enseguida, puede abrirse en http://bo.unsa.edu.ar/. Si todavía no se encuentran donde direcciono, habrá que esperar; pasa que a Romina, la última vez que la vi personalmente, fue en el marco del Ciclo de Cine Argentino; desde esa época que no la crucé en otro momento, por lo que sería engorroso para mí (y calculo que para ella…), citarnos para que le entregue una copia de las dos resoluciones…

La otra noticia es que el Superior ya sacó, a modo de un Pregón Real, una resolución en la que niega los «cargos» que se le imputan a la administración, hablando de su pasado y presente, en tanto supuesta defensora de los DDHH, etc. El tamaño en que duplicó la resolución es mayor que el formato B5, que ya es decir; tanto le preocupa demostrar su «inocencia», que acaba por acusarse a sí misma, en un procedimiento que destila lo contrario de lo que pretende. El Pregón Real fue casi reproducido en la solicitada que se estampó en el matutino local el día domingo 6 de diciembre.

Ambos instrumentos, además de auto acusarse con tanto excusarse…, tienen el vicio lógico y argumentativo de que por ejemplo, alguien como padre de familia, no puede ser violador de sus hijos; de que por ser sacerdote, no se puede ser pederasta; etc. Que la universidad haya detentado o posea, una «tradición» en la lucha por los DDHH, no garantiza en absoluto, que en casos puntuales y con respecto a su propia vida institucional, sea precisamente, violadora de tales derechos.

Bien; razonemos, entonces. Supongamos que haya al menos, un caso de hostigamiento; no el mío, sino f. e., el del Dr. Pablo Ortega Baes o el de una CPN de Ciencias Económicas, Auxiliar de Primera. El mobbing, por ser violencia laboral, implica ipso facto, la destrucción de DDHH y de derechos gremiales: la tranquilidad en el ambiente de trabajo, es obviamente, un derecho humano y un derecho sindical.

Si existe hostigamiento, en el que no se contestan las presentaciones (como hacen conmigo), hay concomitantemente, discriminación en los procedimientos administrativos y en consecuencia, negación sistemática de justicia. Ahora sí es necesario mencionar mi situación: ayer presenté el SEXTO reclamo administrativo previo a demanda judicial, por denegatoria tácita de parte de la UNSa., lo que significa que no responde NADA de lo que interpongo, con lo que se atropella el derecho a ser oído y el derecho a peticionar, el cual implica el derecho a contestación fundada. Y para que se aprecie lo que la denegatoria tácita significa, relato lo que a continuación detallo: ante los primeros 30 a 60 días de elevada una nota sin respuesta, se interpone Pronto Despacho. Se aguardan 30 días; si no contestan, se eleva Recurso de Reconsideración. Si no responden, Pronto Despacho. Si no contestan, Recurso Jerárquico. Si no responden, Pronto Despacho. Si no contestan, Recurso de Reconsideración ante el Superior. Si no responden, Pronto Despacho. Recién después de todo ese calvario de notas sin contestación, se puede esgrimir el reclamo administrativo previo a demanda judicial. Así y todo, la academia cuenta con 90 días hábiles para responder, luego de lo cual se intercala Pronto Despacho. Tienen 45 días más para contestar, después de lo cual queda abierta la vía jurídica. Repito que llegué al SEXTO reclamo administrativo previo, la mayoría de los cuales están habilitados ya para ser elevados a la Justicia… ¡por silencio de parte de la universidad! Y el no responder es una característica típica de acoso; es una estrategia clásica del empleador hostigador contra su víctima y es lo que efectúa la academia conmigo todo el maldito tiempo…

Pero imaginar que únicamente hay uno o dos ejemplos de acoso, es caer en la lógica del hostigador, que procurar minimizar los sucesos, haciéndolos asomar como asuntos sin importancia, aislados, etc. Por ende, la existencia de uno o dos casos nos debe llevar a asumir que es plausible que haya más de dos; que la serie sea más extensa y de hecho, lo es. Desde 1983 a la fecha y según datos que me llegaron por vía indirecta, parece haber más de 300 casos de hostigamiento, muchos de ellos, denunciados en la Exma. Cámara Federal de Apelaciones de Salta capital. En consecuencia, el mobbing en la universidad es un mal generalizado, estructural y que viene de larga data. No nació conmigo, aunque mi ejemplo sea ejemplar o emblemático.

Si el hostigamiento es algo estructural, sintomático y sistemático, entonces se dan las condiciones para que contra los acosados, los concursos no sean transparentes, etc. Esto es, se dan las condiciones para que todo lo que denuncié, ocurra. Por ende, en la institución no sólo existe hostigamiento, sino también escasa o nula transparencia en los concursos, poca o nada democracia, etc., etc. Sin embargo, si e. g., los concursos son difíciles para los «marcados para morir», no hay por qué restringir el silogismo de concursos viciados a los ejemplos de hostigamiento; puede sospecharse que con los concursos, se acomoden a «Caballos de Comisario». Eso a su vez, conduce a la formación de camarillas que se destripan entre sí y que acosan, por obtener recursos de variada índole. Fin de la historia; que era lo que había que demostrar…

Vuelvo a insistir por ende, que lo que la universidad debiera hacer, en lugar de sacar Pregones Reales y esparcir solicitadas…, es convocar a los integrantes de la institución, a que discutan el funcionamiento distorsivo y corrupto de la academia y los medios para revertir la situación. De no hacerlo, continuarán pasando las cosas de espanto que suceden.

– NdR: respuesta del autor de la nota a un mensaje del foro del siguiente artículo:

En la UNSa. buscan pronunciarse contra las acusaciones de mobbing

http://www.salta21.com/spip.php?article2712

4 COMENTARIOS

  1. Hay que discutir el funcionamiento corrupto de la academia
    Interminable el culebrón universitario. Desde ya que en la mansión donde reina la emperatriz de los derechos humanos salteños haya mobbing y que éste pretenda ser tapado con resoluciones y solicitadas, no queda dudas que el problema es serio. Primero porque hay gente que apoya ese entramado de mentira y corrupción, segundo porque corrompen las instituciones democráticas, y desnaturalizan la función universitaria.
    Necesitamos decencia. Los universitarios deben recuperar la universidad para la sociedad y para el desarrollo de los salteños.
    Lamento, es tristísimo lo que pasa. A nivel nacional es igual. Creen que con el Indec diga lo que ellos quieran las cosas no existen. Aquí creen que con resoluciones y solicitadas el problema no está y la decencia y el respeto les queda. Pero la situación está, y la gente se enferma, y también muere. No más recordar aquel bello recuerdo que hiciera Romina Chávez Díaz de la profesora Martina Guzmán Pinedo. Creo que hay que traerlo de nuevo a la memoria, para que su historia no se repita. Las solicitadas no detienen las depresiones ni el mobbing. Saludos

    • Los unos y los otros
      Lamentablemente los que hacen docencia, se preocupan por los alumnos y la
      calidad educativa, se terminan jubilando (sino los «van» antes) lo más rápido posible, huyendo de las interminables estrategias de la institución para que ganen los mediocres y oportunistas. Que, obviamente, optarán por la jubilación hasta los 70 años. Desde hace tiempo, hay muchos docentes que «lucran» con la universidad pasaditos los 70, sin que existiera la nueva ley que, ahora, lo permite legalmente. ¡Y no tienen ningún mérito para eso!
      Efectivamente, Martina Guzmán Pinedo fue otra víctima, pero de esa clase de víctimas abundan. En cada carrera de humanidades hay gran cantidad de docentes que llegan al final de su carrera universitaria como JTP (conozco alguien que todavia es Auxiliar de Primera), mientras otros, con desiguales o «engordados» curriculums obtienen fácilmente el titular. Eso también es «moobing» porque no se tienen las mismas oportunidades en el mismo tiempo. Pero claro, es menos «escandaloso» y poco demostrable. ¿Cómo demostrar que siempre hay puntos y cargos para algunos y nunca para otros? Y que en cada carrera están los que utilizan todo su tiempo útil en «acomodarse» con la gestión de turno y están los «otros» que estudian,investigan, publican, enseñan, lo que realmente hay que hacer como docente e investigador en una universidad? Discrepo del término «culebrón», esto no tiene nada de telenovelita rosa, es más bién una tragedia que ha ido dejando muertos en el camino, lo reconozcan o nó algunos simpatizantes de la «pobrecita» institución, que se rasgan las vestiduras por la «imagen» de la UNSa y otros delirios. Ninguna institución necesita de abogados. Ilusos, ya les llegará el turno, esa Madre, Padre o Amo (como le gustaría decir a López) no perdona a nadie. Dejen que pase el tiempo en el que dejarán de ser útiles o utilizables y necesitarán un hombro para llorar. Eso sí, no cuenten con el mío.

  2. Hay que discutir el funcionamiento corrupto de la academia
    Es verdad lo que dice Lopez, me equivoquè. El hablaba del Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades y yo me referìa al Consejo Superior. Lo de no mezclar concursos con acoso laboral es opinable. A èl, por ejemplo, parece que jamàs lo perjudicaròn por la vìa de los concursos. No lo sè. De otro modo habrìa quedado fuera y punto, a quejarse a Mandrake o a su versiòn local: Magolla. Por eso creo que las cosas deben estudiarse separadamente. El acoso aùn siendo algo muy malo, se aguanta mas que quedar cesante. Es màs, en ciertos casos (y si el acosador es hombre, y si le queda un resto de esa condiciòn) el acoso se resolvìo con una puteada y con una promesa de paliza. En cambio, la pèrdida de tu trabajo es terrible e irreversible.No ganàs nada con putear contra la universidad, ni contra el rector de turno ni contra el estado. El que pierde su puesto docente por la vìa de concursos amañados queda reventado de por vida; queda sin trabajo y sin ingresos y, de èse modo, està, en un paìs como èste, civilmente muerto. Muerto y enterrado. Lopez no està ni muerto ni enterrado. En todo caso, aùn Lopez no podrà negar que, en vista de lo que el Consejo Superior dice en la Solicitada que sacò en El Tribuno, todo lo que afirmo en mi comentario sigue siendo vàlido. Coincido con Lopez cuando dice que, lo que afirma el Consejo Superior en la Solicitada, es sòlo verdad a medias y la verdad a medias no es mas que mentira adornada con hipocresìa. Lo que la hace peor que la mentira sola. Cometì el pecado de equivocarme y producir la santa ira de Lopez debido a que, muchas veces, èste escribe sus mensajes en forma poco legible. Muchas de sus cartas estàn escritas en una jerigonza donde se mezclan la literatura barata con la descripcion de hechos que han acontecido realmente. Una cosa que no entiendo es porquè, de una vez por todas, Lopez no denuncia su caso ante la Justicia Federal. Su abogado podrìa presentar un Recurso de Amparo, que, si es cierto lo que dice Lopez acerca de lo que le hacen en la universidad, seguramente le serà concedido. De èse modo, pondrìa freno al acoso, hasta que la justicia se expida. De otra manera, corre el riesgo de que, mas tarde o mas temprano, lo hechen y entonces: Adio, a mendigar amigos, trabajo y abogados de oficio. Si le sirve de algo, hay evidencia que la UNSA practicamente jamàs ha ganado un litigio contra docentes o no docentes.

    • No es tan «sencillo»…
      Leo atentamente lo que se publica en un medio plural como Salta 21; de ahí que responda a quienes difunden ciertas opiniones, aunque no a todas y a pesar de las apariencias, no siempre contesto lo que se enuncia en torno a mi persona o a ejes vinculados conmigo. Empero, por la situación que venimos discutiendo y que se puso sobre el tapete en la Provincia, asumo la necesidad de una respuesta a lo que esgrime «Síndico».

      Lo primero que atesoro para decir, es que la estrategia que vaya a implementar contra la academia por el hostigamiento que sufro desde que era estudiante, es un arma que sería necio revelar. Ya llegará el momento en que accione jurídicamente contra la institución; hay que tener paciencia, mucha paciencia con los acosadores, dado que se cubren con el aparato jurídico y académico, en donde cuentan con la anuencia de los poderosos endogrupos que los cobijan y les dan la tranquilidad que los Esclavos acarician en el y por el Nombre del Padre, que no es otro que el Nombre del Amo (en este ejemplo que nos distrae, «UNSa.»).

      Lo segundo que tengo para comunicar es que sí me tocó perder una enormidad de concursos contra oponentes que no detentan aun hoy, ni la tercera parte de antecedentes que poseo.

      Lo tercero, es que a fines de 2000 y hasta mediados de 2002, estuve sin trabajo por las tropelías que efectuaron en la administración contra mí, canalladas que se esparcen en desmedro de mi imagen profesional y pública, haciéndome asomar como un bastardo infeliz. Una de las personas que actuó y sigue actuando en consecuencia, es la Mgr. Ana Simesen de Bielke, la que está denunciada por mí como una de las innumerables hostigadoras, en un expte. (el 5114/06…) que no lo desean convertir en sumario, a pesar que exista una resolución de ppios. de año que así lo dispone (y por lo que en los últimos días, elevé una nota exigiendo que se cumpla con la aludida resolución…).
      Es más, durante varios meses y hasta años, estuve sin ingresos fijos en la universidad, a causa de la resistencia, psicoanalíticamente hablando, que genero y que prosigue.

      En cuarto lugar, no creo que el espantoso tema del acoso se deba solucionar, si uno es «hombre» (¿qué significa eso?…), con una «puteada» y con una invitación a pelear a golpes de puño. Yo no me siento menos «hombre» por no haberme dejado arrastrar a ese terreno, que es lo que quiso el Mgr. Bianchetti el pasado 10 de febrero de 2009, para que la Alta Casa de Estudios tuviera la excusa justa para una exoneración inmediata y sin atenuantes. La lucha contra el hostigamiento y contra todo lo irregular que acontece en la universidad, es una pelea larga y que demanda inteligencia, sea «masculina» o «femenina» (por lo demás, siempre digo que mis lados femeninos son lo mejor de mi hombría, si puede ser pertinente una confesión de esa índole…).

      Por último, puede que aquí y allá, haya podido caer en tentaciones de «baja» literatura, pero para algunas personas «calificadas» en ese terreno, soy un buen escritor y hasta un excelente poeta. Por lo menos, escribo; Ud., «Síndico», ¿escribe?; ¿qué escribe?

      Cordialmente,

      Dr. Adrián López

      DNI: 24.138.809

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